Un muchachillo que estudiaba el último curso de la ESO, y llega a su casa angustiado pues le había dicho el tutor que, de no mejorar su rendimiento, tendría que repetir curso. El padre, para intentar apaciguar a su hijo procura darle buenos consejos, que si confiara en si mismo...que si con su esfuerzo lo lograría...que no se preocupara...pero el muchacho se descomponía por momentos y rompió a llorar amargamente, y el padre lo abrazó gritandole CALMA, CALMAAAAA....
y el muchacho arreciando su llanto le decía a su padre:
Si, si, tu llámala para que me diga...repeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
y el muchacho arreciando su llanto le decía a su padre:
Si, si, tu llámala para que me diga...repeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee