La opinión pública es lo más manipulable del mundo mundial.
Sin criterio, sin conciencia, sin complejo de culpa y sin responsabilidad.
Si uno, en su vida personal, toma una decisión y esta le lleva al desastre, él asume las consecuencias y tarde o temprano será consciente de su responsabilidad en los resultados obtenidos.
En cambio una persona vota a un partido que lo único que ofrece es cambio, y cuando, tras cambiar lo que lleva funcionando toda la vida, el resultado es un desastre y todo se va a la mierda, no se considera responsable de nada.
La democracia diluye la responsabilidad de los actos estúpidos, por eso en ella (y en las revoluciones) se cometen tantísimos errores y tropelías.
Creer que 20 millones de tontos van a tener más posibilidades de acertar que 20 tontos es...de tontos.
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