Hola a todos:
Ahora estoy nervioso. Nervioso y decepcionado. Se que la mayoría de vosotros habéis sufrido algún episodio como el que os voy a contar y supongo que por eso os lo cuento, porque necesito desahogarme y con quien mejor que con aquellos que me comprenderéis sin duda.
Esta noche mi chica y yo volvíamos a casa, cada uno en su moto. Eso de que mi chica sea motera y conductora es algo que hace sentir orgulloso. El caso es que por la circunvalación de Granada, justo al pasar a la altura de la ronda sur, nos encontramos al típico dueño del carril izquierdo. El carril de la derecha vacío y el, con su coche, feliz y contento por el carril izquierdo. Bueno, mi chica siempre me dice que piense bien, que tenga paciencia, que probablemente no se haya dado cuenta, asi que, nada, paciencia le eché.
Aparecieron un par de coches en el carril derecho, no tuvo que cambiar de carril para adelantar, nosotros si. Pasamos por la salida de Ogijares-Armilla y por la posterior incorporación a la autovía. Pensemos bien, se queda en el carril izquierdo para facilitar la salida (no se de que coche) y la incorporación (en este caso si salían un par de coches).
El caso es que, después de pasar estas contingencias, ahí seguía el tío, por el carril izquierdo y nosotros dos por el derecho. Nosotros dos y nadie mas. Para no adelantar por la derecha, nos pasamos al carril izquierdo para que comprendiera nuestra intención de adelantarle. Se cambio de carril? No, pero bueno, quizá el hombre iba pensando en sus cosas y no se había dado cuanta que el carril derecho estaba libre y que dos motos tenían la intención de adelantarle.
Bueno, pues vamos a avisarle, no? Le echo un par de rafagas, y espero. No se quita. Mi chica repite el aviso. Nada, que no se quita. Hasta aqui, bueno, tampoco tiene tanta importancia. Verdad?
Pues de pronto a este señor le da por activar los chorros de agua del limpia parabrisas durante un rato largo. Curiosamente los chorros apuntan a cualquier sitio, menos a su parabrisas. De nuevo la echo ráfagas, para indicarle que nos esta mojando. Pues, ni corto ni perezoso, el tío da un frenazo primero, y luego otro aún mas brusco. Menos mal que teníamos suficiente espacio de seguridad con el coche para frenar. Viendo el percal, reducimos y nos pasamos al carril derecho, intentando tomar distancia con el coche. Pues nada, por fin el tío se pasa al carril derecho y se pone de nuevo a frenar delante de nosotros. Mi chica aprovecha para adelantarme a mi y al coche, yo me voy detrás de ella, adelanto al coche y el tio va y me pone las largas, no rafagas, no, las largas bien puestas.
Debo reconocer que me enfade y me volví un poco para indicarle con el dedo que no, que así no se hacen las cosas. Pero no penséis que fue un gesto obsceno ni nada parecido. Literalmente decirle que no con el dedo indice. Pues el tio va y acelera hasta casi besarme el guardabarros trasero. Me enfado un poco mas y corto puño hasta ponerme a 70. No debí hacerlo, es cierto, pero al menos sirvió para que tomara distancia.
Total que mi chica y yo nos salimos de la autovía por la salida de Alhendín, el pueblo en el que vivimos. Me paro en el Stop que hay al final de la salida y, no os lo perdáis, el tío, que venia detrás de mi, me pasa muy cerca y se salta el Stop!!!! Lo ultimo que me quedaba.
Me considero un motero amable, de los que se disculpan inmediatamente cuando se dan cuenta de que han metido la pata y creo que con un poco de amabilidad todos tendríamos menos problemas. No soy un santo, ni lo pretendo, y también se ni todos los moteros somos ángeles, ni todos los conductores de coches son unos demonios. Simplemente hoy me paso a mi y a mi chica y me sentí impotente. No ha sido la primera vez que a un motero le pase esto, tampoco sera la última.
Bueno, familia, siento haberos soltado la parrafada, probablemente lo que me ha pasado hoy no es algo tan importante. Gracias por leerme.
Tened cuidado ahí fuera.
Vssss y Rafagasss.
Ahora estoy nervioso. Nervioso y decepcionado. Se que la mayoría de vosotros habéis sufrido algún episodio como el que os voy a contar y supongo que por eso os lo cuento, porque necesito desahogarme y con quien mejor que con aquellos que me comprenderéis sin duda.
Esta noche mi chica y yo volvíamos a casa, cada uno en su moto. Eso de que mi chica sea motera y conductora es algo que hace sentir orgulloso. El caso es que por la circunvalación de Granada, justo al pasar a la altura de la ronda sur, nos encontramos al típico dueño del carril izquierdo. El carril de la derecha vacío y el, con su coche, feliz y contento por el carril izquierdo. Bueno, mi chica siempre me dice que piense bien, que tenga paciencia, que probablemente no se haya dado cuenta, asi que, nada, paciencia le eché.
Aparecieron un par de coches en el carril derecho, no tuvo que cambiar de carril para adelantar, nosotros si. Pasamos por la salida de Ogijares-Armilla y por la posterior incorporación a la autovía. Pensemos bien, se queda en el carril izquierdo para facilitar la salida (no se de que coche) y la incorporación (en este caso si salían un par de coches).
El caso es que, después de pasar estas contingencias, ahí seguía el tío, por el carril izquierdo y nosotros dos por el derecho. Nosotros dos y nadie mas. Para no adelantar por la derecha, nos pasamos al carril izquierdo para que comprendiera nuestra intención de adelantarle. Se cambio de carril? No, pero bueno, quizá el hombre iba pensando en sus cosas y no se había dado cuanta que el carril derecho estaba libre y que dos motos tenían la intención de adelantarle.
Bueno, pues vamos a avisarle, no? Le echo un par de rafagas, y espero. No se quita. Mi chica repite el aviso. Nada, que no se quita. Hasta aqui, bueno, tampoco tiene tanta importancia. Verdad?
Pues de pronto a este señor le da por activar los chorros de agua del limpia parabrisas durante un rato largo. Curiosamente los chorros apuntan a cualquier sitio, menos a su parabrisas. De nuevo la echo ráfagas, para indicarle que nos esta mojando. Pues, ni corto ni perezoso, el tío da un frenazo primero, y luego otro aún mas brusco. Menos mal que teníamos suficiente espacio de seguridad con el coche para frenar. Viendo el percal, reducimos y nos pasamos al carril derecho, intentando tomar distancia con el coche. Pues nada, por fin el tío se pasa al carril derecho y se pone de nuevo a frenar delante de nosotros. Mi chica aprovecha para adelantarme a mi y al coche, yo me voy detrás de ella, adelanto al coche y el tio va y me pone las largas, no rafagas, no, las largas bien puestas.
Debo reconocer que me enfade y me volví un poco para indicarle con el dedo que no, que así no se hacen las cosas. Pero no penséis que fue un gesto obsceno ni nada parecido. Literalmente decirle que no con el dedo indice. Pues el tio va y acelera hasta casi besarme el guardabarros trasero. Me enfado un poco mas y corto puño hasta ponerme a 70. No debí hacerlo, es cierto, pero al menos sirvió para que tomara distancia.
Total que mi chica y yo nos salimos de la autovía por la salida de Alhendín, el pueblo en el que vivimos. Me paro en el Stop que hay al final de la salida y, no os lo perdáis, el tío, que venia detrás de mi, me pasa muy cerca y se salta el Stop!!!! Lo ultimo que me quedaba.
Me considero un motero amable, de los que se disculpan inmediatamente cuando se dan cuenta de que han metido la pata y creo que con un poco de amabilidad todos tendríamos menos problemas. No soy un santo, ni lo pretendo, y también se ni todos los moteros somos ángeles, ni todos los conductores de coches son unos demonios. Simplemente hoy me paso a mi y a mi chica y me sentí impotente. No ha sido la primera vez que a un motero le pase esto, tampoco sera la última.
Bueno, familia, siento haberos soltado la parrafada, probablemente lo que me ha pasado hoy no es algo tan importante. Gracias por leerme.
Tened cuidado ahí fuera.
Vssss y Rafagasss.