Comparto todo el pensamiento menos la última frase: "el tiempo es lo más valioso que tenemos".
Para mí, lo más valioso es el tiempo bien utilizado y en buena compañía.
Yo también estoy en la segunda vida y cada vez me quedan menos caramelos en el paquete, aunque reconozco que los primeros caramelos fueron poco degustados, la transición entre la primera vida y la segunda fue paulatina, macerada y mi balance, hasta ahora es de satisfacción.
Lo que hice mal lo reconozco, de hecho siempre lo reconocí y eso da tranquilidad al espíritu.
Una de las peores cosas es mentirse a uno mismo, hacerse trampas al solitario.
Reconocer tus errores e intentar mejorar es una muy buena forma de llegar pleno a la meta final, esté dónde y cuándo esté.
Un saludo.