Hoy, como casi todos los fines de semana, he salido a dar una vuelta con mi R850R. Saliendo desde Granada, me he dirigido hacia La Calahorra para desde allí, subir el puerto de La Ragua, bajar hacia Laroles y por la Alpujarra granadina (Mairena y Mecina Alfahar), seguir hasta Ugíjar y después, regresar a Granada por Cádiar, Torvizcón, presa de Rules y A44.
Pues bien, desde aquí quiero advertir a todos los que pretendan ir por esta ruta, del lamentable y peligroso estado en el que se encuentra el tramo entre Cádiar y Torvizcón (carretera A-348) Supongo que a consecuencia de las lluvias de este invierno, ha habido desprendimientos, hundimientos y corrimientos de tierras. Esto ha dado lugar a que en múltiples tramos uno de los carriles está ocupado por las masas de tierra desprendida y el otro carril hundido en más de su mitad. Lo grave es que en más del 90% de los casos, todo esto no está señalizado convenientemente e "in situ". Para agravar más la situación, en las zonas en las que se supone que están haciendo obras, de repente te encuentras con tamos carretera en los que el asfalto ha desaparecido y está sustitutído por grava gruesa sin compactar y con una señalización tan escasa, que solo la ves cuando ya estás encima. En fin una auténtica tortura y lo que es peor, una sensación de peligro continuo. ¡No quiero ni imaginar lo que puede ser pasar por allí en horas de baja visibilidad o de noche!
Gracias al ínclito Pepiño Blanco o a la eximia consejera de obras públicas de Andalucía, Rosa Aguilar, lo que prometía ser una agradable mañana en moto, se ha constitúído, en ese tramo, en un martirio. Entiendo que pueda haber desprendimientos, hundimientos y corrimientos de tierra, pero lo que me parece inadmisible es que no exista una adecuada y suficiente señalización.
Así que ya sabéis, muchísimo cuidado si circuláis por allí
Pues bien, desde aquí quiero advertir a todos los que pretendan ir por esta ruta, del lamentable y peligroso estado en el que se encuentra el tramo entre Cádiar y Torvizcón (carretera A-348) Supongo que a consecuencia de las lluvias de este invierno, ha habido desprendimientos, hundimientos y corrimientos de tierras. Esto ha dado lugar a que en múltiples tramos uno de los carriles está ocupado por las masas de tierra desprendida y el otro carril hundido en más de su mitad. Lo grave es que en más del 90% de los casos, todo esto no está señalizado convenientemente e "in situ". Para agravar más la situación, en las zonas en las que se supone que están haciendo obras, de repente te encuentras con tamos carretera en los que el asfalto ha desaparecido y está sustitutído por grava gruesa sin compactar y con una señalización tan escasa, que solo la ves cuando ya estás encima. En fin una auténtica tortura y lo que es peor, una sensación de peligro continuo. ¡No quiero ni imaginar lo que puede ser pasar por allí en horas de baja visibilidad o de noche!
Gracias al ínclito Pepiño Blanco o a la eximia consejera de obras públicas de Andalucía, Rosa Aguilar, lo que prometía ser una agradable mañana en moto, se ha constitúído, en ese tramo, en un martirio. Entiendo que pueda haber desprendimientos, hundimientos y corrimientos de tierra, pero lo que me parece inadmisible es que no exista una adecuada y suficiente señalización.
Así que ya sabéis, muchísimo cuidado si circuláis por allí