Por tres cochinos minutos

DEXTER

Curveando
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Por tres cochinos minutos

Arturo Pérez-Reverte.
apr.jpg




A ver si consigo que me leas con atención, Fulano o como te llames. Porque hace poco me mataste a un amigo. Y digo amigo, porque lo era. De verdad. No le había visto la cara nunca, pero eso no importa. Lo era, repito. Leía mis libros, y también esta página cada semana. Tenía 28 años, era bien parecido, deportista, corría diez kilómetros cada día. Buena pinta, sano y fuerte. Además era un tipo noble, sencillo, derecho, con sentido del honor como los de antes, con palabra, apretón de manos franco, y todo eso. Con sentido del humor, además, lo que era un regalo, un don de la existencia para quienes estaban con él. Había aprendido a disfrutar de la vida con dignidad y con decencia. Hay gente que vive noventa tacos de almanaque y nunca llega a ser tan sabia y lúcida como lo era él. Amaba el mar, como yo. Tenía una familia, una novia, unos amigos. Tenía una perra que ahora lo busca con ojos leales y tristes, moviendo el rabo esperanzada cada vez que alguien roza la puerta. Tenía un futuro. Si tú se lo hubieras permitido, habría llegado a ser un tipo de esos que hacen el mundo soportable, en vez de una cloaca sucia y oscura, a merced de irresponsables como tú.

También tenía una moto, aunque no era uno de los que van haciendo el cimbel como suicidas prematuros. Aquella mañana circulaba despacio, cerca de la playa, con el casco puesto y guardando las precauciones adecuadas. Y ése fue el momento que elegiste, maldita sea tu estampa, para salir con el coche de la gasolinera a toda velocidad, saltándote tres carriles antes de girar en dirección prohibida, a fin de ahorrarte los cien metros hasta el siguiente cambio de sentido. Llevabas a tu mujer y a tu hijo en el coche, y aun así hiciste esa pirula. Te jugaste tu vida y la de ellos por ganar tres minutos, y arrancaste de cuajo la de otro. Le diste de lleno, clac. Moto y motorista a tomar por saco. Doce días en coma, luchando entre la vida y la muerte. Y luego, ya sabes. Como esos aparatitos de las películas: la línea recta en el monitor. Piiiii. Pero no era una película, sino la vida de un joven lleno de sueños y esperanzas. Por usar un lenguaje de cine y que lo entiendas, cretino: cuando matas a alguien le quitas todo lo que tiene y todo lo que podría llegar a tener.

Por supuesto, ahora estás en la calle, tan campante. Los miserables como tú no van a la cárcel. Ignoro exactamente qué te cayó, si es que fue algo además de tres meses sin permiso de conducir. Si la gentuza de tu calaña fuera al talego cada vez que despacha a alguien, las cárceles iban a parecer el camarote de los hermanos Marx. No hay más que veros pasar al volante, inconscientes, letales, a toda leche, creyéndoos inmortales. Seguros, como fue tu caso, de que si alguien palma, será otro. Así que imagino que a estas alturas ya estarás conduciendo de nuevo, como si nada. Los jueces son comprensivos en esto, por lo general; y en cierta forma toco madera, porque la vida da muchas vueltas y nunca se sabe. Ignoro si un día seré yo quien tenga que verse ante un juez. Pero tales son las contradicciones de la vida. Además, lo mío es sólo una hipótesis: no suelo ahorrarme esos cien metros hasta el cambio de sentido, ni me salto los carriles de tres en tres, ni circulo como un majara. Lo tuyo es una realidad: estoy hablando de ti y de tu caso. No tengo toda la información, pero sí la sospecha de que, en vez de prohibirte conducir durante el resto de tu vida, o mandarte un año a trabajar, por ejemplo, al hospital de tetrapléjicos de Toledo, ayudando a gente a la que otros como tú jodieron la vida, supongo que la Justicia, benévola, habrá permitido que te redimas con el pago de una multa. Es lo que suele. Y ahora ni remordimientos tienes, ¿verdad? Parece mentira la capacidad de supervivencia y egoísmo del ser humano. Cómo nos convencemos a nosotros mismos de que la mala suerte, el destino, etcétera, tuvieron la culpa. Al final siempre resultamos asquerosamente inocentes. De todo. Y quién te ha visto y quién te ve. Quién reconocería ahora en ti al lloroso mierdecilla que se justificaba ante los guardias, desolado, frente al cuerpo tirado en el suelo, aquel día de la gasolinera. Pasa el tiempo, y nos justificamos, y si los dolores propios terminan diluyéndose en el recuerdo, para qué decir de los dolores ajenos.

Por eso escribo hoy esta página. Para recordártelo. Para contar que me arrebataste a un amigo al que nunca llegué a conocer. Para decirte que ojalá revientes. Cabrón.
 
Este relato tiene algunos años, pero tiene toda la razón.
Mi paisano ha relatado con la maestría que él sabe la realidad que vivimos a diario, sin decir idioteces de que vamos como locos.
Ha expuesto una realidad.
Me siento orgulloso de ser motero y paisano de este tío.
 
Nunca me gusto Pérez Reverte, por estilo narrativo o porcentaje de número de tacos por artículo (he leído todos sus libros y sus opiniones... lo prefería de corresponsal de guerra, que por eso me gustó). Acierta en el tema que es sensible para nuestro gremio (moto).

lo de todos los días al coger la moto...
 
Un "crack"... :)


no hay palabras una vez mas para definir a este Caballero... :-?

y no en particular por este escrito, sino por todos... :)


un ejemplo de mente lucida, un "paisano" con dos cojones... :)


mi mas rendida admiración al Sr. Reverte :D


un saludo
 
Pues no estoy de acuerdo. Me gusta Reverte, pero en esta ocasión creo que su análisi del asunto es demagógico y simplista. No eludo la responsabilidad del conductor, que se salta las normas de circulación. Pero dando esto por sentado, a mi juicio en este asunto hay muchas víoctimas, no lsoo el fallecido. Y una de ellas es el conductor, su mujer, sus hijos, a los que la vida se les ha arruinado, vaya o no a la cárcel. Y que la carretera tiene mucho de lotería. Que uno, que se cree un modelo de conductor, puede fácilmente cometer una imprudencia y acabar en una tragedia. Concertirse de la noche a la mañana de un padre y marido normal, a el protagonista de los comentarios de Reverte.
No me entendáis mal; no hay manera de igualar ambos destinos. Pero de verdad pienso que cualquiera de nosotros, a lo largo de toda nuestra vida de conductores, podemos pasar de ciudadanos normales a asesinos convictos y vituperados solo con tener un poco, o un mucho, de mala suerte.
Jose
 
Hace tiempo que lo había leído y ha sido todo un gustazo leerlo de nuevo.

Es un Sin palabras.
 
:-? :-? :-?
No es precisamente el tipo de escritor que me gusta, pero reconozco que en este caso lo ha bordado. Llama a las cosas por su nombre y encima nos hecha un capote.

Bueniiisssiiiimooooo.

::) ::) ::)
 
jota.jota dijo:
la carretera tiene mucho de lotería. Que uno, que se cree un modelo de conductor, puede fácilmente cometer una imprudencia y acabar en una tragedia. Concertirse de la noche a la mañana de un padre y marido normal, a el protagonista de los comentarios de Reverte.

Esa es la cuestión, JJ. Que una persona honrada y cabal, amantísimo padre y esposo, cuando toma la decisión (no es azar, es un acto voluntario) de saltarse el derecho de paso de un motorista, se convierte, nos guste o no, en un homicida. Casi las 3/4 partes de los accidentes de moto se producen así. No hay excusas. Mi tolerancia es cero con ellos.
 
Que mas se puede decir, Pérez Reverte lo narra desde el corazón y con una claridad increible..... :(

Suerte a todos/as en esas carreteras.

Ráfagas.
 
En mi opinion, ese texto deberia comentarse en la formacion de las autoescuelas.

Un saludo desde Valencia
 
jota.jota dijo:
Pues no estoy de acuerdo. Me gusta Reverte, pero en esta ocasión creo que [highlight]su análisi del asunto es demagógico y simplista[/highlight]. No eludo la responsabilidad del conductor, que se salta las normas de circulación. Pero dando esto por sentado, a mi juicio en este asunto hay muchas víoctimas, no lsoo el fallecido. Y una de ellas es el conductor, su mujer, sus hijos, a los que la vida se les ha arruinado, vaya o no a la cárcel. Y que la carretera tiene mucho de lotería. Que uno, que se cree un modelo de conductor, puede fácilmente cometer una imprudencia y acabar en una tragedia. Concertirse de la noche a la mañana de un padre y marido normal, a el protagonista de los comentarios de Reverte.
No me entendáis mal; no hay manera de igualar ambos destinos. Pero de verdad pienso que cualquiera de nosotros, a lo largo de toda nuestra vida de conductores, podemos pasar de ciudadanos normales a asesinos convictos y vituperados solo con  tener un poco, o un mucho, de mala suerte.
Jose


Es que la REALIDAD,jota.jota, a veces es así de SIMPLE. Tienes parte de razón en lo que dices, cualquiera podemos cometer un error o tener un despiste al volante y podemos provocar una tragedia, pero de ahí a cometer verdaderas imprudencias y conducir como si fuéramos el rey de la carretera va un trecho.

Comentas: " Pero de verdad pienso que cualquiera de nosotros, a lo largo de toda nuestra vida de conductores, podemos pasar de ciudadanos normales a asesinos convictos y vituperados solo con  tener un poco, o un mucho, [highlight]de mala suerte[/highlight]."

Y ese es el problema. Citando a Reverte:
"Cómo nos convencemos a nosotros mismos de que la mala suerte, el destino, etcétera, tuvieron la culpa. Al final siempre resultamos asquerosamente inocentes. De todo."

Y es que mientras no nos concienciemos TODOS de que cuando salimos a la carretera tenemos un arma en nuestras manos seguiré viendo a diario las barbaridades que veo.

Porque por muy padre y marido normal que se sea, algunos cuando se suben al coche se convierten en auténticos cabestros, y estoy con insane, con estos tolerancia cero.

Dices que la carretera tiene mucho de lotería,... yo te diría que hay que intentar no comprar boletos...

En fin solo es una opinión más, un saludo jota.jota
 
No estoy de acuerdo en lo de LA MALA SUERTE, es decir todos como bien dices podemos sobrepasar la linea que separa el bien del mal en un momento determinado, porque quien no a circulado a mas velocidad a realizado algun giro prohibido etc, creo que todos pero desde el momento en que estamos realizando algo mal y que a su vez ponemos en peligro a otro persona somos irresponsables y somos igual de asesino que otro en el caso de tener un accidente, no creo que debamos decir joder que mala suerte como bien dicen el que juega con fuego se quema, lo que tenemos es que tener muchisimo cuidado hay fuera con los demas y con nosotros mismos. Vssss Saludos.
 
insane dijo:
[quote author=jota.jota link=1228334233/0#10 date=1228346331]la carretera tiene mucho de lotería. Que uno, que se cree un modelo de conductor, puede fácilmente cometer una imprudencia y acabar en una tragedia. Concertirse de la noche a la mañana de un padre y marido normal, a el protagonista de los comentarios de Reverte.

Esa es la cuestión, JJ. Que una persona honrada y cabal, amantísimo padre y esposo, cuando toma la decisión (no es azar, es un acto voluntario) de saltarse el derecho de paso de un motorista, se convierte, nos guste o no, en un homicida. Casi las 3/4 partes de los accidentes de moto se producen así. No hay excusas. Mi tolerancia es cero con ellos.
[/quote]

Amén :-[

Saludos
 
Bien, decía en el mensaje que no eludo la responsabilidad del conductor, ni muchos menos abogo por la desresponsabilización general de las conductas, y su atribución a la mala suerte, al destino, a una infancia desgraciada o a cualquier otra excusa. Lo que quiero decir es que hay una diferencia entre alguien que te daña a propósito, que lo hace por maldad o por obtener un beneficio (te roba, te viola, te asesina...), con quien lo hace como consecuencia de una imprudencia en la que no busca ese resultado, y que como consecuencia de su acto arruina no solo la vida del muerto, sino la suya propia y la de su familia. También creo que hay una diferencia entre los descerebrados que pueblan las carreteras con sus tedeis de lunas tintadas, chunta-chunta y que sistemáticamente conducen de manera irresponsable, con el resto de conductores. Si yo pienso en que en mis 30 años de conductor nunca he tenido un accidente de gravedad, hay una parte que puedo atribuir a mi prudencia, pero otra es simplemente la suerte. Puedo recordar más de una ocasión en que he valorado mal las circunstancias de la situación, y que si hubiera venido alguien de frente o cualquier otro imprevisto, me lo hubiera llevado por delante. Y si es un motorista, pues me conviero, en una décima de segundo, en un asesino equiparable a quien le pega dos tiros en la cabeza a un empresario, o al vilador que además mata a su víctima, o al atracador que le pega dois tros a un joyero?? Sinceramente, creo que no. Insisto, no disculpo la responsabilidad del conductor; pero creo que cuando equiparamos como igualmente delincuentes a los asesinos, violadores, atracadores, con los imprudentes de la carretera estamos metiendo en el mismo saco cosas muy distinta, moralmente distintas, aunque las consecuencias sean las mismas.
Yo, además de motero, soy cicloturista. Con 10.000 kms al año en bici, os podéis imaginar las cosas que veo y que sufro por parte del tráfico motorizado. La carretera es una lotería, y esa es una parte ineludible de las cosas. Si además somos imprudentes, el número de boletos para que te toque se incrementa exponencialmente.
En fin, compañeros, solo es una reflexión. No me resulta tan difícil pensar que en un segundo, en un mal día, en una mala valoración de las circunstancias, en una mala decisión, en una infracción que quizás pienso inocente y luego no lo es tanto, podría pasar a engrosar la lista de los asesinos de la carretera.
Andar con cuidado
 
Anda que no tenemos H.P. de estos sueltos en todas y cada una de las carreteras.

Un saludo a todos y mucha mucha suerte en la carretera.
 
Creo que no es justificable de ningún modo la acción del conductor del coche porque cometió una verdadera imprudencia al cruzar toda la calzada rápidamente, eso no se puede hacer nunca porque es muy posible que ocurra un accidente de esas características. El problema es que imprudencias de ésas se ven con mucha frecuencia. Sin ir más lejos yo vi el pasado domingo un coche parado en el carril izquierdo de una autopista justo después de un cambio de rasante. Hechos como ése no se pueden consentir, menos mal que no apareció nadie por detras hasta que volvió a arrancar porque podía haber sido catastrófico, no fui capaz ni siquiera de pitar porque me quedé perplejo. Una acción de esa naturaleza creo que es merecedora de una sanción ejemplar.

Saludos.
 
Con un nudo en la garganta he leído al maestro.
Joder que mierda. Que cualquier hijo de puta te pueda quitar LA VIDA por ahorrarse tres jodidos minutos. Desolador.
¿Qué habrá sido de este mierdecilla? Deberíamos publicar el nombre de tipejos como éste en una lista negra.
>:( :'( >:( :'( :'( >:( :'(
 
DEXTER dijo:
Por tres cochinos minutos

Arturo Pérez-Reverte.
apr.jpg



 
A ver si consigo que me leas con atención, Fulano o como te llames. Porque hace poco me mataste a un amigo. Y digo amigo, porque lo era. De verdad. No le había visto la cara nunca, pero eso no importa. Lo era, repito. Leía mis libros, y también esta página cada semana. Tenía 28 años, era bien parecido, deportista, corría diez kilómetros cada día. Buena pinta, sano y fuerte. Además era un tipo noble, sencillo, derecho, con sentido del honor como los de antes, con palabra, apretón de manos franco, y todo eso. Con sentido del humor, además, lo que era un regalo, un don de la existencia para quienes estaban con él. Había aprendido a disfrutar de la vida con dignidad y con decencia. Hay gente que vive noventa tacos de almanaque y nunca llega a ser tan sabia y lúcida como lo era él. Amaba el mar, como yo. Tenía una familia, una novia, unos amigos. Tenía una perra que ahora lo busca con ojos leales y tristes, moviendo el rabo esperanzada cada vez que alguien roza la puerta. Tenía un futuro. Si tú se lo hubieras permitido, habría llegado a ser un tipo de esos que hacen el mundo soportable, en vez de una cloaca sucia y oscura, a merced de irresponsables como tú.

También tenía una moto, aunque no era uno de los que van haciendo el cimbel como suicidas prematuros. Aquella mañana circulaba despacio, cerca de la playa, con el casco puesto y guardando las precauciones adecuadas. Y ése fue el momento que elegiste, maldita sea tu estampa, para salir con el coche de la gasolinera a toda velocidad, saltándote tres carriles antes de girar en dirección prohibida, a fin de ahorrarte los cien metros hasta el siguiente cambio de sentido. Llevabas a tu mujer y a tu hijo en el coche, y aun así hiciste esa pirula. Te jugaste tu vida y la de ellos por ganar tres minutos, y arrancaste de cuajo la de otro. Le diste de lleno, clac. Moto y motorista a tomar por saco. Doce días en coma, luchando entre la vida y la muerte. Y luego, ya sabes. Como esos aparatitos de las películas: la línea recta en el monitor. Piiiii. Pero no era una película, sino la vida de un joven lleno de sueños y esperanzas. Por usar un lenguaje de cine y que lo entiendas, cretino: cuando matas a alguien le quitas todo lo que tiene y todo lo que podría llegar a tener.

Por supuesto, ahora estás en la calle, tan campante. Los miserables como tú no van a la cárcel. Ignoro exactamente qué te cayó, si es que fue algo además de tres meses sin permiso de conducir. Si la gentuza de tu calaña fuera al talego cada vez que despacha a alguien, las cárceles iban a parecer el camarote de los hermanos Marx. No hay más que veros pasar al volante, inconscientes, letales, a toda leche, creyéndoos inmortales. Seguros, como fue tu caso, de que si alguien palma, será otro. Así que imagino que a estas alturas ya estarás conduciendo de nuevo, como si nada. Los jueces son comprensivos en esto, por lo general; y en cierta forma toco madera, porque la vida da muchas vueltas y nunca se sabe. Ignoro si un día seré yo quien tenga que verse ante un juez. Pero tales son las contradicciones de la vida. Además, lo mío es sólo una hipótesis: no suelo ahorrarme esos cien metros hasta el cambio de sentido, ni me salto los carriles de tres en tres, ni circulo como un majara. Lo tuyo es una realidad: estoy hablando de ti y de tu caso. No tengo toda la información, pero sí la sospecha de que, en vez de prohibirte conducir durante el resto de tu vida, o mandarte un año a trabajar, por ejemplo, al hospital de tetrapléjicos de Toledo, ayudando a gente a la que otros como tú jodieron la vida, supongo que la Justicia, benévola, habrá permitido que te redimas con el pago de una multa. Es lo que suele. Y ahora ni remordimientos tienes, ¿verdad? Parece mentira la capacidad de supervivencia y egoísmo del ser humano. Cómo nos convencemos a nosotros mismos de que la mala suerte, el destino, etcétera, tuvieron la culpa. Al final siempre resultamos asquerosamente inocentes. De todo. Y quién te ha visto y quién te ve. Quién reconocería ahora en ti al lloroso mierdecilla que se justificaba ante los guardias, desolado, frente al cuerpo tirado en el suelo, aquel día de la gasolinera. Pasa el tiempo, y nos justificamos, y si los dolores propios terminan diluyéndose en el recuerdo, para qué decir de los dolores ajenos.

Por eso escribo hoy esta página. Para recordártelo. Para contar que me arrebataste a un amigo al que nunca llegué a conocer. Para decirte que ojalá revientes. Cabrón.


Chapó Arturo.
 
Hay imprudencias que no tienen perdón.

Pasaré este texto por correo electrónico a mis contactos, creo que todos debemos aprender de cosas como estas, porque en algún momento hemos sido imprudentes y no nos damos cuenta del alcance que eso puede tener.

Gracias Arturo, todos los días debemos de reflexionar sobre nuestras actitudes.


Aurora María (Diablillo)
 
Una reflexión en voz alta.
Qué es un bala, más que unos gramos de metal impulsados a mucha velocidad. Creo recordar que a unos 1.000 Km/h.
Pues bien. Un coche es un trozo muy grande de acero, 1.000, 2.000 0 3.000Kg impulsados a una velocidad de 100, 200 o 300Km/h.
:o :o :o :o :o :o :o :o :o :o :o :o :o
 
insane dijo:
[quote author=jota.jota link=1228334233/0#10 date=1228346331]la carretera tiene mucho de lotería. Que uno, que se cree un modelo de conductor, puede fácilmente cometer una imprudencia y acabar en una tragedia. Concertirse de la noche a la mañana de un padre y marido normal, a el protagonista de los comentarios de Reverte.

Esa es la cuestión, JJ. Que una persona honrada y cabal, amantísimo padre y esposo, cuando toma la decisión (no es azar, es un acto voluntario) de saltarse el derecho de paso de un motorista, se convierte, nos guste o no, en un homicida. Casi las 3/4 partes de los accidentes de moto se producen así. No hay excusas. Mi [highlight]tolerancia[/highlight] es [highlight]cero[/highlight] con ellos.
[/quote]

absolutamente de acuerdo; el quid es que como dice insane tomas una decisión, no es el azar.
 
Sabias palabras que expresan genuinos sentimientos.No existe mejor expresiòn de lo que se siente.Que paìs, que paisaje y que paisanaje.
 
Hola jota.jota.

Es verdad que todos podemos provocar un accidente, pero si lo buscas es mas facil que lo tengas aunque no lo desees. y convertirnos de la noche a la mañana de un ciudadano normal en un homicida, pero hay gente de esta que no comete una imprudencia sino que toda su vida es una imprudencia porque empalma una con otra. y toco madera para que a mi nunca me pase, ni en un sentido ni en otro. pero si no haces imprudencias, es mas dificil que te cargues a alguien.

Y yo reconozco que he hecho muchas en mis 25 años de motore, pero con la edad cada vez muchas menos, por que por desgracia he ido a muchos entierros de colegas

salu2 y cuidado en las calles
 
Sí señor, ya está bien de Fittipaldis de pacotilla al volante o al manillar...
 
Que razón tiene el Reverte.

Hace dos domingos, unos amigos, de aqui Tarragona salieron con sus respectivas motos y acompañantes (una era la hija de un amigo mio 21 añitos, Jessica, para ser mas concretos), tomaron la entrada de la AP7 en El Vendrell 2 motos y cerrando la marcha un triker, cuando antes de llegar a Martorell (yendo por su carril derecho y a una velocidad aproximada de 120 o 130 km/h), les embistio un energumeno con su BMW a unos 200 km/h. Resultado de la colisión mi amiga y su novio muertos en el acto, y tres personas más (las otras dos motos) en estado critico. El conductor del mencionado vehiculo a los dos días suelto con cargos (el mencionado es un policia local del Prat) no nos tendrian que dar ejemplo de conducción y urbanismo estas personas? ah y no iba borrracho, pero paso los limites, 0,28

Pena, penita pena, si de sujetos como estos tenemos que aprender

Juan
 
Esa es la cruda realidad, sin florituras ni avalorios.
¡¡¡ Qué pena !!! :-[

Juan Luis
 
Pol45 dijo:
Sí señor, ya está bien de Fittipaldis de pacotilla al volante o al manillar...

Normalmente, los homicidas que se meten en nuestra trayectoria son lentos y patosos, y se bloquean a la mínima incidencia. Los venaos son otra especie, peligrosa, pero menos, porque suelen ir atentos.
 
jota.jota dijo:
Bien, decía en el mensaje que no eludo la responsabilidad del conductor, ni muchos menos abogo por la desresponsabilización general de las conductas, y su atribución a la mala suerte, al destino, a una infancia desgraciada o a cualquier otra excusa. Lo que quiero decir es que hay una diferencia entre alguien que te daña a propósito, que lo hace por maldad o por obtener un beneficio (te roba, te viola, te asesina...), con quien lo hace como consecuencia de una imprudencia en la que no busca ese resultado, y que como consecuencia de su acto arruina no solo la vida del muerto, sino la suya propia y la de su familia. También creo que hay una diferencia entre los descerebrados que pueblan las carreteras con sus tedeis de lunas tintadas, chunta-chunta y que sistemáticamente conducen de manera irresponsable, con el resto de conductores. Si yo pienso en que en mis 30 años de conductor nunca he tenido un accidente de gravedad, hay una parte que puedo atribuir a mi prudencia, pero otra es simplemente la suerte. Puedo recordar más de una ocasión en que he valorado mal las circunstancias de la situación, y que si hubiera venido alguien de frente o cualquier otro imprevisto, me lo hubiera llevado por delante. Y si es un motorista, pues me conviero, en una décima de segundo, en un asesino equiparable a quien le pega dos tiros en la cabeza a un empresario, o al vilador que además mata a su víctima, o al atracador que le pega dois tros a un joyero?? Sinceramente, creo que no. Insisto, no disculpo la responsabilidad del conductor; pero creo que cuando equiparamos como igualmente delincuentes a los asesinos, violadores, atracadores, con los imprudentes de la carretera estamos metiendo en el mismo saco cosas muy distinta, moralmente distintas, aunque las consecuencias sean las mismas.
Yo, además de motero, soy cicloturista. Con 10.000 kms al año en bici, os podéis imaginar las cosas que veo y que sufro por parte del tráfico motorizado. La carretera es una lotería, y esa es una parte ineludible de las cosas. Si además somos imprudentes, el número de boletos para que te toque se incrementa exponencialmente.
En fin, compañeros, solo es una reflexión. No me resulta tan difícil pensar que en un segundo, en un mal día, en una mala valoración de las circunstancias, en una mala decisión, en una infracción que quizás pienso inocente y luego no lo es tanto, podría pasar a engrosar la lista de los asesinos de la carretera.
Andar con cuidado

Hola Jota Jota. Creo que se por donde vas y en parte tambien creo que no te falta razon, pero esa mala suerte muchas veces tambien se busca. Hace 6 meses me compre un smart y casualmente, desde hace seis meses veo que cada vez hay mas hijo puta suelto. Ven al smart como a una moto y aplican la ley de la preferencia: prefiero pasar yo que llevo un coche mas grande. Pues si algun dia me pasa algo, podra ser por mala suerte, pero veo que cada dia se busca mas esa desgraciada suerte. Y si tu eres ciclista estaras conmigo es que es asi. Yo de hecho aparque la bici de carreras y me pase a la mountain para salir de lo negro.

Y al sr Perez Reverte, que siga asi por mucho tiempo.

PD: para los que no paseis por otros temas, hacedlo que hay otro articulo suyo buenisimo.
 
F650SS dijo:
[quote author=jota.jota link=1228334233/15#21 date=1228387277]Bien, decía en el mensaje que no eludo la responsabilidad del conductor, ni muchos menos abogo por la desresponsabilización general de las conductas, y su atribución a la mala suerte, al destino, a una infancia desgraciada o a cualquier otra excusa. Lo que quiero decir es que hay una diferencia entre alguien que te daña a propósito, que lo hace por maldad o por obtener un beneficio (te roba, te viola, te asesina...), con quien lo hace como consecuencia de una imprudencia en la que no busca ese resultado, y que como consecuencia de su acto arruina no solo la vida del muerto, sino la suya propia y la de su familia. También creo que hay una diferencia entre los descerebrados que pueblan las carreteras con sus tedeis de lunas tintadas, chunta-chunta y que sistemáticamente conducen de manera irresponsable, con el resto de conductores. Si yo pienso en que en mis 30 años de conductor nunca he tenido un accidente de gravedad, hay una parte que puedo atribuir a mi prudencia, pero otra es simplemente la suerte. Puedo recordar más de una ocasión en que he valorado mal las circunstancias de la situación, y que si hubiera venido alguien de frente o cualquier otro imprevisto, me lo hubiera llevado por delante. Y si es un motorista, pues me conviero, en una décima de segundo, en un asesino equiparable a quien le pega dos tiros en la cabeza a un empresario, o al vilador que además mata a su víctima, o al atracador que le pega dois tros a un joyero?? Sinceramente, creo que no. Insisto, no disculpo la responsabilidad del conductor; pero creo que cuando equiparamos como igualmente delincuentes a los asesinos, violadores, atracadores, con los imprudentes de la carretera estamos metiendo en el mismo saco cosas muy distinta, moralmente distintas, aunque las consecuencias sean las mismas.
Yo, además de motero, soy cicloturista. Con 10.000 kms al año en bici, os podéis imaginar las cosas que veo y que sufro por parte del tráfico motorizado. La carretera es una lotería, y esa es una parte ineludible de las cosas. Si además somos imprudentes, el número de boletos para que te toque se incrementa exponencialmente.
En fin, compañeros, solo es una reflexión. No me resulta tan difícil pensar que en un segundo, en un mal día, en una mala valoración de las circunstancias, en una mala decisión, en una infracción que quizás pienso inocente y luego no lo es tanto, podría pasar a engrosar la lista de los asesinos de la carretera.
Andar con cuidado

Hola Jota Jota. Creo que se por donde vas y en parte tambien creo que no te falta razon, pero esa mala suerte muchas veces tambien se busca. Hace 6 meses me compre un smart y casualmente, desde hace seis meses veo que cada vez hay mas hijo puta suelto. Ven al smart como a una moto y aplican la ley de la preferencia: prefiero pasar yo que llevo un coche mas grande. Pues si algun dia me pasa algo,  podra ser por mala suerte, pero veo que cada dia se busca mas esa desgraciada suerte. Y si tu eres ciclista estaras conmigo es que es asi. Yo de hecho aparque la bici de carreras y me pase a la mountain para salir de lo negro.

Y al sr Perez Reverte, que siga asi por mucho tiempo.

PD: [highlight]para los que no paseis por otros temas, hacedlo que hay otro articulo suyo buenisimo[/highlight].[/quote]

pues si, muy bueno! que tio!
 
Carlos dijo:
Sabias palabras que expresan genuinos sentimientos.No existe mejor expresiòn de lo que se siente.[highlight]Que paìs, que paisaje y que paisanaje.[/highlight]

Me alegra recordar también aquí a Don Miguel (de Unamuno, claro)

Saludos ;)
 
Este tio es un crack....... lástima que tengamos que apreciarlo en un relato con esta temática :'(...... que envídia me dan los que tienen el privilegio de expresarse así.

VVVVVSSSSS
 
A ver...estamos todos de acuerdo en lo básico, en que es fundamental tomarse la carretera en serio, y que hay mucho descerebrado que se la va jugando constantemente, y lo que es peor, jugando con la vida de los demás. Pero la mayoría de los accidentes no los provocan esos tipos (y tipas, que tb las hay), sino gente normal y corriente, que simplemente sufre un despiste, valora mal una situación y su riesgo. Decirme un solo conductor con más de 5 años de carné que nunca, ni una sola vez, jamás de los jamases haya hecho un adelantamiento justillo, de esos que te das cuentas de que no llegas y se te viene encima, aún en el carril izdo, el cambio de resante o la curva. O que pasas el semáforo recién puesto en rojo porque llegas un poco deprisa y no te da tiempo a frenar, o porque has tenido un día malo en el curro y vas pensando en las musarañas. O que te saltas un stop sin darte cuenta, y cruzas los dedos. Si en cualquiera de esos casos aparece otro por su carril, o por su derecha, me lo llevo por delante. Soy un asesino? Soy un hijoputa? Merezco la cárcel para siempre?. Ese instante de despiste, de mala valoración, me define como persona para siempre?? Yo creo que no.
Y el que esté libre de pecado, es decir, aquel que pueda decir que jamás, nunca, ni una sola vez, ha protagonizado, sin quererlo, una situación en la que solo la fortuna le ha salvado de males mayores, que tire la primera piedra. Yo no puedo. Y en ese caso, lo único que me diferencia de ser un hijoputa asesino es que yo no he tenido mala suerte.
Insisto, no disculpo a nadie. Pero creo que es importante no mezclar churras con merinas, no tratar de la misma manera a los descerebrados que van por la carretera jugando a la ruleta rusa, imponiéndose, que no respetan a los demás, que se te pegan al parachoques trasero (como odio a esos, a los que se te ponen pegados, te dan las luces, con su cara de cabreo), que a las personas que simplemente se ven involucradas en un accidente, en el que tendrán su grado de culpa, de responsabilidad, y tendrán que rendir cuentas por ello, pero eso no les convierte en asesinos, en hijoputas o en seres deleznables.
Bueno, ya no doy más la tabarra, creo que me explico.
A pasarlo bien, y con cuidao!! Ah, la semana que viene me dan mi flamante f800st, azul oscura, preciosa. Pero seguiré tb con mi f650gs, que tantas satisfacciones me ha dado.
 
[highlight]jota.jota[/highlight]. las preguntas que lanzas, no tendrán la contestación adecuada, porque los que las pueden responder están Muertos.

Un Saludo.
 
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