ManuelV
Curveando
- Registrado
- 13 Feb 2007
- Mensajes
- 1.055
- Puntos
- 48
... deportivamente, se entiende.
El hilo de aquí al lado sobre las ventajas e inconvenientes de las cajas automáticas me ha dado que pensar y he decidido abrir un hilo de tipo... ejem ejem... digamos que... ¿psicológico?
En el hilo referido, alguien recordaba que, antiguamente, el avance al encendido (la antelación con la que salta la chispa respecto al PMS) no se gestionaba automáticamente, sino que era decisión del piloto, que disponía de una palanquita para poder regularlo. Yo no he pilotado nada así, pero mi padre si. Si ahora existiese esa posibilidad, ¿cuantos de vosotros la pediríais como opción al comprar la moto? Yo seguro que no, porque estoy convencido de que en ese caso la mayor parte del tiempo llevaría el motor fuera de punto. Es imposible que, armado solo con la intuición y el oido, un piloto pueda escoger mejor el avance de lo que lo hace una ECU a la que le llegan señales de todo tipo de sensores, de régimen, de temperatura, de posición de mariposa, etc, que aportan información precisa de parámetros influyentes y que se procesa por vía electrónica de manera instantánea. ¿Porqué querríamos complicarnos así la vida, cuando la electrónica es capaz de hacerlo mejor que nosotros? El ejemplo del avance al encendido quizás está un poco traído por los pelos, pero algo parecido pasa con la caja de cambios manual. Por algunas de las respuestas en el otro hilo, me ha parecido ver que de algunos de vostros sentiríais como una pérdida la desaparición de las cajas de cambio manuales. Un poco como si con ello pilotar una moto tuviese menos mérito por ser más sencillo.
¿Tiene un atractivo especial que las cosas sean complicadas? Estoy seguro de que en muchos casos sí, o si no no se sentiría esa especie de sensación de admiración cuando, al entrar en un avión, vemos de reojo los muchos relojitos que están en el cuadro de instrumentos y pensamos en lo cualificado que debe estar el piloto capaz de procesar e interpretar toda esa información. Es obvio que si el comandante pone el piloto automático la cosa pierde mucha gracia.
¿Pasará lo mismo en la moto si dejamos de decidir cual es la marcha más adecuada a cada circunstancia y lo decide por nosotros un regulador PID? ¿De verdad lo sentiríais como una renuncia?
Yo no soy una persona a la que se le pueda reprochar que no se interese por la técnica de la conducción o que no le divierta conducir. El que ande por aquí cotorreando creo que demuestra lo contrario. Y eso me lleva preguntarme de qué cosas disfruto yo más especialemente cuando salgo por ahí a hacer el cabra con la moto. Yo creo que lo que es esencial de verdad es la velocidad con la que vas por una cierta carretera. A mi, trazar una curva en tercera o en cuarta me trae sin cuidado. Lo que me importa es trazarla, primero bien, y luego deprisa. La velocidad es el factor de diversión primordial y el que condiciona lo que tienen las motos de más especial: la inclinación en las curvas. Y con una caja automática se inclinará lo mismo, o quizás mejor, porque no se tendrá que pensar en otros factores como la caja de cambios, que pueden desviar la atención de lo esencial y que, además, conllevan la posibilidad de cometer errores.
El hilo de aquí al lado sobre las ventajas e inconvenientes de las cajas automáticas me ha dado que pensar y he decidido abrir un hilo de tipo... ejem ejem... digamos que... ¿psicológico?
En el hilo referido, alguien recordaba que, antiguamente, el avance al encendido (la antelación con la que salta la chispa respecto al PMS) no se gestionaba automáticamente, sino que era decisión del piloto, que disponía de una palanquita para poder regularlo. Yo no he pilotado nada así, pero mi padre si. Si ahora existiese esa posibilidad, ¿cuantos de vosotros la pediríais como opción al comprar la moto? Yo seguro que no, porque estoy convencido de que en ese caso la mayor parte del tiempo llevaría el motor fuera de punto. Es imposible que, armado solo con la intuición y el oido, un piloto pueda escoger mejor el avance de lo que lo hace una ECU a la que le llegan señales de todo tipo de sensores, de régimen, de temperatura, de posición de mariposa, etc, que aportan información precisa de parámetros influyentes y que se procesa por vía electrónica de manera instantánea. ¿Porqué querríamos complicarnos así la vida, cuando la electrónica es capaz de hacerlo mejor que nosotros? El ejemplo del avance al encendido quizás está un poco traído por los pelos, pero algo parecido pasa con la caja de cambios manual. Por algunas de las respuestas en el otro hilo, me ha parecido ver que de algunos de vostros sentiríais como una pérdida la desaparición de las cajas de cambio manuales. Un poco como si con ello pilotar una moto tuviese menos mérito por ser más sencillo.
¿Tiene un atractivo especial que las cosas sean complicadas? Estoy seguro de que en muchos casos sí, o si no no se sentiría esa especie de sensación de admiración cuando, al entrar en un avión, vemos de reojo los muchos relojitos que están en el cuadro de instrumentos y pensamos en lo cualificado que debe estar el piloto capaz de procesar e interpretar toda esa información. Es obvio que si el comandante pone el piloto automático la cosa pierde mucha gracia.
¿Pasará lo mismo en la moto si dejamos de decidir cual es la marcha más adecuada a cada circunstancia y lo decide por nosotros un regulador PID? ¿De verdad lo sentiríais como una renuncia?
Yo no soy una persona a la que se le pueda reprochar que no se interese por la técnica de la conducción o que no le divierta conducir. El que ande por aquí cotorreando creo que demuestra lo contrario. Y eso me lleva preguntarme de qué cosas disfruto yo más especialemente cuando salgo por ahí a hacer el cabra con la moto. Yo creo que lo que es esencial de verdad es la velocidad con la que vas por una cierta carretera. A mi, trazar una curva en tercera o en cuarta me trae sin cuidado. Lo que me importa es trazarla, primero bien, y luego deprisa. La velocidad es el factor de diversión primordial y el que condiciona lo que tienen las motos de más especial: la inclinación en las curvas. Y con una caja automática se inclinará lo mismo, o quizás mejor, porque no se tendrá que pensar en otros factores como la caja de cambios, que pueden desviar la atención de lo esencial y que, además, conllevan la posibilidad de cometer errores.