fernando-arousano
Acelerando
POR LAS CUMBRES DE LOS PIRINEOS (2013).-
Prólogo.-
A principios de año nuestro colega Eulalio propuso esta ruta, hablándonos de las zonas por donde pasa el “Tour de Francia”, a partir de ahí y como en años anteriores, empezamos a preparar y planificar con mucho cariño y esmero este nuevo viaje en moto hacia las cumbres de los Pirineos.
La verdad es que parecía un viaje-aventura muy bueno, ya la experiencia en el 2011, subiendo y bajando el Col d´Aubisque hasta Panticosa fue algo impresionante y que nos encantó a todos. Sinceramente creo que cualquier motero que se precie, le gustaría salir más a menudo y hacer viajes cada dos por tres, pero a veces la vida no deja, entre trabajo, no trabajo, problemas, familia, arreglo moto, etc. etc., pues no se puede, yo particularmente creo que es muy importante realizarlos de vez en cuando, si es que… el viajar no ocupa lugar, y más en moto, jejeje.
Hace poco un amigo me decía; jod…tíooo! que suerte tienes que has cambiado la moto y te vas de ruta. Yo le contesté lo siguiente; No es que haya cambiado la moto, ni la ruta, ni viaje, ni na de na, simplemente HE INVERTIDO EN SALUD; estas cosas enriquecen la mente y el espíritu, te relajan de tu vida cotidiana, te curan las heridas que hayas podido tener y te recargan las pilas para poder seguir pagando impuestos con alegría.
*Haya voy toó contento con mi moto...
Crónica.-
Salimos de Galicia dirección a Valladolid (488 Km. desde casa) un día de Julio por la tarde, para allí reunirnos seis moteros, que con tres motos íbamos a emprender la ruta-aventura hacia las cumbres de los Pirineos.
Después de estar viajando varios años con mi querida Aprilia ETV 1000 Caponord y anteriormente con una “Vstrom” y antes con otras, iba a experimentar un cambio importante en la manera de viajar en moto y por primera vez probaria en un largo viaje mi K1300GT.
La capacidad de carga entre estas dos motos era muy similar, la Aprilia “Caponord” con 121 litros (33 laterales + 55 baúl) y la “K13GT” con 122 litros (35 laterales + 52 baúl), y aunque en las dos las maletas van muy bien acopladas a la parte trasera de la moto, en la “K” están mejor diseñadas para que entren perfectamente las bolsas de viaje. Lo que suelo hacer siempre, es cargar bien las maletas con ropa y dejar el baúl vacio para poder llevar otras cosas, como por ejemplo; una pequeña bolsa con los cargadores, cámara, guantes repuesto, chubasquero, etc. y también en caso de parada en ruta, poder dejar en este, las cazadoras o los cascos y así ir más ligeros a ver cosas.
Pues nada, sigo con la crónica; hicimos noche en Viana de Cega después de viajar toda la tarde con mucho calor, para así salir hacia LOS PIRINEOS al día siguiente, y… todo empezó en Roncesvalles, allí llegábamos después de haber recorrido casi 500 Km.
Qué curioso es Roncesvalles, en la falda del Puerto de Ibañeta, desde donde parte el Camino de Santiago, allí fue nuestra primera parada e hicimos una visita por la población. Mucha gente, peregrinos y curiosos deambulaban por la zona.
Durante este viaje íbamos a subir y bajar infinidad de puertos y el de Ibañeta (1057 m) iba a ser de los primeros, creo que nunca subí y baje tantos puertos en tan poco tiempo, en este viaje creo que fueron más de 15.
Salíamos de Roncesvalles y empezamos a subir Ibañeta, al bajarlo ya estábamos en Francia, algo que me sorprendió es que no vimos ningún cartel que lo indicase, nos dimos cuenta al empezar a ver carteles en francés y la gasolina más cara.
Sobre las 21:00 h. llegábamos a Saint Jean Pied de Port, precioso pueblo que forma parte del territorio histórico del país vasco-francés, de unos 1.600 habitantes. La zona antigua rodeada de una muralla y estrechas calles empedradas, pueblo medieval con muchas flores en sus balcones, el rio Nive lo atraviesa y le da vida. Allí estuvimos en un precioso hotel con piscina (aunque no la disfrutamos, por llegar tarde).
*Preparándonos para salir...
*Roncesvalles...
*Camino de Saint Jean Pied de Port...
*Saint Jean, que bonito...
*Saint Jean...
*Mirador en lo alto, Saint Jean...
Al día siguiente, al levantarnos fuimos a un pequeño mercadillo de productos de la zona, que ricos y que bien preparados, esos embutidos, esos “fromages” que olor soltaban, levantaban el apetito. Día soleado y con mucho calor, hoy teníamos por delante unos 165 Km., la verdad es que en las etapas pirenaicas hay que tener cuidado, porque los kilómetros se hacen en más tiempo de los normal, nunca metes sexta y llegar a poner la moto a 110 km/h es una alucinación producida por la altitud. Son carreteras de segunda y tercera, cuando metes cuarta ya casi no entra por el desuso que le das.
Pero bueno, son rutas para disfrutar, para mirar, oler y respirar profundamente un aire perfecto para el cuerpo. En esta segunda etapa pirenaica, tercera del viaje, llegaríamos a Argeles-Gazost, muy cerca de Lourdes, después de haber pasado varios puertos, emulando al “Tour de Francia”, y aunque no íbamos dopados con “epo” como “Amstromg”, si con algún vinillo de la zona que nos daban en las comidas, y así subimos; el Col de Osquinch, Col d´Aubisque (donde en la cumbre están esculpidas en hierro esas tres inmensas bicis), sacamos muchas fotos y paramos para refrigerarnos en un bar donde el camarero, un mochilero “recorre-mundos”, después de servirnos unos refrigerios, nos quería enseñar a bailar “la capoeira”, y por último Col de Soulor antes de llegar al Hotel.
*Por aqui pasamos...
*Las bicis son un poco grandes...
*Que paisajes...
*De vez en cuando hay que parar para repostar...
*La lider...
En algunos puertos echaba de menos mi “Caponord”, porque sabía que con ella cogería mejor este tipo de curvas, manillar más ancho y más estrecha entre ejes, estas curvas eran perfectas para mi exAprilia, pero bueno, no se puede tener todo y la K1300GT respondió con mucha honra en todo el recorrido.
Llegábamos por la tarde a Argeles, donde nos esperaba una buena ducha y relax, después de un día con mucho, pero que mucho, mucho calor y eso en la moto se nota, no sé si era mejor llevar el casco abierto o cerrado, si lo llevabas abierto te entraban bocanadas de aire caliente que casi te desmayaban y si lo llevabas cerrado, casi ni podías respirar del calor, si es que… en Galicia no estamos acostumbrados a estas cosas.
Ya llevamos varios años haciendo largos viajes en moto y creo que este ha sido en el que más calor hemos pasado, ni siquiera en Marruecos en el 2009 pasamos tanto, es que era increíble, la temperatura no bajaba de 30 grados y cuando bajaba eran las 11:00 de la noche, algún día el marcador de temperatura de la moto llegó a reflejar 37 grados.
Los seis en Lourdes...
Los seis estábamos cansados y después de cenar nos fuimos a dar un paseo por la villa, por la noche estaba preciosa con sus luces y su encanto, Argeles-Gasost está bien para hacer escala en el viaje, a 8 o 13 km. de Lourdes (dependiendo de quién lo mire en el GPS) pero con menos bullicio que ésta, tiene ambiente ciclista y está bien situada para rutear por los Pirineos.
Pues eso… paseando por sus calles, con música en directo en alguna plaza y entre gente paseando perros y alguna cabra que otra por mascota, fuimos conociendo el pueblo por la noche, incluso a 100/200 metros de altura con el “tlasca-tlasca” y así discurría el tiempo antes de acostarnos –hasta aquí puedo contar--.
Por la mañana del día siguiente, antes de iniciar la ruta, decidimos visitar Lourdes y su gruta, como ya dije en alguna ocasión, seas creyente o no, merece la pena venir hasta aquí, la ciudad y el entorno son fantásticos y además quedaba a pocos kilómetros de donde estábamos.
A todos nos apetecía visitarla de nuevo porque ya habíamos estado en el año 2011 alojados en un hotel con misterio, en una etapa de nuestro viaje a Córcega.
*Con que agilidad esquivábamos las vacas...
*Lourdes, las tres copilotos...
*Una catarata más en el camino...
*Eulalio (el promotor viaje), Sonia (la lider ciclista)...
*En ruta...
*Un col más...
Este día tuvimos que madrugar bastante porque teníamos por delante “la gran etapa”, “la super etapa”, “la etapona”, “La Etapa Reina” con más de 200 km, en donde subiríamos al mítico Col de Tourmalet, completándolo con el Col de Aspin, Peyresourde, Mente, Clin y Portet d´Aspet hasta llegar a la villa de Saint Girons donde nos alojaríamos.
*Maria y yo en el Tourmalet...
*Eulalio en el Tourmalet...
En esta etapa, nos dieron mucha pena las inundaciones debido a las lluvias y el deshielo que habia habido en la comarca y se notaba la desecha que había hecho el rio por la zona de Lourdes y carretera subida al Tourmalet, se lo llevo todo por delante, árboles, casas, etc, creo que hubo heridos e incluso algún muerto, solo hacia unos meses que había pasado esto y todo el mundo estaba trabajando codo con codo intentando remediar el mal.
*Desperfectos de las inundaciones...
*Idem cerca de Lourdes...
Bueno, dejémonos de penas y vayamos con la crónica… Mientras no subas a uno de estos puertos, creo que nunca entenderás el sufrimiento real del ciclista, ¡¡jod…!! que moral, que sacrificio físico tienen que hacer, hay que tenerlos bien grandes para poder subir esto en bicicleta, pues si… bien grandes y bien gordos, porque vimos a más de uno y a MAS DE UNA subiendo estos puertos, ¡¡ olé, xapó !! para ellos, me saco el sombrero.
Particularmente, el puerto que más placer me produjo al subirlo fue el “Col de Aspin”, me encantó su vegetación, sus árboles arropando la carretera, el verde menta de su hierva, su campiña en un lateral, sus curvas bien hechas y bien asfaltadas, sin apenas ruidos, simplemente el de los pajarillos y el sigiloso silbido sordo de la GT, parecía que estabas subiendo al Nirvana.
*Relax por el camino...
*Un pueblo en la ruta...
*En un lugar bonito...
Pero… donde lo pasé fatal, o sea, muy pero que muy mal y fue el que peor subí en todo el viaje, fue el Col de Mente en la ruta hacia Saint Girons, eso no eran curvas, eran giros sin final, círculos que nunca se acababan, empezabas a cogerlas y te daba un calambre en el cuello al torcer tanto la cabeza mirando el final, era igual que las estudiaras antes de entrar en ellas, era igual que te abrieras para cogerlas… que te cerraras para salir bien… , que ajustases culo y muñecas antes de tumbar…, ¡jod…!, siempre las cogías mal y acojonado… y venga curvas… y una y otra y otra y una, nunca se acababan, del calor que hacía el asfalto estaba derretido, ¡Mierd… que se me quema la ruedaaaa!.
En la mayor parte de ellas tenías que entrar en segunda, incluso alguna vez en primera, jugando con el embrague y controlando la tumbada, por si te caigas al suelo a 10/20 km/h…, cuando levanté la cabeza y vi el final de la subida… no me lo creía, llegué a la cima desecho, sin aliento y sudando por todos los costados, menos mal que allí se me sacaron todos los males, secándoseme todos los sudores y tan contento me quedé cuando…,
*Que verde...
*Descanso de las tres...
*Haciendo teatro por Argeles, intentando que nos dieran de cenar gratis...
Un aguerrido motero alemán que estaba en la cima descargando su “GS” (con el escape modificado para que entrasen dos maletas iguales) para ir al hotel que allí había, miró para la moto y engruñando el ceño la remiró, la volvió a mirar y después de estar hablando con un colega sobre ella, se acercó a mí y procedió de la siguiente manera:...
...Dándome dos palmaditas en la espalda que sonaron a cloc---cloc , al hacerlo en la espaldera que llevaba soldada a la camiseta por el sudor de la subida, me dijo con acento pseudoespañol; “vaajya pepino xavolj”, por esta frase tan convincente, me dio a entender que la moto le había gustaba muchísimo, o que me había visto desnudo alguna vez.
Me paré a pensar y… Siiii! la moto le había gustado mucho.
*La moto del susodicho...
Ya bajando el puerto lo llevaba mejor, nos daba un poquillo la sombra y las curvas eran más abiertas. Llegamos temprano a Saint Girons a un hotel situado en un camping, y esta vez… Sí que pudimos disfrutar de la piscina, nos dio tiempo suficiente para darnos un chapuzón y tomar el sol un ratillo mientras charlábamos de lo bonito que había sido esta ruta.
*Saint Girons, en la piscina que sí pudimos probar...
Sobre las 21:00 h decidimos ir a cenar y pensando si bajaríamos al pueblo o cenaríamos allí, ante el buen rollo que nos estaba dando el camarero, decidimos cenar en el restaurante del Camping. Este era un señor mayor que hablaba español y nos estuvo contando su vida, con aventuras y desventuras, desde el Caribe hasta Francia pasando por Africa. Había estado en Cuba y casado con una cubana, nos contó las vivencias con Fidel y el mal rollo por el que se tuvo que venirse de nuevo para Francia.
Pues con el franco-cubano, cubata va, cuba-libre viene, el vino, el licor y bla-bla-bla, algunos se quedaron hasta las 3:00 h. de la madrugada, menos mal que el “cubano” dijo… ¡vámonos que mañana tengo que trabajal!, a alguno le costó dormirse, pero bueno, entre ponerle flores a las motos y piedras a las botas que estaban aireándose en los balcones del hotel, al día siguiente, aún con los ojos medio achinados, todo el mundo se levantó y sin problema.
*Carlos (gpsmen) y Magda (su compañera inseparable)...
*Un cruce en el camino...
*Más coles...
La etapa de este día sería la última de los Pirineos, iríamos a dormir a Andorra La Vella, pero aún nos quedaban por delante varios puertos y unos 158 km de ruta y por la carretera D618 nos dirigimos hacia allí, habíamos pensado llegar al Principado para comer y por la tarde relajarnos en la famosa “Caldea”.
No nos habían bastado todos los puertos que habíamos pasado y para rematarla, este día hicimos el Col d´Espies, Col de Four, Col des Caugnous, Col de Port y llegando a Andorra subimos otro puerto impresionante que de su nombre no quiero acordarme…
*En ruta...
*Pirineos...
Y… después de tantos kilómetros, tantas curvas, contra curvas, subidas y bajadas a los puertos y coles que ni se sabe, decidimos relajarnos en “Caldea”, impresionante SPA situado en Andorra, nos gustó a todos y más por la noche, cuando tumbados y relajados en el, estábamos viendo por su gran cristalera los fuegos artificiales del fin de “Fiesta Mayor” que allí había y como no, este fue un magnífico colofón para nuestra Ruta por los Pirineos.
*Caldea (Andorra)...
Ya el penúltimo día de viaje, salimos de Andorra dirección a Valladolid, pero antes… alguna comprilla de última hora. La ruta fue buena, ya sin tanta curva y a velocidades legales e ilegales permitidas, solo hubo un pequeño percance que fue el del cervatillo. ¡Sin más…! salió de entre unos matorrales y cruzó la carretera, le pasó por delante a Carlos que iba de primero y solo a unos centímetros de la moto (que casualidad; le pasó lo mismo en Córcega pero con un jabalí en el 2011). Menos mal que no atropelló al pobre animal y no resulto herido ninguno de los tres, yo particularmente… sabía que no iba a pasar nada (el 8 es el ocho y tiene la culpa).
*Dios sabe donde...
Llegamos a Viana de Cega (Valladolid) en el ocaso del día, no sin antes pasar por la Abadía de Retuerta a admirar su impresionante rehabilitación e instalaciones.
El último día, ya hacia casa desde Viana de Cega a Galicia, lo hicimos tranquilos y sin ningún problema, llegamos por la tarde un poco cansados del viaje, pero contentos de haber disfrutado de una semana de moto a tope y con la GT llena de mosquitos, aunque contento por su comportamiento, la verdad es que… es toda una “Machina”.
*La machina y los machines...
La única nota triste del viaje, es que nos enteramos del accidente de tren de Santiago en plena ruta. Lo vimos en la televisión y nos impactó muchísimo, todos los franceses con los que conversábamos nos preguntaban si teníamos algún familiar en el tren y que lo sentían mucho. Desde aquí nuestro más sincero pésame a los familiares de las víctimas y esperemos que se haga justicia.
*Km desde Roncesvalles...
Bueno… y cambiando la tristeza por alegría, diré que; en los Pirineos, todos los pueblos por los que pasamos eran preciosos, estaban muy cuidados y limpios, césped cortado, flores y más flores, fachadas de las casas arregladas y rehabilitadas, cuidando el entorno y sin perder un ápice de su identidad comarcal. Los franceses son muy hacendosos con estas cosas y cuidan mucho su patrimonio, bastante más que los españoles.
Me sorprendieron gratamente, me alucinaron y me encantaron las carreteras por las que pasamos, los paisajes impresionantes que vimos, las montañas, los picos con nieve, los cortantes, los precipicios, los ríos acompañándote en la ruta, los viejos túneles sin luz y con charcas de agua, las bacas que se cruzaban en tu camino, los rebaños de ovejas que no te dejaban pasar, el precioso cervatillo que le pasó a 2 centímetros de la moto de Carlos, en definitiva… me encantó este viaje.
Seguro que muchos de vosotros ya habéis estado por allí, pero para los que nunca lo habéis hecho, os lo recomiendo al 100 %, sinceramente… merece mucho la pena, los Pirineos son impresionantes.
Y ya por último, desde aquí agradecer a mis compañer@s de viaje; Sonia, Magda, Eulalio, Carlos y a mi María, su buen rollo, amabilidad, alegría y el buen hacer de los grandes moteros, gracias a ellos esta ruta será inolvidable.
Gracias chic@s hasta la próxima.
Nos vemos en la carretera…
*Los seis...
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Datos del viaje.-
Salida: Vilagarcia de Arousa (Pontevedra-Galicia)
Tiempo empleado: 7 días/6 noches
(2 en Valladolid, 1 Saint Jean, 1 Argelez-Gasozt, 1 Saint Girons, 1 Andorra La Vella)
Personas/Motos utilizadas: 6 personas/3 motos
(Suzuki VSTROM 650 y BMW K1300GT)
Km. recorridos: 2.700 km. (desde Galicia)
Ciudades y sitios visitados: Viana de Cega, Roncesvalles, Saint Jean Pied de Port, Argeles-Gasost, Lourdes, Luz Saint Sauveur, Bagnerés de Luchon, La Mongie, Saint Girons, Andorra La Vella, Caldea, Col de Tourmalet, Osquinch, Aubisque, Soulor, Aspin, Peyresourde, Mente, Envalira, Clin, Portet d´Aspet, d´Espies, Four, Caugnous y Col de Port, Lagos de Avajar, Abadia de Retuerta.
Problemas surgidos: No marca punto muerto y la moto no enciende sola, hay que apretar el embrague aunque esté en punto muerto. El viaje lo hicimos igual, aunque con este problemilla.
Presupuesto: En las webs de viajes que suelo leer y en las crónicas de viajes en moto en los foros, casi siempre da reparo poner lo que te has gastado, parece que da miedo el escribirlo cuando es condición indispensable para realizar el viaje, yo no tengo reparo en decirlo, es más, creo que es esencial para el que lee la crónica por si algún día le apetece realizar este viaje o uno parecido.
Pues nos gastamos unos 850,00 € pareja/moto, o sea, 425,00 cada uno, esto incluye; gasolina, hoteles, desayunos, comidas, cenas, entrada a “Caldea” y algún que otro extra.
Creo que no ha sido caro, ¿verdad?, si es que… viajar en moto sale barato.
....................................................................
NOTA: Desde hace varios años en mis largos viajes en moto (más de 1.000 km), en algún lugar o en alguna cosa, siempre me sale un número especial el cual me da suerte y tranquilidad en ruta, siempre que esto pasa, realizamos un gran viaje y sin ningún percance, este número es el 8 (ocho).
Esto lo descubrí por casualidad en un viaje a Marruecos en el 2009 después de estar analizando varios datos, y esta vez también apareció en varias ocasiones, exactamente fueron ocho.
Bueno, no tengo ganas de extenderme en este tema, algún día contaré el secreto del ocho, aunque si leéis las crónicas de mis otros viajes, lo entenderéis en parte.
Voy a citar dos de ellas; la principal es que nos fuimos de viaje a los Pirineos (P+i+r+i+n+e+o+s = 8 letras), la otra, es que de las tres habitaciones en las que dormíamos todas las noches, una de ellas siempre acababa en ocho (8), a nosotros nos toco en Andorra…
*FIN........................................
Prólogo.-
A principios de año nuestro colega Eulalio propuso esta ruta, hablándonos de las zonas por donde pasa el “Tour de Francia”, a partir de ahí y como en años anteriores, empezamos a preparar y planificar con mucho cariño y esmero este nuevo viaje en moto hacia las cumbres de los Pirineos.
La verdad es que parecía un viaje-aventura muy bueno, ya la experiencia en el 2011, subiendo y bajando el Col d´Aubisque hasta Panticosa fue algo impresionante y que nos encantó a todos. Sinceramente creo que cualquier motero que se precie, le gustaría salir más a menudo y hacer viajes cada dos por tres, pero a veces la vida no deja, entre trabajo, no trabajo, problemas, familia, arreglo moto, etc. etc., pues no se puede, yo particularmente creo que es muy importante realizarlos de vez en cuando, si es que… el viajar no ocupa lugar, y más en moto, jejeje.
Hace poco un amigo me decía; jod…tíooo! que suerte tienes que has cambiado la moto y te vas de ruta. Yo le contesté lo siguiente; No es que haya cambiado la moto, ni la ruta, ni viaje, ni na de na, simplemente HE INVERTIDO EN SALUD; estas cosas enriquecen la mente y el espíritu, te relajan de tu vida cotidiana, te curan las heridas que hayas podido tener y te recargan las pilas para poder seguir pagando impuestos con alegría.
*Haya voy toó contento con mi moto...
Crónica.-
Salimos de Galicia dirección a Valladolid (488 Km. desde casa) un día de Julio por la tarde, para allí reunirnos seis moteros, que con tres motos íbamos a emprender la ruta-aventura hacia las cumbres de los Pirineos.
Después de estar viajando varios años con mi querida Aprilia ETV 1000 Caponord y anteriormente con una “Vstrom” y antes con otras, iba a experimentar un cambio importante en la manera de viajar en moto y por primera vez probaria en un largo viaje mi K1300GT.
La capacidad de carga entre estas dos motos era muy similar, la Aprilia “Caponord” con 121 litros (33 laterales + 55 baúl) y la “K13GT” con 122 litros (35 laterales + 52 baúl), y aunque en las dos las maletas van muy bien acopladas a la parte trasera de la moto, en la “K” están mejor diseñadas para que entren perfectamente las bolsas de viaje. Lo que suelo hacer siempre, es cargar bien las maletas con ropa y dejar el baúl vacio para poder llevar otras cosas, como por ejemplo; una pequeña bolsa con los cargadores, cámara, guantes repuesto, chubasquero, etc. y también en caso de parada en ruta, poder dejar en este, las cazadoras o los cascos y así ir más ligeros a ver cosas.
Pues nada, sigo con la crónica; hicimos noche en Viana de Cega después de viajar toda la tarde con mucho calor, para así salir hacia LOS PIRINEOS al día siguiente, y… todo empezó en Roncesvalles, allí llegábamos después de haber recorrido casi 500 Km.
Qué curioso es Roncesvalles, en la falda del Puerto de Ibañeta, desde donde parte el Camino de Santiago, allí fue nuestra primera parada e hicimos una visita por la población. Mucha gente, peregrinos y curiosos deambulaban por la zona.
Durante este viaje íbamos a subir y bajar infinidad de puertos y el de Ibañeta (1057 m) iba a ser de los primeros, creo que nunca subí y baje tantos puertos en tan poco tiempo, en este viaje creo que fueron más de 15.
Salíamos de Roncesvalles y empezamos a subir Ibañeta, al bajarlo ya estábamos en Francia, algo que me sorprendió es que no vimos ningún cartel que lo indicase, nos dimos cuenta al empezar a ver carteles en francés y la gasolina más cara.
Sobre las 21:00 h. llegábamos a Saint Jean Pied de Port, precioso pueblo que forma parte del territorio histórico del país vasco-francés, de unos 1.600 habitantes. La zona antigua rodeada de una muralla y estrechas calles empedradas, pueblo medieval con muchas flores en sus balcones, el rio Nive lo atraviesa y le da vida. Allí estuvimos en un precioso hotel con piscina (aunque no la disfrutamos, por llegar tarde).
*Preparándonos para salir...
*Roncesvalles...
*Camino de Saint Jean Pied de Port...
*Saint Jean, que bonito...
*Saint Jean...
*Mirador en lo alto, Saint Jean...
Al día siguiente, al levantarnos fuimos a un pequeño mercadillo de productos de la zona, que ricos y que bien preparados, esos embutidos, esos “fromages” que olor soltaban, levantaban el apetito. Día soleado y con mucho calor, hoy teníamos por delante unos 165 Km., la verdad es que en las etapas pirenaicas hay que tener cuidado, porque los kilómetros se hacen en más tiempo de los normal, nunca metes sexta y llegar a poner la moto a 110 km/h es una alucinación producida por la altitud. Son carreteras de segunda y tercera, cuando metes cuarta ya casi no entra por el desuso que le das.
Pero bueno, son rutas para disfrutar, para mirar, oler y respirar profundamente un aire perfecto para el cuerpo. En esta segunda etapa pirenaica, tercera del viaje, llegaríamos a Argeles-Gazost, muy cerca de Lourdes, después de haber pasado varios puertos, emulando al “Tour de Francia”, y aunque no íbamos dopados con “epo” como “Amstromg”, si con algún vinillo de la zona que nos daban en las comidas, y así subimos; el Col de Osquinch, Col d´Aubisque (donde en la cumbre están esculpidas en hierro esas tres inmensas bicis), sacamos muchas fotos y paramos para refrigerarnos en un bar donde el camarero, un mochilero “recorre-mundos”, después de servirnos unos refrigerios, nos quería enseñar a bailar “la capoeira”, y por último Col de Soulor antes de llegar al Hotel.
*Por aqui pasamos...
*Las bicis son un poco grandes...
*Que paisajes...
*De vez en cuando hay que parar para repostar...
*La lider...
En algunos puertos echaba de menos mi “Caponord”, porque sabía que con ella cogería mejor este tipo de curvas, manillar más ancho y más estrecha entre ejes, estas curvas eran perfectas para mi exAprilia, pero bueno, no se puede tener todo y la K1300GT respondió con mucha honra en todo el recorrido.
Llegábamos por la tarde a Argeles, donde nos esperaba una buena ducha y relax, después de un día con mucho, pero que mucho, mucho calor y eso en la moto se nota, no sé si era mejor llevar el casco abierto o cerrado, si lo llevabas abierto te entraban bocanadas de aire caliente que casi te desmayaban y si lo llevabas cerrado, casi ni podías respirar del calor, si es que… en Galicia no estamos acostumbrados a estas cosas.
Ya llevamos varios años haciendo largos viajes en moto y creo que este ha sido en el que más calor hemos pasado, ni siquiera en Marruecos en el 2009 pasamos tanto, es que era increíble, la temperatura no bajaba de 30 grados y cuando bajaba eran las 11:00 de la noche, algún día el marcador de temperatura de la moto llegó a reflejar 37 grados.
Los seis en Lourdes...
Los seis estábamos cansados y después de cenar nos fuimos a dar un paseo por la villa, por la noche estaba preciosa con sus luces y su encanto, Argeles-Gasost está bien para hacer escala en el viaje, a 8 o 13 km. de Lourdes (dependiendo de quién lo mire en el GPS) pero con menos bullicio que ésta, tiene ambiente ciclista y está bien situada para rutear por los Pirineos.
Pues eso… paseando por sus calles, con música en directo en alguna plaza y entre gente paseando perros y alguna cabra que otra por mascota, fuimos conociendo el pueblo por la noche, incluso a 100/200 metros de altura con el “tlasca-tlasca” y así discurría el tiempo antes de acostarnos –hasta aquí puedo contar--.
Por la mañana del día siguiente, antes de iniciar la ruta, decidimos visitar Lourdes y su gruta, como ya dije en alguna ocasión, seas creyente o no, merece la pena venir hasta aquí, la ciudad y el entorno son fantásticos y además quedaba a pocos kilómetros de donde estábamos.
A todos nos apetecía visitarla de nuevo porque ya habíamos estado en el año 2011 alojados en un hotel con misterio, en una etapa de nuestro viaje a Córcega.
*Con que agilidad esquivábamos las vacas...
*Lourdes, las tres copilotos...
*Una catarata más en el camino...
*Eulalio (el promotor viaje), Sonia (la lider ciclista)...
*En ruta...
*Un col más...
Este día tuvimos que madrugar bastante porque teníamos por delante “la gran etapa”, “la super etapa”, “la etapona”, “La Etapa Reina” con más de 200 km, en donde subiríamos al mítico Col de Tourmalet, completándolo con el Col de Aspin, Peyresourde, Mente, Clin y Portet d´Aspet hasta llegar a la villa de Saint Girons donde nos alojaríamos.
*Maria y yo en el Tourmalet...
*Eulalio en el Tourmalet...
En esta etapa, nos dieron mucha pena las inundaciones debido a las lluvias y el deshielo que habia habido en la comarca y se notaba la desecha que había hecho el rio por la zona de Lourdes y carretera subida al Tourmalet, se lo llevo todo por delante, árboles, casas, etc, creo que hubo heridos e incluso algún muerto, solo hacia unos meses que había pasado esto y todo el mundo estaba trabajando codo con codo intentando remediar el mal.
*Desperfectos de las inundaciones...
*Idem cerca de Lourdes...
Bueno, dejémonos de penas y vayamos con la crónica… Mientras no subas a uno de estos puertos, creo que nunca entenderás el sufrimiento real del ciclista, ¡¡jod…!! que moral, que sacrificio físico tienen que hacer, hay que tenerlos bien grandes para poder subir esto en bicicleta, pues si… bien grandes y bien gordos, porque vimos a más de uno y a MAS DE UNA subiendo estos puertos, ¡¡ olé, xapó !! para ellos, me saco el sombrero.
Particularmente, el puerto que más placer me produjo al subirlo fue el “Col de Aspin”, me encantó su vegetación, sus árboles arropando la carretera, el verde menta de su hierva, su campiña en un lateral, sus curvas bien hechas y bien asfaltadas, sin apenas ruidos, simplemente el de los pajarillos y el sigiloso silbido sordo de la GT, parecía que estabas subiendo al Nirvana.
*Relax por el camino...
*Un pueblo en la ruta...
*En un lugar bonito...
Pero… donde lo pasé fatal, o sea, muy pero que muy mal y fue el que peor subí en todo el viaje, fue el Col de Mente en la ruta hacia Saint Girons, eso no eran curvas, eran giros sin final, círculos que nunca se acababan, empezabas a cogerlas y te daba un calambre en el cuello al torcer tanto la cabeza mirando el final, era igual que las estudiaras antes de entrar en ellas, era igual que te abrieras para cogerlas… que te cerraras para salir bien… , que ajustases culo y muñecas antes de tumbar…, ¡jod…!, siempre las cogías mal y acojonado… y venga curvas… y una y otra y otra y una, nunca se acababan, del calor que hacía el asfalto estaba derretido, ¡Mierd… que se me quema la ruedaaaa!.
En la mayor parte de ellas tenías que entrar en segunda, incluso alguna vez en primera, jugando con el embrague y controlando la tumbada, por si te caigas al suelo a 10/20 km/h…, cuando levanté la cabeza y vi el final de la subida… no me lo creía, llegué a la cima desecho, sin aliento y sudando por todos los costados, menos mal que allí se me sacaron todos los males, secándoseme todos los sudores y tan contento me quedé cuando…,
*Que verde...
*Descanso de las tres...
*Haciendo teatro por Argeles, intentando que nos dieran de cenar gratis...
Un aguerrido motero alemán que estaba en la cima descargando su “GS” (con el escape modificado para que entrasen dos maletas iguales) para ir al hotel que allí había, miró para la moto y engruñando el ceño la remiró, la volvió a mirar y después de estar hablando con un colega sobre ella, se acercó a mí y procedió de la siguiente manera:...
...Dándome dos palmaditas en la espalda que sonaron a cloc---cloc , al hacerlo en la espaldera que llevaba soldada a la camiseta por el sudor de la subida, me dijo con acento pseudoespañol; “vaajya pepino xavolj”, por esta frase tan convincente, me dio a entender que la moto le había gustaba muchísimo, o que me había visto desnudo alguna vez.
Me paré a pensar y… Siiii! la moto le había gustado mucho.
*La moto del susodicho...
Ya bajando el puerto lo llevaba mejor, nos daba un poquillo la sombra y las curvas eran más abiertas. Llegamos temprano a Saint Girons a un hotel situado en un camping, y esta vez… Sí que pudimos disfrutar de la piscina, nos dio tiempo suficiente para darnos un chapuzón y tomar el sol un ratillo mientras charlábamos de lo bonito que había sido esta ruta.
*Saint Girons, en la piscina que sí pudimos probar...
Sobre las 21:00 h decidimos ir a cenar y pensando si bajaríamos al pueblo o cenaríamos allí, ante el buen rollo que nos estaba dando el camarero, decidimos cenar en el restaurante del Camping. Este era un señor mayor que hablaba español y nos estuvo contando su vida, con aventuras y desventuras, desde el Caribe hasta Francia pasando por Africa. Había estado en Cuba y casado con una cubana, nos contó las vivencias con Fidel y el mal rollo por el que se tuvo que venirse de nuevo para Francia.
Pues con el franco-cubano, cubata va, cuba-libre viene, el vino, el licor y bla-bla-bla, algunos se quedaron hasta las 3:00 h. de la madrugada, menos mal que el “cubano” dijo… ¡vámonos que mañana tengo que trabajal!, a alguno le costó dormirse, pero bueno, entre ponerle flores a las motos y piedras a las botas que estaban aireándose en los balcones del hotel, al día siguiente, aún con los ojos medio achinados, todo el mundo se levantó y sin problema.
*Carlos (gpsmen) y Magda (su compañera inseparable)...
*Un cruce en el camino...
*Más coles...
La etapa de este día sería la última de los Pirineos, iríamos a dormir a Andorra La Vella, pero aún nos quedaban por delante varios puertos y unos 158 km de ruta y por la carretera D618 nos dirigimos hacia allí, habíamos pensado llegar al Principado para comer y por la tarde relajarnos en la famosa “Caldea”.
No nos habían bastado todos los puertos que habíamos pasado y para rematarla, este día hicimos el Col d´Espies, Col de Four, Col des Caugnous, Col de Port y llegando a Andorra subimos otro puerto impresionante que de su nombre no quiero acordarme…
*En ruta...
*Pirineos...
Y… después de tantos kilómetros, tantas curvas, contra curvas, subidas y bajadas a los puertos y coles que ni se sabe, decidimos relajarnos en “Caldea”, impresionante SPA situado en Andorra, nos gustó a todos y más por la noche, cuando tumbados y relajados en el, estábamos viendo por su gran cristalera los fuegos artificiales del fin de “Fiesta Mayor” que allí había y como no, este fue un magnífico colofón para nuestra Ruta por los Pirineos.
*Caldea (Andorra)...
Ya el penúltimo día de viaje, salimos de Andorra dirección a Valladolid, pero antes… alguna comprilla de última hora. La ruta fue buena, ya sin tanta curva y a velocidades legales e ilegales permitidas, solo hubo un pequeño percance que fue el del cervatillo. ¡Sin más…! salió de entre unos matorrales y cruzó la carretera, le pasó por delante a Carlos que iba de primero y solo a unos centímetros de la moto (que casualidad; le pasó lo mismo en Córcega pero con un jabalí en el 2011). Menos mal que no atropelló al pobre animal y no resulto herido ninguno de los tres, yo particularmente… sabía que no iba a pasar nada (el 8 es el ocho y tiene la culpa).
*Dios sabe donde...
Llegamos a Viana de Cega (Valladolid) en el ocaso del día, no sin antes pasar por la Abadía de Retuerta a admirar su impresionante rehabilitación e instalaciones.
El último día, ya hacia casa desde Viana de Cega a Galicia, lo hicimos tranquilos y sin ningún problema, llegamos por la tarde un poco cansados del viaje, pero contentos de haber disfrutado de una semana de moto a tope y con la GT llena de mosquitos, aunque contento por su comportamiento, la verdad es que… es toda una “Machina”.
*La machina y los machines...
La única nota triste del viaje, es que nos enteramos del accidente de tren de Santiago en plena ruta. Lo vimos en la televisión y nos impactó muchísimo, todos los franceses con los que conversábamos nos preguntaban si teníamos algún familiar en el tren y que lo sentían mucho. Desde aquí nuestro más sincero pésame a los familiares de las víctimas y esperemos que se haga justicia.
*Km desde Roncesvalles...
Bueno… y cambiando la tristeza por alegría, diré que; en los Pirineos, todos los pueblos por los que pasamos eran preciosos, estaban muy cuidados y limpios, césped cortado, flores y más flores, fachadas de las casas arregladas y rehabilitadas, cuidando el entorno y sin perder un ápice de su identidad comarcal. Los franceses son muy hacendosos con estas cosas y cuidan mucho su patrimonio, bastante más que los españoles.
Me sorprendieron gratamente, me alucinaron y me encantaron las carreteras por las que pasamos, los paisajes impresionantes que vimos, las montañas, los picos con nieve, los cortantes, los precipicios, los ríos acompañándote en la ruta, los viejos túneles sin luz y con charcas de agua, las bacas que se cruzaban en tu camino, los rebaños de ovejas que no te dejaban pasar, el precioso cervatillo que le pasó a 2 centímetros de la moto de Carlos, en definitiva… me encantó este viaje.
Seguro que muchos de vosotros ya habéis estado por allí, pero para los que nunca lo habéis hecho, os lo recomiendo al 100 %, sinceramente… merece mucho la pena, los Pirineos son impresionantes.
Y ya por último, desde aquí agradecer a mis compañer@s de viaje; Sonia, Magda, Eulalio, Carlos y a mi María, su buen rollo, amabilidad, alegría y el buen hacer de los grandes moteros, gracias a ellos esta ruta será inolvidable.
Gracias chic@s hasta la próxima.
Nos vemos en la carretera…
*Los seis...
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Datos del viaje.-
Salida: Vilagarcia de Arousa (Pontevedra-Galicia)
Tiempo empleado: 7 días/6 noches
(2 en Valladolid, 1 Saint Jean, 1 Argelez-Gasozt, 1 Saint Girons, 1 Andorra La Vella)
Personas/Motos utilizadas: 6 personas/3 motos
(Suzuki VSTROM 650 y BMW K1300GT)
Km. recorridos: 2.700 km. (desde Galicia)
Ciudades y sitios visitados: Viana de Cega, Roncesvalles, Saint Jean Pied de Port, Argeles-Gasost, Lourdes, Luz Saint Sauveur, Bagnerés de Luchon, La Mongie, Saint Girons, Andorra La Vella, Caldea, Col de Tourmalet, Osquinch, Aubisque, Soulor, Aspin, Peyresourde, Mente, Envalira, Clin, Portet d´Aspet, d´Espies, Four, Caugnous y Col de Port, Lagos de Avajar, Abadia de Retuerta.
Problemas surgidos: No marca punto muerto y la moto no enciende sola, hay que apretar el embrague aunque esté en punto muerto. El viaje lo hicimos igual, aunque con este problemilla.
Presupuesto: En las webs de viajes que suelo leer y en las crónicas de viajes en moto en los foros, casi siempre da reparo poner lo que te has gastado, parece que da miedo el escribirlo cuando es condición indispensable para realizar el viaje, yo no tengo reparo en decirlo, es más, creo que es esencial para el que lee la crónica por si algún día le apetece realizar este viaje o uno parecido.
Pues nos gastamos unos 850,00 € pareja/moto, o sea, 425,00 cada uno, esto incluye; gasolina, hoteles, desayunos, comidas, cenas, entrada a “Caldea” y algún que otro extra.
Creo que no ha sido caro, ¿verdad?, si es que… viajar en moto sale barato.
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NOTA: Desde hace varios años en mis largos viajes en moto (más de 1.000 km), en algún lugar o en alguna cosa, siempre me sale un número especial el cual me da suerte y tranquilidad en ruta, siempre que esto pasa, realizamos un gran viaje y sin ningún percance, este número es el 8 (ocho).
Esto lo descubrí por casualidad en un viaje a Marruecos en el 2009 después de estar analizando varios datos, y esta vez también apareció en varias ocasiones, exactamente fueron ocho.
Bueno, no tengo ganas de extenderme en este tema, algún día contaré el secreto del ocho, aunque si leéis las crónicas de mis otros viajes, lo entenderéis en parte.
Voy a citar dos de ellas; la principal es que nos fuimos de viaje a los Pirineos (P+i+r+i+n+e+o+s = 8 letras), la otra, es que de las tres habitaciones en las que dormíamos todas las noches, una de ellas siempre acababa en ocho (8), a nosotros nos toco en Andorra…
*FIN........................................
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