Yo sufrí un rebentón de la goma trasera en mi vieja Honda Magna 700 a 150 Km/h.
Nos dirigíamos al cine mi novia y yo por la autopista; como viviamos a 50 km en un pueblo sin cine, no nos quedaba más remedio que conducir hasta el cine de la ciudad.
La rueda tenía 4 días y me la había dejado muy bién de precio mi primo hermano, que trabajaba de representante de ruedas para una firma de reconocido prestigio.
A mitad de viaje, sin suciedad, sin lluvia ni acciones extrañas, la cubierta se desinfló repentinamente.
Noté como bajaba la parte trasera de la moto y sabía que no solo era por el culo de mi novia, . . . pero en principio no perdí el control y sabiendo que se trataba de algo inusual empecé a frenar lo mejor que pude. Dos segundos más tarde, el hierro giraba sobre el caucho y la parte trasera bailaba a un lado y al otro haciéndome girar bruscamente el manillar completamente a la derecha o a la izquierda, según veía la cara de mi novia sobre un hombro o el otro. Sin mentir ni exagerar, más de 10 bandazos sin pre-aviso que sacudían el culo de la moto como jamás en mi vida había experimentado antes. Pensé "vamos al suelo fijo"
Por lo menos, transcurrían 1 ó 2 segundos entre coleteos dándome tiempo a pensar en seguir frenando.
Si alguien quiere un chute de adrenalina, que pruebe eso.
Poco a poco los bandazos fueron menguando y yo pensaba "bueno si nos caemos, ahora ya no vamos tan rápido" pero seguía corrigiendo coletazos a merced del caucho desgarrado y de un lado al otro de la rueda y de la carretera. Los Malditos conductores de los coches que se atrevían a adelantarme PITABAN!! recriminando mi desequilibrio sin ni siquiera importarles mi situación, yo pensaba "que os dén!", hasta que sin poder creerlo ni yo mismo por fín pude parar en el lado izquierdo, justo en el centro de la autopista.
No tenía fuerzas ni para poner el caballete lateral de lo mucho que me temblaban las piernas. Por un segundo pensé "joder que bueno eres tío, lo has conseguido sin caerte" Lo cierto es que fué un MILAGRO, un poco de instinto de supervivencia y el peso trasero.
Mi novia, que estaba más blanca que una linea continua, solo pudo decir con voz temblorosa "muuuuyyy bbiiiiennnn ehh''? "Que mierda la rueda de mi primo" pensé yo. Creo que no lo olvidaremos jamás.
La goma trasera había explotado por un defecto de fabricación y justo por el lateral externo.
Se había roto desde dentro hacia afuera en forma de 7 vertical y hasta la maya metálica.
El mecánico que me vendió mis primeras MEZLER me lo mostró. El defecto era evidente y un caso muy curioso según él.
Mi conclusión es: Por muchas precauciones que tomes, siempre ocurren imprevistos que te pueden costar la vida en segundos.
Es por este simple hecho real que todos los motoristas de este mundo se encuentran con derecho a preferencia, no podemos ser calificados como el resto de los conductores en la carretera.
Nos corresponde la preferencia de las ambulancias, de la policia, de los bomberos . . . sin sirenas pero con preferencia y respeto por la vida.