Tras unos meses intensos de búsqueda, al fin tengo mi RT. Despues de dos intentos frustrados la he conseguido. Comprar una RT en buen estado, con mi bajo presupuesto no es tarea sencilla. La primera que seleccione, tras tenerla apalabrada con el propietario, se vendio porque otro le ofreció más dinero, dejándome en la estacada. Me quedé frustrado, pero la segunda experiencia fue peor, hasta peligrosa.
Os cuento. Después de un vuelo, y dos autobuses llegué a donde estaba la RT que había escogido. Había visto un vídeo de la moto, con el motor en marcha, a todo detalle etc. así que fiandome del vendedor, emprendí el viaje. Cuando me enseña la moto, sólo se parecía a la del video en el color, seguro que lo hizo hace bastantes años. Los puños completamente gastados, el neumático trasero sin dibujo, el asiento rajado... pero me convencí a mi mismo que los puños se cambian, los Bridgestone no me gutan, prefiero Metzeler... el Sr. Pamanes tapiza de maravilla... total, que me la llevé.
Nada más salir del garaje, el primer susto, la rueda de delante vacía, o,6kgs de presión. La trasera tampoco llegaba a 1. Como tenía que reostar, aproveché para poner los neumaticos a su presion, y me quedaba por delante un viaje de 750kms. A medida que iba recorriendo mi camino iba pensando en las cosas que le haría a la moto, que todo lo podía solucionar... la verdad es que la moto no iba mal. Hice mi primer tramo del recorrido, hasta la ciudad donde tenía pensado pernoctar, 390 kms. sin ningún problema, aparte de entender como funcionan los intermitentes de una BMW cuando no has tenido ninguna antes.
Buscando el hotel, semáforo si, semáforo también, empecé a notar que la moto iba un poco frenada. Dos semáforos más tarde se enciende la luz del abs, y tras otro más, es imposible avanzar. Aparco la moto y me voy al hotel andando. Llamo al vendedor y me dice que la moto ha estado cinco años parada, cosa que no había dicho en ningún momento, y que por eso tenía ese precio... que serían las pinzas sucias...
A la mañana siguiente, despues de no pegar ojo, me doy un "paseo" hasta donde deje la moto. La arranco, todo bien, dejo que coja un poco de temperatura, emprendo la marcha y todo bien. Cuando he rodado unos tres o cuatro kilometros, se vuelve a frenar, luces del abs parpadenado, y paro de nuevo. Llamo al vendedor, y se hace el loco, dandome largas, le hago ver el peligro que supone que se pueda bloquear la rueda delantera en plena autopista y después de discutir un poco me dice que si le llevo la moto, me devuelve el dinero... pero la moto no anda¡¡¡¡ Llamo a mi seguro y me dicen que con la grua sólo me llevan a un taller de a 150 kms de distancia como máximo, y que el resto corre de mi cuenta. 240 kms de grua, ni me lo planteo. Imaginad si os pasa una cosa de estas lejos de casa y el vendedor se desentiende.
Me tranquilizo y empiezo a pensar. Busco talleres en google maps y el segundo con el que contacto, entiende la situación y se ofrece a ayudarme. Vuelvo a llamar al seguro y me mandan una grua, que me lleva la moto al taller que he encontrado.
En el taller me desmontan las pinzas delanteras, sacan pastillas, las limpian a fondo, enchufan la moto al ordenador y da un montón de fallos de abs, los resetean, la vuelvo a probar y al rato hace lo mismo. La vuelven a conectar al ordenador y da fallo del modulo del abs, que no libera presión, hasta llegar a bloquear el sistema. Solución: reparar el módulo. Ello supone dejar la moto inmovilizada en el taller, buscarme la vida para volver a casa, y planear otro viaje cuando este arreglada, más el desembolso de la reparación. No me parece justo, así que emprendo el viaje de regreso a casa del vendedor para ver si cumple su palabra. Tardo casi ocho horas en hacer 390 kms, y menos mal que casi todo es autovía, pero llego.
El vendedor empieza a poner mil excusas y trato de no perder los nervios, aunque me hubiera gustado darle un par de... bien dadas. Le hago ver que si no me devuelve el dinero, me llevaré la moto a casa como sea, la haré arreglar y después iré al juzgado a ponerle una denuncia, reclamándole hasta el cafe que me tomé en el aeropuerto y que tendrá que venir al juicio a la isla, si quiere presentarse. Al final se agarra a que tendrá que volver a transferir la moto a su nombre y bla, bla,bla... total, que le regalo los 150 euros del traspaso al miserable y me vuelvo a casa. Más bus, mas hotel, mas avión y mucho desanimo.
Pero nada, he seguido buscando un poco más hasta que he dado con una unidad a un precio adecuado, con cosas a resolver, que se me han explicado desde el primer momento y negociando un precio satisfactorio para ambas partes.
De la moto, de momento sólo tengo la foto que os dejo, que me hizo mi mujer, a traición, mientras hinchaba las ruedas. La moto va muy bien de motor, tiene cositas por hacer, pero me gusta la mecánica y cuento con vosotros, para dejarla en estado óptimo.
Un saludo desde Mallorca.
Os cuento. Después de un vuelo, y dos autobuses llegué a donde estaba la RT que había escogido. Había visto un vídeo de la moto, con el motor en marcha, a todo detalle etc. así que fiandome del vendedor, emprendí el viaje. Cuando me enseña la moto, sólo se parecía a la del video en el color, seguro que lo hizo hace bastantes años. Los puños completamente gastados, el neumático trasero sin dibujo, el asiento rajado... pero me convencí a mi mismo que los puños se cambian, los Bridgestone no me gutan, prefiero Metzeler... el Sr. Pamanes tapiza de maravilla... total, que me la llevé.
Nada más salir del garaje, el primer susto, la rueda de delante vacía, o,6kgs de presión. La trasera tampoco llegaba a 1. Como tenía que reostar, aproveché para poner los neumaticos a su presion, y me quedaba por delante un viaje de 750kms. A medida que iba recorriendo mi camino iba pensando en las cosas que le haría a la moto, que todo lo podía solucionar... la verdad es que la moto no iba mal. Hice mi primer tramo del recorrido, hasta la ciudad donde tenía pensado pernoctar, 390 kms. sin ningún problema, aparte de entender como funcionan los intermitentes de una BMW cuando no has tenido ninguna antes.
Buscando el hotel, semáforo si, semáforo también, empecé a notar que la moto iba un poco frenada. Dos semáforos más tarde se enciende la luz del abs, y tras otro más, es imposible avanzar. Aparco la moto y me voy al hotel andando. Llamo al vendedor y me dice que la moto ha estado cinco años parada, cosa que no había dicho en ningún momento, y que por eso tenía ese precio... que serían las pinzas sucias...
A la mañana siguiente, despues de no pegar ojo, me doy un "paseo" hasta donde deje la moto. La arranco, todo bien, dejo que coja un poco de temperatura, emprendo la marcha y todo bien. Cuando he rodado unos tres o cuatro kilometros, se vuelve a frenar, luces del abs parpadenado, y paro de nuevo. Llamo al vendedor, y se hace el loco, dandome largas, le hago ver el peligro que supone que se pueda bloquear la rueda delantera en plena autopista y después de discutir un poco me dice que si le llevo la moto, me devuelve el dinero... pero la moto no anda¡¡¡¡ Llamo a mi seguro y me dicen que con la grua sólo me llevan a un taller de a 150 kms de distancia como máximo, y que el resto corre de mi cuenta. 240 kms de grua, ni me lo planteo. Imaginad si os pasa una cosa de estas lejos de casa y el vendedor se desentiende.
Me tranquilizo y empiezo a pensar. Busco talleres en google maps y el segundo con el que contacto, entiende la situación y se ofrece a ayudarme. Vuelvo a llamar al seguro y me mandan una grua, que me lleva la moto al taller que he encontrado.
En el taller me desmontan las pinzas delanteras, sacan pastillas, las limpian a fondo, enchufan la moto al ordenador y da un montón de fallos de abs, los resetean, la vuelvo a probar y al rato hace lo mismo. La vuelven a conectar al ordenador y da fallo del modulo del abs, que no libera presión, hasta llegar a bloquear el sistema. Solución: reparar el módulo. Ello supone dejar la moto inmovilizada en el taller, buscarme la vida para volver a casa, y planear otro viaje cuando este arreglada, más el desembolso de la reparación. No me parece justo, así que emprendo el viaje de regreso a casa del vendedor para ver si cumple su palabra. Tardo casi ocho horas en hacer 390 kms, y menos mal que casi todo es autovía, pero llego.
El vendedor empieza a poner mil excusas y trato de no perder los nervios, aunque me hubiera gustado darle un par de... bien dadas. Le hago ver que si no me devuelve el dinero, me llevaré la moto a casa como sea, la haré arreglar y después iré al juzgado a ponerle una denuncia, reclamándole hasta el cafe que me tomé en el aeropuerto y que tendrá que venir al juicio a la isla, si quiere presentarse. Al final se agarra a que tendrá que volver a transferir la moto a su nombre y bla, bla,bla... total, que le regalo los 150 euros del traspaso al miserable y me vuelvo a casa. Más bus, mas hotel, mas avión y mucho desanimo.
Pero nada, he seguido buscando un poco más hasta que he dado con una unidad a un precio adecuado, con cosas a resolver, que se me han explicado desde el primer momento y negociando un precio satisfactorio para ambas partes.
De la moto, de momento sólo tengo la foto que os dejo, que me hizo mi mujer, a traición, mientras hinchaba las ruedas. La moto va muy bien de motor, tiene cositas por hacer, pero me gusta la mecánica y cuento con vosotros, para dejarla en estado óptimo.
Un saludo desde Mallorca.
