Estimulado por la última entrega de Crispy y Kahuna y por las bondades de la nueva RT, decidí viajar de Pamplona a Niza en moto por motivos de trabajo. El viaje en sí no tiene mucho interés, ya que fue siempre por autopista, pero los detalles pueden ser útiles para quién quiera hacer este viaje o, en general, circular por Francia por primera vez. En total fueron 1920 km., sin otros trayectos urbanos que las necesarias salidas y llegadas.
La ida empezó a las 6 AM del pasado miércoles. Pamplona-Irún se hizo por la autovía de Leizarán. Aunque se tarda lo mismo, este trayecto es más corto y más adecuado para la moto por Velate y la N-121, pero preferí evitar circular por esta carretera de noche, porque es mejor no encontrarse con los animales que andan por el campo a esas horas. El trayecto francés recorre el país de Atlántico a Mediterráneo, pasando por Bayona, Pau, Toulouse, Narbona, Montpellier, Nimes, Arles, Aix en Provence y Niza. En la parte francesa se pagan nueve peajes, concretamente en Biarritz (3), Toulouse, Arles, Lancon, Montpellier, Capitou y Antibes. En total unos 47 euros de peaje. La llegada al hotel, en pleno Niza, fue a las 17:15. Total once horas y cuarto de viaje, con varias paradas de descanso y veinte minutos para comer. Llegar a Niza a esas horas y en verano es un error, porque el tráfico de la zona es abundante y caótico. De hecho, los treinta km. que hay de Cannes al hotel en Niza costaron más de una hora.
La vuelta fue el sábado. Comenzó a las 4:15 de la madrugada y fue mucho más rápida que la ida ya que, sin parada para comer, se tardaron nueve horas y tres cuartos, una hora y media menos. Buena parte del ahorro de tiempo fue la salida de Niza de madrugada, que se hizo sin trafico. De vuelta se pasa por ocho controles de peaje, Antibes, la Barque, Orange, Toulouse, Muret y Biarritz (3), en los que se invierten 52 euros.
Curiosidades: Para empezar hay que decir que los conductores franceses son sorprendentemente respetuosos. En casi 2000 km. no he visto ningún acoso al que va adelantando, ni he sido víctima de esos hp..., por suerte cada vez menos abundantes en nuestra tierra. Muchos tramos son de tres carriles y, normalmente, después de adelantar, los conductores franceses buscan el carril más a la derecha, igualito que aquí... Tenía entendido que los gendarmes son duros, que si cometes una infracción pagas la multa en el acto y te retienen el vehículo, pero no vi ninguno en los 2000 km. El miedo a la policía puede justificar que respeten la velocidad, que lo hacen, pero no que sean tan educados conduciendo. Por cierto, los motoristas franceses saludan como aquí, muchos incluso si van de frente en autopista. Hacia años que no circulaba por allí y confieso que he cambiado mi opinión respecto a ellos, son amables, tranquilos y muy respetuosos. En ningún momento me han hecho sentir extranjero. Como ellos dicen, chapeau, al menos a los franceses del sur.
Velocidad máxima: Las autopistas francesas tienen dos velocidades máximas, 130 y 110 km/h, dependiendo de la seguridad de la carretera. En las autovías españolas los límites casi siempre son 120 ó 100 km/h, pero la velocidad menor corresponde a segmentos que tienen entradas y salidas de la autovía, como las que existen en gasolineras o áreas de servicio. En Francia esto último no ocurre, el paso por áreas de servicio es a la velocidad marcada para toda la autopista. Eso si, los tramos de autovía gratuitos suelen ser a 110 km/h.
Pago peaje: En los peajes se puede pagar con tarjeta, con dinero o pasar por vías automáticas. Esta última modalidad no la probé, aunque he oído que a veces falla. Respecto a las tarjetas hay que saber que no se acepta la Visa Electrón, es decir, se deben usar las tarjetas que tienen el nombre del usuario en relieve (en la Visa Electrón el nombre es plano).
Gasolina: La gasolina en Francia es un 15% más cara que en España, media de 1,6 euros el litro la de 95, por 1,4 en nuestro país. Algunos surtidores de gasolina permiten el pago directo con tarjeta, sin pasar por la caja. Otros exigen el pago previo en caja antes de echar la gasolina, aunque la mayoría son de echar y pagar en caja.
Áreas de descanso: En las autopistas de peaje hay áreas de descanso cada pocos km., en las que se pueden encontrar aseos y mesas con bancos, en medio de jardines bien cuidados. De noche están repletas de camiones. En una de ellas se me acercaron dos operarios de la autopista, que resultaron ser moteros y me interrogaron amablemente por la moto y sobre el precio en España de algún accesorio que llevaba encima. Además, hay múltiples áreas de servicio, con gasolineras y autoservicios, muchas de ellas cerca de las ciudades principales.
Para terminar, decir que la moto se comportó de maravilla y consumió 5,3 l/100 km, siempre a la velocidad máxima de la autopista. Seguro que volveré en viaje de placer...
La ida empezó a las 6 AM del pasado miércoles. Pamplona-Irún se hizo por la autovía de Leizarán. Aunque se tarda lo mismo, este trayecto es más corto y más adecuado para la moto por Velate y la N-121, pero preferí evitar circular por esta carretera de noche, porque es mejor no encontrarse con los animales que andan por el campo a esas horas. El trayecto francés recorre el país de Atlántico a Mediterráneo, pasando por Bayona, Pau, Toulouse, Narbona, Montpellier, Nimes, Arles, Aix en Provence y Niza. En la parte francesa se pagan nueve peajes, concretamente en Biarritz (3), Toulouse, Arles, Lancon, Montpellier, Capitou y Antibes. En total unos 47 euros de peaje. La llegada al hotel, en pleno Niza, fue a las 17:15. Total once horas y cuarto de viaje, con varias paradas de descanso y veinte minutos para comer. Llegar a Niza a esas horas y en verano es un error, porque el tráfico de la zona es abundante y caótico. De hecho, los treinta km. que hay de Cannes al hotel en Niza costaron más de una hora.
La vuelta fue el sábado. Comenzó a las 4:15 de la madrugada y fue mucho más rápida que la ida ya que, sin parada para comer, se tardaron nueve horas y tres cuartos, una hora y media menos. Buena parte del ahorro de tiempo fue la salida de Niza de madrugada, que se hizo sin trafico. De vuelta se pasa por ocho controles de peaje, Antibes, la Barque, Orange, Toulouse, Muret y Biarritz (3), en los que se invierten 52 euros.
Curiosidades: Para empezar hay que decir que los conductores franceses son sorprendentemente respetuosos. En casi 2000 km. no he visto ningún acoso al que va adelantando, ni he sido víctima de esos hp..., por suerte cada vez menos abundantes en nuestra tierra. Muchos tramos son de tres carriles y, normalmente, después de adelantar, los conductores franceses buscan el carril más a la derecha, igualito que aquí... Tenía entendido que los gendarmes son duros, que si cometes una infracción pagas la multa en el acto y te retienen el vehículo, pero no vi ninguno en los 2000 km. El miedo a la policía puede justificar que respeten la velocidad, que lo hacen, pero no que sean tan educados conduciendo. Por cierto, los motoristas franceses saludan como aquí, muchos incluso si van de frente en autopista. Hacia años que no circulaba por allí y confieso que he cambiado mi opinión respecto a ellos, son amables, tranquilos y muy respetuosos. En ningún momento me han hecho sentir extranjero. Como ellos dicen, chapeau, al menos a los franceses del sur.
Velocidad máxima: Las autopistas francesas tienen dos velocidades máximas, 130 y 110 km/h, dependiendo de la seguridad de la carretera. En las autovías españolas los límites casi siempre son 120 ó 100 km/h, pero la velocidad menor corresponde a segmentos que tienen entradas y salidas de la autovía, como las que existen en gasolineras o áreas de servicio. En Francia esto último no ocurre, el paso por áreas de servicio es a la velocidad marcada para toda la autopista. Eso si, los tramos de autovía gratuitos suelen ser a 110 km/h.
Pago peaje: En los peajes se puede pagar con tarjeta, con dinero o pasar por vías automáticas. Esta última modalidad no la probé, aunque he oído que a veces falla. Respecto a las tarjetas hay que saber que no se acepta la Visa Electrón, es decir, se deben usar las tarjetas que tienen el nombre del usuario en relieve (en la Visa Electrón el nombre es plano).
Gasolina: La gasolina en Francia es un 15% más cara que en España, media de 1,6 euros el litro la de 95, por 1,4 en nuestro país. Algunos surtidores de gasolina permiten el pago directo con tarjeta, sin pasar por la caja. Otros exigen el pago previo en caja antes de echar la gasolina, aunque la mayoría son de echar y pagar en caja.
Áreas de descanso: En las autopistas de peaje hay áreas de descanso cada pocos km., en las que se pueden encontrar aseos y mesas con bancos, en medio de jardines bien cuidados. De noche están repletas de camiones. En una de ellas se me acercaron dos operarios de la autopista, que resultaron ser moteros y me interrogaron amablemente por la moto y sobre el precio en España de algún accesorio que llevaba encima. Además, hay múltiples áreas de servicio, con gasolineras y autoservicios, muchas de ellas cerca de las ciudades principales.
Para terminar, decir que la moto se comportó de maravilla y consumió 5,3 l/100 km, siempre a la velocidad máxima de la autopista. Seguro que volveré en viaje de placer...
