Por aquí no vuelvas más.
Mientras este pigargo vocinglero (Haliaeetus vocifer) comía tranquilamente, un chacal de lomo negro (Lupulella mesomelas) apareció para molestarla. Así pues, el ave tuvo que establecer sus límites e imponerse para defender su territorio y, en consecuencia, su paz. Tomada por Stephen Wilkes en el valle del río Boteti, en Botsuana, la imagen muestra una escena reveladora, y es que esta especie no es típicamente agresiva, a menos que se trate de proteger sus nidos o competir por la comida.
Foto: Stephen Wilkes.
Un iceberg azul translúcido flota por el llamado Callejón de los Icebergs. Cada año llegan a Terranova entre 700 y 800 icebergs. Sin embargo, en los últimos tres años, la provincia ha visto menos de 200.
Foto: Ira Meyer.
Lo siento.
En la Reserva Nacional de Masái Mara, en Kenia, una escena así siempre es posible: allí conviven no solo los Cinco Grandes sino multitud de especies típicas de la sabana.
En esta ocasión, un león y una jirafa se encuentran: anteriormente, según cuentan los fotógrafos Ann y Steve Toon, el felino intentó atacar a la gigante, pero se llevó una fuerte patada.
Así, en la imagen pareciera que el león, bajo la fulminante mirada de la jirafa, se estuviera disculpando con ella.
Foto: Ann and Steve Toon.
En un día despejado, la cima del monte Wellington / Kunanyi, de 1270 metros de altura, ofrece vistas panorámicas de Hobart. La capital de Tasmania se está convirtiendo en un destino para los australianos que buscan alivio a un clima cada vez más caluroso.
Foto: Karsten Moran.
Mi última foto.
No es habitual que una garza azul (Egretta caerulea) se alimente de una ardilla, pero así fue en esta ocasión. El fotógrafo Decker Mura captó esta escena en el Mission Trails Regional Park de California (Estados Unidos), y explicó que, a pesar de los intentos del roedor por escapar del pico del ave, finalmente se llevó a cabo la caza.
Foto: Decker Nomura.
Bajo un cielo nublado, un baobab de Suárez se eleva sobre el paisaje. Esta especie puede superar los 24 metros de altura, una hazaña que consigue a lo largo de los siglos. Los árboles de esta especie crecen en la costa septentrional de Madagascar y, a medida que su clima preferido se desplaza hacia el norte, son incapaces de seguirlo.
Foto: William Daniels.
Diferencias.
Estos dos cachorros de zorro rojo (Vulpes vulpes) son hermanos, aunque no lo parezcan (sí, la genética es muy caprichosa). En esta imagen, tomada en Hokkaido (Japón) por Hiroki Inoue, parece que, además, cada uno tenga un carácter muy diferente: uno se muestra muy atento, mientras que al otro no le importa nada más que bostezar.
Foto: Hiroki Inoue.
Península de Reykjanes.
Tras siglos de inactividad, el volcán Fagradalsfjall de Islandia ha entrado en erupción dos veces en menos de un año, atrayendo a miles de personas para contemplar las impresionantes escenas de los vastos y burbujeantes campos de lava. Con más de 1500 volcanes activos en el mundo, el turismo volcánico se ha disparado en la última década, a pesar de su peligro.
Foto: Chris Burkard.
¿Me vais a dejar dormir?
Esta madre de leopardo de Amur (Panthera pardus orientalis) está felizmente cansada: quiere dormir una siesta, pero sus cachorros la están usando de juguete. Corretean y saltan alrededor de ella, e incluso le lanzan zarpazos. Sin embargo, la hembra adulta, llamada Esra, se mantiene tranquila y disfruta de ver a sus crías divertirse.
Foto: Paul Meek
Un centrifugado natural.
Cuando este oso pardo euroasiático (Ursus arctos arctos) sale de un refrescante baño en los bosques finlandeses, su primer instinto no es buscar una toalla, sino sacudirse con fuerza para expulsar el agua atrapada en su denso pelaje. Y aunque sea un gesto instintivo, lo cierto es que encierra una fascinante lección de física, ya que este movimiento de sacudida funciona como un centrifugado natural.
Al girar rápidamente su cuerpo, el oso genera una fuerza centrífuga que empuja las gotas de agua hacia el exterior, lejos de su piel. Es el mismo principio que usan las lavadoras, pero ejecutado con mecánica natural. En solo unos segundos pueden eliminar más del 70% del agua acumulada, lo que les ayuda a evitar la hipotermia y conservar energía, ya que el pelaje mojado pesa mucho más y dificulta sus movimientos.
Foto: Andy Rouse.
El Muro.
Lo llaman El Muro. Se extiende por cientos de millas (160 kilómetros) a través de las llanuras secas de Dakota del Sur-una barrera natural enormes crestas del paisaje, esculpida en pináculos fantásticos y barrancos ilícita por parte de las fuerzas del agua.
Foto:
Una sombra en la niebla.
En la noche de densa niebla, una figura sigilosa camina sobre un tronco caído: es una zorra roja, una cazadora nocturna experta, cuya silueta se funde con la oscuridad. Allí donde los humanos no veríamos nada, ella se ha especializado en afinar sus sentidos: al caer el sol, el bosque se convierte en su territorio. Cazar de noche tiene ventajas: hay menos competencia, menos peligro, y el silencio amplifica cada sonido. Los zorros (Vulpes vulpes) son depredadores oportunistas: roedores, aves, insectos y frutas forman parte de su variada dieta.
En la oscuridad, dependen sobre todo del oído: son capaces de detectar sonidos débiles como el roce de una presa entre la hierba. Su oído es tan fino que pueden detectar el más leve movimiento bajo tierra: se detienen, escuchan con atención y, al localizar la posición de la presa, saltan sobre ella en una fracción de segundo y una precisión milimétrica. La oscuridad de la noche no es un impedimento: es su aliada.
Foto: Milan Radisics.
Whitley Bay, Reino Unido.
La fecha de la luna llena varía cada año y esta vez ha tocado sólo 10 días antes del solsticio de verano. Frente al mar y en las áreas rurales son zonas ideales para obtener una imagen completa.
Foto: Cordon Press.
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