Llegó el día, hoy sábado 21 de abril de 2.007 tenía una cita para probar la Dyna Street Bob a las 15 horas y esta ha sido mi experiencia y sensaciones...
Llegué a las 14.30 al concesionario, han montado un buen chiringuito para comer y beber junto a un trailer de Harley que hace las veces de "Hospitality". Saludo a algunos amigos y me dispongo a rellenar los papeles diciendo que tengo experiencia conduciendo motos, que me hago responsable, etc. -muy amable y simpática la chica por cierto-.
Llevan unos 45 minutos de retraso aproximadamente, el tiempo está desapacible, unos 17-18º y está lloviendo, -joder, con los buenos dias que hemos tenido, hoy tenía que llover- de forma menuda al principio pero luego ha ido apretando. Observo al personal mientras me tomo algo y veo de todo en función de su "aspecto", auténticos harlistas, bemeuveros, algún que otro mono de cuero y otros mas bien despistados que no sabría donde encajarlos.
Llega el momento de la salida, me siento en la moto, la sensación es rara, me siento cómodo pero extraño, busco la pata de cabra, consigo quitarla y juego un poco con el embrague y la primera, ¡no es plan de calarla allí en medio!.
Sigue lloviendo lo cual no me hace ninguna gracia puesto que no podré probar la moto como yo quisiera al estar la carretera mojada. La ruta que hacemos es salir hacia Dos Hermanas por la carretera antigua, llegamos por unas carreteras por las que nunca antes había pasado -algunas en obras- hasta pasado Montequinto para desde allí enfilar hacia la SE-30 abandonándola a la altura de la N-IV para volver hacia el concesionario. El ritmo es tranquilo, el "Road Leader" no tiene prisa así que la única manera de tener alguna alegría es quedarse un poco atrás para luego recuperar. La duración ha sido de unos 25-30 minutos.
Ahora entraremos un poco más en profundidad, tomando siempre como referencia la bmw R1150RT que es la moto que poseo y teniendo en consideración que como os dije, estaba lloviendo y el ritmo era tranquilo.
MOTOR:
El motor tira con fuerza, al menos hasta la 5ª marcha, -la sexta no tuve momento de meterla- se nota que hay un buen par, de hecho a veces no sabía en qué marcha iba pero la moto respondía bien por lo que no hay que preocuparse mucho del cambio. Al menos al ritmo al que hemos ido no he echado en falta los 20 cv más que tiene la bmw. En cuanto a las vibraciones, haberlas haylas, pero no me han resultado molestas en absoluto, te llaman la atención pero no molestan, se notan más en parado que andando. Del ruido del escape podemos decir lo mismo, en marcha no te enteras mucho de él.
PARTE CICLO:
Aquí si he notado grandes diferencias, la moto es pesada y con el centro de gravedad muy bajo, lo cual hace que en parado sea fácil de mover pero en carretera si haces unas eses ves que le cuesta. En curvas le cuesta mucho tumbarse lo más mínimo, se hace imprescindible hacer contramanillar para meterla en trayectoria ya que no puedes ayudarte del cuerpo para moverla puesto que la postura de conducción no te permite muchas alegrías ni modificar tu posición.
La suspensión delantera no he podido probarla como quisiera dado el ritmo, de todas formas acostumbrado al Telelever y con el manillar alto me sentía un poco perdido. La trasera es muy rígida, su capacidad de absorción parece nula, sientes una patada en el culo cada vez que coges un bache o unas de esas protuberancias atravesando la carretera que los ayuntamientos gustan de poner para que no corramos. El chasis es un doble cuna de hierro, simple donde los haya y que tampoco debe aportar mucho.
Los frenos, pues frenar frena... Pero para ese ritmo, para más tienes que ayudarte del freno trasero e intentar frenar con la suficiente antelación, a mi no me ha dado mucha confianza, también es cierto que estoy acostumbrado al servofreno, justo todo lo contrario, gran capacidad de frenada con el mínimo esfuerzo sobre la maneta.
ERGONOMÍA Y SENSACIONES:
La postura al principio parece algo radical, pero es muy cómoda, los brazos caen de forma relajada sobre el manillar y las estriberas están en su sitio, aunque para viajar nuestra comodidad se verá incrementada si le ponemos unas estriberas adelantadas para ir con las piernas estiradas. El cambiar de marchas y frenar con el freno trasero se hace sencillo aunque al principio hay que estar pendiente de no tocar el escape con la parte interior del tacón de la bota derecha lo que al principio nos hace ir excesivamente abiertos de piernas.
Las manetas de freno y embrague son suaves en su accionamiento, con un recorrido normal, no son ajustables pero tampoco se echa en falta eso. Los botones de los intermitentes están colocados como en las bmw pero ¡se anulan solos! lo cual te quita trabajo, el resto, on/off, luces y claxon no presentan ningún problema, me han resultado cómodos de accionar. El indicador de combustible, situado en el tapón izquierdo del depósito, se lee con dificultad, tienes que echar la cabeza hacia delante para ver algo, espero que de noche esté bien iluminado o no sabrás cómo estará el depósito de lleno. El resto de indicadores se leen bien, pero los leds podían haberlos hecho un poquito más grandes, los miopes no distinguirán unos de otros.
Uno de los signos distintivos de este modelo es su asiento individual que hace más bella la línea de la moto al mostrar el guardabarros trasero de forma casi total pero su mullido sólo es apto para ciudad o trayectos cortos, para viajar se hace imprescindible ponerle uno más cómodo como por ejemplo el Touring o Sundowner de la propia marca porque si no te quedas sin culo –recordad que la suspensión trasera no ayuda mucho-.
En cuanto a sensaciones tampoco se pueden sacar muchas conclusiones en tan poco tiempo pero está claro que son mucho mayores, sientes más la moto, ya sea por el motor o porque parece que todo está cerca. Una vez llegas a 120 notas toda la fuerza del viento en el pecho, al girar el acelerador notas un tirón de los brazos, es el abrazo de Eolo que como antirradar natural es perfecto pero para viajar puede resultar un poco paliza.
Si veo que me he dejado algo en el tintero os lo iré poniendo.
That´s all folks!!
