castrovic
Curveando
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Ya estoy de vuelta de Marruecos, y como era mi primera vez , os cuento las impresiones para que los próximos primerizos las podais aprovechar.
Primero, el itinerario:
11/03. 1ª Etapa Madrid-Tarifa-Tanger-Chefchaouen
12/03. 2ª Etapa Chefchaouen-Fes-Ifrane-Azrou
13/03. 3ª Etapa Azrou-Ajabo-Sources del Oum er Rbia-Itzer-Midelt
14/03. 4ª Etapa Midelt-Errachidia-Erfoud-Merzouga
15/03. 5ª Etapa Merzouga-Rissani-Alnif-Tinerhir
16/03. 6ª Etapa Tinehir-Todra-Tamtatouchte-Msemir-Dades-Skoura
17/03. 7ª Etapa Skoura-Ouarzazate-Ait Benhaddou-Marrakech
18/03. 8ª Etapa Marrakech-El Jadida
19/03. 9ª Etapa El Jadida-Casablanca-Rabat-Tanger-Tarifa
20/03. 10 ª Etapa Tarifa-Madrid
EL PAISAJE.- Primera sorpresa, el norte y la costa son completamente verdes, al menos en esta época del año. Nos esperábamos un paisaje mucho más árido, y había días que parecía que estabamos circulando por Asturias o Galicia. El Atlas es precioso, con su espeso bosque de cedros cubierto por la nieve. En cuanto bajas las cumbres del Atlas (hicimos techo a 2.900 metros) se acaba la vida vegetal, solo queda roca, el polvo de los valles predesérticos y al fin la arena del desierto.
LA GENTE.- Segunda sorpresa del viaje, me parece increíble ver como te tratan allí viendo como les tratamos nosotros aquí. La hospitalidad de la gente, sobre todo en los pueblos más pequeños es acojonante. Puede que sea por el interés, pero se desviven por atenderte y ayudarte en todo momento. Creo que hemos saludado a más de un millón de personas, en todos los pueblos y carreteras hay gente saludandote en las cunetas, en cuanto te paras siempre hay alguién para ver las motos e intentar charlar un rato.
En los pueblos de cultura berebere esto es todavía mucho más acentuado que en los propiamente árabes. En las ciudades la gente va más a su bola, y no te ayudan si no es a cambio de unas moneditas o algún regalo; pero aún así el ambiente es mucho mejor de lo que nos esperábamos.
LOS NIÑOS.- Por todo el país hay niños pidiendote que le regales algún boli o algún caramelo, a veces hasta resultan cansinos; pero en las regiones más pobres, sobre todo del Atlas, te encuentras con niños que sí se te cae el mundo encima cuando los ves. Niños de seis y siete años que son capaces de atender al mismo tiempo a sus hermanos pequeños (hasta de meses) y a un rebaño de 30 cabras al mismo tiempo, vestidos con harapos en medio de la nieve, es algo que no estamos acostumbrados a ver.
Allí dejamos golosinas, galletas, bolis, pinturas, algo de nuestra propia ropa, latas de conserva, barritas de muesli, aceite de oliva…en definitiva de todo lo que llevabamos, pero todo lo que dejes es poco para gente que vive sin nada; nómadas que duermen en cuevas transhumando con sus rebaños. Si algún día vais en todo terreno, cargadlo con toda esa ropa que tienes para tirar en casa, sobre todo de niños, siempre será bien agradecida.
EL DESIERTO.- Una de las experiencias del viaje, dejamos las motos con Ali el Cojo a la entrada de las dunas, y nos adentramos 5 kilometros en camello hacia el interior del desierto. Allí vimos atardecer y amanecer, y dormimos en jaimas, después de una noche de fiesta bereber y conversación con dos de las mejores personas que conocimos en el viaje, Alí y Said. Allí parece que se acaba el mundo, nunca había visto un cielo tan estrellado ni una luna tan llena, tanto que parecía que era de día, el silencio, el cambio de temperatura de la noche al día. Una auténtica experiencia.
LA SEGURIDAD.- Otro de los mitos, os puedo asegurar que me sentí bastante más seguro que en Madrid. No hemos tenido ningún problema, ni nosotros ni las motos. Hay policías por todas partes, y en todos los lugares puedes encontrar a alguién que por unas monedillas o un regalo se queda al lado de tu moto hasta que tu vuelvas, incluso toda la noche. Un ejemplo, en pleno centro de Marrakech, un señor de unos 50 años se ofreció a estar sentado en una silla al lado de nuestras motos durante las casi 30 horas que estuvimos en la ciudad, por 2 euros por moto (en total 10 euros); y podemos certificar que lo estuvo. En los escasos momentos que subía al baño o a echar una cabezadita le relevaba su hijo, de unos 25 años. De todas formas, la sensación de seguridad es bastante mayor que la de aquí, todo está muy controlado y tocar algo del guiri está muy castigado.
LOS PRECIOS.- En general es más barato que España en todo, excepto la gasolina que está igual (el gasoleo más barato). La tarifa media de un hotel es de 15 euros por persona, con cena y desayuno incluido, aunque la calidad hotelera no tiene nada que ver con la de aquí, la limpieza deja muchísimo que desear y no suele haber agua caliente. Marisol y yo nos gastamos 900 euros entre los dos, desde que salimos de casa hasta que volvimos (10 días), incluyendo todo, gasolina, peajes, barco, hoteles, comidas, regalos, etc.
ZOCOS, TRUEQUES Y REGATEOS.- Al principio el regateo parece agobiante, pero al final te acostumbras y hasta te gusta. Puedes sacar por 2 euros, algo por lo que al principio te pedían 90. La política de trueque también está aceptada y bien vista. Puedes volver con algunos regalillos a cambio de alguna linterna, navaja multiusos, colonia o vino que lleves. Hubo algún Triumphero que hasta cambió el móvil, (aunque ya llevaba uno viejo para eso). El zoco de Marrakech es inmenso, es dificilísimo no perderse en él. Un paraíso del consumismo, hay de todo y a muy buenos precios (lástima que no hubiese sitio en las motos); los vendedores son algo pesados, pero al final te acostumbras y sabes como tratarlos.
EL TRÁFICO.- Lo peor, realmente caótico, no tienen conciencia del peligro. Lo único bueno es que en casi todo el viaje fuimos solos, no había apenas tráfico, pero en los alrededores de las grandes ciudades donde si hay más tráfico puedes ver de todo; un autobús adelantando a un turismo a pesar de ver que vienen 5 motos de frente (nos tuvimos que tirar al arcén de tierra), adelantamientos en curvas a la orden del día, carros de burros por la autopista, etc. Y en la ciudad, todavía más caos, las direcciones prohibidas como si no existiesen, en los escasos semáforos no se paran, en las rotondas cada uno cede el paso como le parece, etc. Lo más llamativo son los camiones con cargas de 10 y 12 metros de alto, apiladas cosas por encima de cosas, y atadas con una simple cincha (increíble que no vuelquen), o ver vacas con “v” sobre el techo de los autobuses de línea.
LAS MOTOS.- Aguantaron como jabatas sin dar ningún problema; a pesar de que las hicimos sufrir de lo lindo. Sobre todo el día que hicimos la pista que une las gargantas del Todra y el Dades. 58 kms. de pista pedregosa con un puerto de 2.900 metros en medio, en la que tardamos 5 horas y media en recorrerla. Más de algún conocedor de la zona nos dijo después que estabamos locos por habernos metido por allí, pero una vez empezada ya no teníamos posibilidad de dar la vuelta. Tanto Marcos como Marisol y yo mordimos el suelo, sin consecuencias ni para nosotros ni para las motos. Como incidencias mecánicas algún calentón de embrague y el pinchazo con el macro clavo de Eugenio. En el resto de pistas, ningún problema.
Eso sí, la gasolina es una auténtica mierda, te la venden como de 95 octanos, pero no creo que llegue ni a los 90, sobre todo en el sur. La moto se cala y tiene un ralentí irregular hasta que vuelves a España.
EL CLIMA.- Perfecto, en la frontera nos acojonaron con que había sido el año más lluvioso, que si nos ibamos a encontrar mucha nieve, etc. Hizo muy buen tiempo todo el camino, en el Atlas había mucha nieve en las cunetas, pero hacía una temperatura muy agradable, en el sur ya hacía más calor y sobraba la cazadora. Solo llovió el último día en la costa norte. Eso sí, tuvimos un par de días de viento lateral bastante incómodo para conducir.
LAS PISTAS.- Os cuento las que hicimos.
Azrou - Ajabo - Sources. Carretera de montaña estrecha y rota en muchos casos. Bastante agua del deshielo pero fácil con moto trail y hasta con alguna de carretera. Muy bonita.
Sources-Itzer. Carretera más rota todavía, en la mayor parte solo se conserva la base del pavimento formado por grava. Bastante agua del deshielo en esta época del año, lo que hace que abunde el barro. Algún vadeo sencillo de riachuelos del deshielo que inundan la pista. Fácil con moto trail, pero ya imposible para moto de carretera. Preciosa.
Midelt - Minas de Aouli. Los primeros kilometros están asfaltados pero muy bacheados, después se convierte en una pista con algo de gravilla, pero facilona. No se si es porque la hicimos ya muy tarde y nos cogió la noche o por todo lo que habiamos visto aquel día pero me decepcionó bastante. No creo que merezca la pena subir. Lo mejor el acojone al cruzar el puente de maderos, ya que en medio hay una tabla suelta que hace un ruido al pasar que parece que te vas a caer al rio con moto y todo.
Erfoud - Merzouga. Los primeros kilometros están asfaltados, luego la carretera desaparece y se convierte en mil caminos diferentes, desconcertantes, pero que casi todos se acaban uniendo en el mismo sitio. Tened mucho cuidado, la arena dura incita a abrir gas y levantar polvo como un dakariano, pero te puedes ir al suelo en cualquiera de los abundantes bancos de arena fina que sortean las pistas. Complicada con una maxitrail cargada, pero entretenida, divertida y bonita. Es la puerta del desierto. (Hay otra posibilidad, la carretera de Rissani a Merzouga ha sido asfaltada recientemente y está perfecta, aunque aparezca como pista en la mayoría de los mapas)
Alnif - Tinerhir. Pista fácil pero sin demasiado encanto.
Tantatouchte - Msemir. Una de las posibilidades para cruzar de las gargantas del Todra al Dades. La idea principal era ir por Agoudal, pero nos advirtieron los nativos que la pista de Agoudal a Msemir estaba cortada por la nieve. Cogimos la variante corta, que nace al lado del cementerio de Tantatouchte. Esta ruta es bastante difícil para hacer en Maxitrail, hay muchísima piedra suelta, grandes pendientes (incluyendo un puerto de 2.900 metros), varias camas de rios con cantos rodados que atravesar, desfiladeros y precipicios. La ruta es preciosa, pero más aconsejable para hacer en una enduro sin maletas. El embrague y yo sufrimos muchísimo, aunque mereció la pena. (Eso sí, bese el suelo). No llega a 50 kilometros y tardamos más de 5 horas, la mitad de la expedición probó el suelo. Eso sí, bajando de Msemir al Dades, ya en asfalto, el destino nos sorprendió con el rio desbordado y un bonito vadeo en plenas gargantas.
Ait Benhaddou - Telouet. Después de la experiencia del día anterior no nos atrevimos con esta pista, que tiene que ser preciosa pero difícil. Hasta Ait está asfaltado, pero a partir de ahí nos comentaron que eran pistas rotas, con grandes piedras, mucha pendiente y desfiladeros. Además había algo de nieve y optamos por la ruta fácil de carretera, plagada de curvas y buenos paisajes, eso sí.
En plena pista de Msemir, nos encontramos con dos italianos en XT que nos comentaron que se habían llevado una gran sorpresa al encontrarse la pista de Imilchil asfaltada recientemente en buena parte. En un castellano spaguetti muy simpático nos comentaron: "Ya no quedan pistas en Marruecos"
Espero que esta información os sirva de ayuda. Hay mil post con proyectos de viajes, pero muy pocos con los resultados, y creo que pueden ser muy útiles para los que van detrás de ti.
Primero, el itinerario:
11/03. 1ª Etapa Madrid-Tarifa-Tanger-Chefchaouen
12/03. 2ª Etapa Chefchaouen-Fes-Ifrane-Azrou
13/03. 3ª Etapa Azrou-Ajabo-Sources del Oum er Rbia-Itzer-Midelt
14/03. 4ª Etapa Midelt-Errachidia-Erfoud-Merzouga
15/03. 5ª Etapa Merzouga-Rissani-Alnif-Tinerhir
16/03. 6ª Etapa Tinehir-Todra-Tamtatouchte-Msemir-Dades-Skoura
17/03. 7ª Etapa Skoura-Ouarzazate-Ait Benhaddou-Marrakech
18/03. 8ª Etapa Marrakech-El Jadida
19/03. 9ª Etapa El Jadida-Casablanca-Rabat-Tanger-Tarifa
20/03. 10 ª Etapa Tarifa-Madrid
EL PAISAJE.- Primera sorpresa, el norte y la costa son completamente verdes, al menos en esta época del año. Nos esperábamos un paisaje mucho más árido, y había días que parecía que estabamos circulando por Asturias o Galicia. El Atlas es precioso, con su espeso bosque de cedros cubierto por la nieve. En cuanto bajas las cumbres del Atlas (hicimos techo a 2.900 metros) se acaba la vida vegetal, solo queda roca, el polvo de los valles predesérticos y al fin la arena del desierto.
LA GENTE.- Segunda sorpresa del viaje, me parece increíble ver como te tratan allí viendo como les tratamos nosotros aquí. La hospitalidad de la gente, sobre todo en los pueblos más pequeños es acojonante. Puede que sea por el interés, pero se desviven por atenderte y ayudarte en todo momento. Creo que hemos saludado a más de un millón de personas, en todos los pueblos y carreteras hay gente saludandote en las cunetas, en cuanto te paras siempre hay alguién para ver las motos e intentar charlar un rato.
En los pueblos de cultura berebere esto es todavía mucho más acentuado que en los propiamente árabes. En las ciudades la gente va más a su bola, y no te ayudan si no es a cambio de unas moneditas o algún regalo; pero aún así el ambiente es mucho mejor de lo que nos esperábamos.
LOS NIÑOS.- Por todo el país hay niños pidiendote que le regales algún boli o algún caramelo, a veces hasta resultan cansinos; pero en las regiones más pobres, sobre todo del Atlas, te encuentras con niños que sí se te cae el mundo encima cuando los ves. Niños de seis y siete años que son capaces de atender al mismo tiempo a sus hermanos pequeños (hasta de meses) y a un rebaño de 30 cabras al mismo tiempo, vestidos con harapos en medio de la nieve, es algo que no estamos acostumbrados a ver.
Allí dejamos golosinas, galletas, bolis, pinturas, algo de nuestra propia ropa, latas de conserva, barritas de muesli, aceite de oliva…en definitiva de todo lo que llevabamos, pero todo lo que dejes es poco para gente que vive sin nada; nómadas que duermen en cuevas transhumando con sus rebaños. Si algún día vais en todo terreno, cargadlo con toda esa ropa que tienes para tirar en casa, sobre todo de niños, siempre será bien agradecida.
EL DESIERTO.- Una de las experiencias del viaje, dejamos las motos con Ali el Cojo a la entrada de las dunas, y nos adentramos 5 kilometros en camello hacia el interior del desierto. Allí vimos atardecer y amanecer, y dormimos en jaimas, después de una noche de fiesta bereber y conversación con dos de las mejores personas que conocimos en el viaje, Alí y Said. Allí parece que se acaba el mundo, nunca había visto un cielo tan estrellado ni una luna tan llena, tanto que parecía que era de día, el silencio, el cambio de temperatura de la noche al día. Una auténtica experiencia.
LA SEGURIDAD.- Otro de los mitos, os puedo asegurar que me sentí bastante más seguro que en Madrid. No hemos tenido ningún problema, ni nosotros ni las motos. Hay policías por todas partes, y en todos los lugares puedes encontrar a alguién que por unas monedillas o un regalo se queda al lado de tu moto hasta que tu vuelvas, incluso toda la noche. Un ejemplo, en pleno centro de Marrakech, un señor de unos 50 años se ofreció a estar sentado en una silla al lado de nuestras motos durante las casi 30 horas que estuvimos en la ciudad, por 2 euros por moto (en total 10 euros); y podemos certificar que lo estuvo. En los escasos momentos que subía al baño o a echar una cabezadita le relevaba su hijo, de unos 25 años. De todas formas, la sensación de seguridad es bastante mayor que la de aquí, todo está muy controlado y tocar algo del guiri está muy castigado.
LOS PRECIOS.- En general es más barato que España en todo, excepto la gasolina que está igual (el gasoleo más barato). La tarifa media de un hotel es de 15 euros por persona, con cena y desayuno incluido, aunque la calidad hotelera no tiene nada que ver con la de aquí, la limpieza deja muchísimo que desear y no suele haber agua caliente. Marisol y yo nos gastamos 900 euros entre los dos, desde que salimos de casa hasta que volvimos (10 días), incluyendo todo, gasolina, peajes, barco, hoteles, comidas, regalos, etc.
ZOCOS, TRUEQUES Y REGATEOS.- Al principio el regateo parece agobiante, pero al final te acostumbras y hasta te gusta. Puedes sacar por 2 euros, algo por lo que al principio te pedían 90. La política de trueque también está aceptada y bien vista. Puedes volver con algunos regalillos a cambio de alguna linterna, navaja multiusos, colonia o vino que lleves. Hubo algún Triumphero que hasta cambió el móvil, (aunque ya llevaba uno viejo para eso). El zoco de Marrakech es inmenso, es dificilísimo no perderse en él. Un paraíso del consumismo, hay de todo y a muy buenos precios (lástima que no hubiese sitio en las motos); los vendedores son algo pesados, pero al final te acostumbras y sabes como tratarlos.
EL TRÁFICO.- Lo peor, realmente caótico, no tienen conciencia del peligro. Lo único bueno es que en casi todo el viaje fuimos solos, no había apenas tráfico, pero en los alrededores de las grandes ciudades donde si hay más tráfico puedes ver de todo; un autobús adelantando a un turismo a pesar de ver que vienen 5 motos de frente (nos tuvimos que tirar al arcén de tierra), adelantamientos en curvas a la orden del día, carros de burros por la autopista, etc. Y en la ciudad, todavía más caos, las direcciones prohibidas como si no existiesen, en los escasos semáforos no se paran, en las rotondas cada uno cede el paso como le parece, etc. Lo más llamativo son los camiones con cargas de 10 y 12 metros de alto, apiladas cosas por encima de cosas, y atadas con una simple cincha (increíble que no vuelquen), o ver vacas con “v” sobre el techo de los autobuses de línea.
LAS MOTOS.- Aguantaron como jabatas sin dar ningún problema; a pesar de que las hicimos sufrir de lo lindo. Sobre todo el día que hicimos la pista que une las gargantas del Todra y el Dades. 58 kms. de pista pedregosa con un puerto de 2.900 metros en medio, en la que tardamos 5 horas y media en recorrerla. Más de algún conocedor de la zona nos dijo después que estabamos locos por habernos metido por allí, pero una vez empezada ya no teníamos posibilidad de dar la vuelta. Tanto Marcos como Marisol y yo mordimos el suelo, sin consecuencias ni para nosotros ni para las motos. Como incidencias mecánicas algún calentón de embrague y el pinchazo con el macro clavo de Eugenio. En el resto de pistas, ningún problema.
Eso sí, la gasolina es una auténtica mierda, te la venden como de 95 octanos, pero no creo que llegue ni a los 90, sobre todo en el sur. La moto se cala y tiene un ralentí irregular hasta que vuelves a España.
EL CLIMA.- Perfecto, en la frontera nos acojonaron con que había sido el año más lluvioso, que si nos ibamos a encontrar mucha nieve, etc. Hizo muy buen tiempo todo el camino, en el Atlas había mucha nieve en las cunetas, pero hacía una temperatura muy agradable, en el sur ya hacía más calor y sobraba la cazadora. Solo llovió el último día en la costa norte. Eso sí, tuvimos un par de días de viento lateral bastante incómodo para conducir.
LAS PISTAS.- Os cuento las que hicimos.
Azrou - Ajabo - Sources. Carretera de montaña estrecha y rota en muchos casos. Bastante agua del deshielo pero fácil con moto trail y hasta con alguna de carretera. Muy bonita.
Sources-Itzer. Carretera más rota todavía, en la mayor parte solo se conserva la base del pavimento formado por grava. Bastante agua del deshielo en esta época del año, lo que hace que abunde el barro. Algún vadeo sencillo de riachuelos del deshielo que inundan la pista. Fácil con moto trail, pero ya imposible para moto de carretera. Preciosa.
Midelt - Minas de Aouli. Los primeros kilometros están asfaltados pero muy bacheados, después se convierte en una pista con algo de gravilla, pero facilona. No se si es porque la hicimos ya muy tarde y nos cogió la noche o por todo lo que habiamos visto aquel día pero me decepcionó bastante. No creo que merezca la pena subir. Lo mejor el acojone al cruzar el puente de maderos, ya que en medio hay una tabla suelta que hace un ruido al pasar que parece que te vas a caer al rio con moto y todo.
Erfoud - Merzouga. Los primeros kilometros están asfaltados, luego la carretera desaparece y se convierte en mil caminos diferentes, desconcertantes, pero que casi todos se acaban uniendo en el mismo sitio. Tened mucho cuidado, la arena dura incita a abrir gas y levantar polvo como un dakariano, pero te puedes ir al suelo en cualquiera de los abundantes bancos de arena fina que sortean las pistas. Complicada con una maxitrail cargada, pero entretenida, divertida y bonita. Es la puerta del desierto. (Hay otra posibilidad, la carretera de Rissani a Merzouga ha sido asfaltada recientemente y está perfecta, aunque aparezca como pista en la mayoría de los mapas)
Alnif - Tinerhir. Pista fácil pero sin demasiado encanto.
Tantatouchte - Msemir. Una de las posibilidades para cruzar de las gargantas del Todra al Dades. La idea principal era ir por Agoudal, pero nos advirtieron los nativos que la pista de Agoudal a Msemir estaba cortada por la nieve. Cogimos la variante corta, que nace al lado del cementerio de Tantatouchte. Esta ruta es bastante difícil para hacer en Maxitrail, hay muchísima piedra suelta, grandes pendientes (incluyendo un puerto de 2.900 metros), varias camas de rios con cantos rodados que atravesar, desfiladeros y precipicios. La ruta es preciosa, pero más aconsejable para hacer en una enduro sin maletas. El embrague y yo sufrimos muchísimo, aunque mereció la pena. (Eso sí, bese el suelo). No llega a 50 kilometros y tardamos más de 5 horas, la mitad de la expedición probó el suelo. Eso sí, bajando de Msemir al Dades, ya en asfalto, el destino nos sorprendió con el rio desbordado y un bonito vadeo en plenas gargantas.
Ait Benhaddou - Telouet. Después de la experiencia del día anterior no nos atrevimos con esta pista, que tiene que ser preciosa pero difícil. Hasta Ait está asfaltado, pero a partir de ahí nos comentaron que eran pistas rotas, con grandes piedras, mucha pendiente y desfiladeros. Además había algo de nieve y optamos por la ruta fácil de carretera, plagada de curvas y buenos paisajes, eso sí.
En plena pista de Msemir, nos encontramos con dos italianos en XT que nos comentaron que se habían llevado una gran sorpresa al encontrarse la pista de Imilchil asfaltada recientemente en buena parte. En un castellano spaguetti muy simpático nos comentaron: "Ya no quedan pistas en Marruecos"
Espero que esta información os sirva de ayuda. Hay mil post con proyectos de viajes, pero muy pocos con los resultados, y creo que pueden ser muy útiles para los que van detrás de ti.