Loormelotte
Curveando
[HIGHLIGHT2]Aviso a navegantes:[/HIGHLIGHT2] a continuación viene una chapa cojonuda que te puede resultar bastante aburrida...quedas avisado.
Hola,
Hace ya 3 años de este retiro en Merkelandia, en donde he podido ir saboreando poco a poco la miel y la hiel, la cara y la cruz, el yin y el yan de la moto en este rincón del mundo. El año motero se puede dividir en dos segmentos..."mucho frío" y "no hace tanto frío", con algunos intervalos de "coño parece que estemos en Valencia en Agosto" Luego está el tema de que como curro desde casa no cojo la moto todos los días, únicamente los findes y por desgracia durante el último año han sido más bien pocos...esto ha hecho que este año solo haya rodado 12.000Km en 12 meses...un mal chiste.
Así pues, esta ausencia de moto involuntaria, bien sea por la climatología en unas ocasiones y por las obligaciones laborales en otras, ha hecho que se haya convertido en pequeño capricho de fin de semana...un lujo exquisito de estos que nos permitimos cuando podemos y/o nos dejan...o como diría un colega, la moto se ha convertido en lo que para algunos es el polvo del fin de semana; ese orgasmo semanal necesario para aliviar las presiones.
He tenido que aprender a disfrutar de la moto sin ir en moto...pero...¿es esto posible?...bueno, depende de lo freak que seas y de las ganas que le pongas.
Ha habido fines de semana en los que cuando apenas tenía un rato, bajaba al garaje y simplemente me dedicaba a repasar la moto...¿está bien de aceite?...a ver las pastillaws...mmm voy a ponerle un poquito de grasa a la cerradura...¿está esto suelto? Hasta tal punto que las semanas en las que llovía llovía llovía llovía...ad infinitum...mi novia me veía salir de casa con la mochila y me preguntaba <<¿hoy que vas a revisar, volverás tarde?>>...porque hay que se un verdadero colgao de la moto para tirarte 2h en el garaje dándole vueltas sin hacer realmente nada.
Desmontaba el top-case, lo usaba de taburete, me dedicaba a repasar los tornillos que estaba algo tocados por la sal, desmontaba piezas y las volvía a montar, por pura curiosidad...por saber que hay debajo de esa tapa y para que sirve...así fue como poco a poco con una herramienta más precaria que la de los juguetes Meccano fui destripando a mi querida Edelweiss para luego recolocarle todo en su sitio. Otros días me dedicaba a reajustar la postura del manillar...que si un poco más adelante...pues va a ser que es incómodo...a ve si así mejor...Todo por tratar de paliar el mono de ir en moto.
Sí, se puede ir con lluvia y nieve, el primer año batí el record de fines de semana rodados...mis colegas alemanes flipaban lo rápido que me había adaptado. De hecho, en Kronenburg, hay un pequeño café al que solía todos los findes, nevase, lloviese, daba igual...cuando llegó el verano y seguía yendo, el dueño me dijo que ya no tenía mérito que fuera allí a comer tarta, que mejor me esperaba al invierno siguiente y acudía con nieve . Pues bueno, como decía, el primer año rodé casi todos los fines de semana, daba igual el tiempo que hiciese...pero a medida que va pasando el tiempo...me fue entrando una pereza enorme coger la moto esos días grises, hasta el horizonte cubierto de blanco...o lloviendo como si Noé estuviera terminando de recoger...<<te has acomodado>> me dijo mi novia el otro día.
¿Me he acomodado?...mecaguendios...nunca le he temido a una tormenta en un viaje, si me pilla en ruta, aprieto los cojones y oye...que pase lo que tenga que pasar. Pero plantear salir de ruta de fin de semana y ver que no para de llover...ufff...se me está haciendo cuesta arriba. ¿Os pasa a alguno de vosotros? Sé que no es el síndrome del motero caracol, porque si así fuera aquí podrías rodar unos poco meses al año; de hecho mañana saldré a dar un rule y sé que pillaré lluvias en algunas tramos, pero no será una cortina de agua incesante durante 500Km.
¿Cuántos de vosotros habéis tenido alguna vez que aprender a disfrutar de la moto sin ir en moto?
Un saludo.
Hola,
Hace ya 3 años de este retiro en Merkelandia, en donde he podido ir saboreando poco a poco la miel y la hiel, la cara y la cruz, el yin y el yan de la moto en este rincón del mundo. El año motero se puede dividir en dos segmentos..."mucho frío" y "no hace tanto frío", con algunos intervalos de "coño parece que estemos en Valencia en Agosto" Luego está el tema de que como curro desde casa no cojo la moto todos los días, únicamente los findes y por desgracia durante el último año han sido más bien pocos...esto ha hecho que este año solo haya rodado 12.000Km en 12 meses...un mal chiste.
Así pues, esta ausencia de moto involuntaria, bien sea por la climatología en unas ocasiones y por las obligaciones laborales en otras, ha hecho que se haya convertido en pequeño capricho de fin de semana...un lujo exquisito de estos que nos permitimos cuando podemos y/o nos dejan...o como diría un colega, la moto se ha convertido en lo que para algunos es el polvo del fin de semana; ese orgasmo semanal necesario para aliviar las presiones.
He tenido que aprender a disfrutar de la moto sin ir en moto...pero...¿es esto posible?...bueno, depende de lo freak que seas y de las ganas que le pongas.
Ha habido fines de semana en los que cuando apenas tenía un rato, bajaba al garaje y simplemente me dedicaba a repasar la moto...¿está bien de aceite?...a ver las pastillaws...mmm voy a ponerle un poquito de grasa a la cerradura...¿está esto suelto? Hasta tal punto que las semanas en las que llovía llovía llovía llovía...ad infinitum...mi novia me veía salir de casa con la mochila y me preguntaba <<¿hoy que vas a revisar, volverás tarde?>>...porque hay que se un verdadero colgao de la moto para tirarte 2h en el garaje dándole vueltas sin hacer realmente nada.
Desmontaba el top-case, lo usaba de taburete, me dedicaba a repasar los tornillos que estaba algo tocados por la sal, desmontaba piezas y las volvía a montar, por pura curiosidad...por saber que hay debajo de esa tapa y para que sirve...así fue como poco a poco con una herramienta más precaria que la de los juguetes Meccano fui destripando a mi querida Edelweiss para luego recolocarle todo en su sitio. Otros días me dedicaba a reajustar la postura del manillar...que si un poco más adelante...pues va a ser que es incómodo...a ve si así mejor...Todo por tratar de paliar el mono de ir en moto.
Sí, se puede ir con lluvia y nieve, el primer año batí el record de fines de semana rodados...mis colegas alemanes flipaban lo rápido que me había adaptado. De hecho, en Kronenburg, hay un pequeño café al que solía todos los findes, nevase, lloviese, daba igual...cuando llegó el verano y seguía yendo, el dueño me dijo que ya no tenía mérito que fuera allí a comer tarta, que mejor me esperaba al invierno siguiente y acudía con nieve . Pues bueno, como decía, el primer año rodé casi todos los fines de semana, daba igual el tiempo que hiciese...pero a medida que va pasando el tiempo...me fue entrando una pereza enorme coger la moto esos días grises, hasta el horizonte cubierto de blanco...o lloviendo como si Noé estuviera terminando de recoger...<<te has acomodado>> me dijo mi novia el otro día.
¿Me he acomodado?...mecaguendios...nunca le he temido a una tormenta en un viaje, si me pilla en ruta, aprieto los cojones y oye...que pase lo que tenga que pasar. Pero plantear salir de ruta de fin de semana y ver que no para de llover...ufff...se me está haciendo cuesta arriba. ¿Os pasa a alguno de vosotros? Sé que no es el síndrome del motero caracol, porque si así fuera aquí podrías rodar unos poco meses al año; de hecho mañana saldré a dar un rule y sé que pillaré lluvias en algunas tramos, pero no será una cortina de agua incesante durante 500Km.
¿Cuántos de vosotros habéis tenido alguna vez que aprender a disfrutar de la moto sin ir en moto?
Un saludo.