Con motivo del XX aniversario de mi promoción, nos juntamos unos cuantos, a comer y a recordar viejos tiempos de juventud, a los que ya no están con nosotros y a poner en marcha formas modernas de seguir en contacto.
Es curioso ver por dónde nos ha ido llevando la vida a cada uno, y me considero muy afortunado pues algún compañero lo tiene muy difícil.
Como aquí tuve que ir sin familia y la meteo era de lo más benigna, ¿Qué mejor que hacerlo en moto? Pensé en darle un buen garbeo a la Sanglas, pero Alberto, mi compi no se iba en la Harley, y yo me tenía que volver solo a última hora. La susi es muy potente para tanpoco recorrido, y teniendo en cuenta que la PGC está vigilando las motos...Total, que al final la RS me miró de reojillo y nos fuimos juntos para Salamanca, qué mejor manera de probar lo que le he estado arreglando en estos tres años con un pequeño viaje, y de paso llevarla a recordar viejos tiemos de juventud.
Así que nos fuimos juntos Alberto en su coche y yo con la RS, me sacó unas cuantas fotos en marcha, hay que ver lo pequeña que parece la moto pese al tocho que es, no siendo yo un tío grandote.
En el camino nos juntamos con otros cuantos de la promo y en un santiamén nos llegamos a la ciudad del Tormes, sigue aún más bonita que cuando estabamos allí.
La comida y sobremesa pasó por todas las etapas establecidas, abrazos, recuerdos, anécdotas, trabajo... cuando pasamos de la exaltación de la amistad a los cantos regionales fue el momento de poner rumbo a casa.
Curiosamente en la carretera de salida no hay ninguna gasolinera, así que me fui a crucero de largo alcance sin la reserva aún metida buscando un pueblo donde salirme de la recién asfaltada autovía. A unos 40 kms llegué al punto "Papa", Peñaranda de Bracamonte, donde salí para repostar. Un par de sñores muy amables me indicaron cómo llegar y claro estaba en la antigua carretera, aquella que recorríamos de noche con la hora justa de llegar. Resulta que la gasolinera mantiene el diseño de hace 50 años, cuando el pueblo se aprovechaba para que los coches de línea parasen y sus pasajeros pudiesen estirar las piernas, tomar un cafetito o ir al baño. Me pareció tan bonita y acorde a la edad de la moto que no pude irme sin hacer unas cuantas fotos de todos los detalles de la gasolinera-taller.
Al poco rato llegué a casa, las sensaciones del viaje muy buenas, la moto es perfecta para mantener cruceros entre 120 y 140, el motor cada vez va mejor y pocos kms antes de casa sentí cómo me devolvía los favores con una suavidad que no imaginé en un boxer. El asiento pese a tener en sus carnes un montón de años sigue siendo cómodo y si a la ida me dolió el culo a la vuelta ni me enteré, estoy poco entrenado. El cambio es suave una vez todo el conjunto ha tomado temperatura, los frenos ahora frenan de verdad, ya van acoplando, y cómo no, la carburación hay que ajustarla, se nota la diferencia de elevación entre Madrid y Salamanca.
De ahí el título del post, el lema de mi escuela: "Quod natura non dat, Salmantica non praestat"
El lunes viene a verla un interesado, es lo que pasa por poner las cosas en venta :'(
Es curioso ver por dónde nos ha ido llevando la vida a cada uno, y me considero muy afortunado pues algún compañero lo tiene muy difícil.
Como aquí tuve que ir sin familia y la meteo era de lo más benigna, ¿Qué mejor que hacerlo en moto? Pensé en darle un buen garbeo a la Sanglas, pero Alberto, mi compi no se iba en la Harley, y yo me tenía que volver solo a última hora. La susi es muy potente para tanpoco recorrido, y teniendo en cuenta que la PGC está vigilando las motos...Total, que al final la RS me miró de reojillo y nos fuimos juntos para Salamanca, qué mejor manera de probar lo que le he estado arreglando en estos tres años con un pequeño viaje, y de paso llevarla a recordar viejos tiemos de juventud.
Así que nos fuimos juntos Alberto en su coche y yo con la RS, me sacó unas cuantas fotos en marcha, hay que ver lo pequeña que parece la moto pese al tocho que es, no siendo yo un tío grandote.
En el camino nos juntamos con otros cuantos de la promo y en un santiamén nos llegamos a la ciudad del Tormes, sigue aún más bonita que cuando estabamos allí.
La comida y sobremesa pasó por todas las etapas establecidas, abrazos, recuerdos, anécdotas, trabajo... cuando pasamos de la exaltación de la amistad a los cantos regionales fue el momento de poner rumbo a casa.
Curiosamente en la carretera de salida no hay ninguna gasolinera, así que me fui a crucero de largo alcance sin la reserva aún metida buscando un pueblo donde salirme de la recién asfaltada autovía. A unos 40 kms llegué al punto "Papa", Peñaranda de Bracamonte, donde salí para repostar. Un par de sñores muy amables me indicaron cómo llegar y claro estaba en la antigua carretera, aquella que recorríamos de noche con la hora justa de llegar. Resulta que la gasolinera mantiene el diseño de hace 50 años, cuando el pueblo se aprovechaba para que los coches de línea parasen y sus pasajeros pudiesen estirar las piernas, tomar un cafetito o ir al baño. Me pareció tan bonita y acorde a la edad de la moto que no pude irme sin hacer unas cuantas fotos de todos los detalles de la gasolinera-taller.
Al poco rato llegué a casa, las sensaciones del viaje muy buenas, la moto es perfecta para mantener cruceros entre 120 y 140, el motor cada vez va mejor y pocos kms antes de casa sentí cómo me devolvía los favores con una suavidad que no imaginé en un boxer. El asiento pese a tener en sus carnes un montón de años sigue siendo cómodo y si a la ida me dolió el culo a la vuelta ni me enteré, estoy poco entrenado. El cambio es suave una vez todo el conjunto ha tomado temperatura, los frenos ahora frenan de verdad, ya van acoplando, y cómo no, la carburación hay que ajustarla, se nota la diferencia de elevación entre Madrid y Salamanca.
De ahí el título del post, el lema de mi escuela: "Quod natura non dat, Salmantica non praestat"
El lunes viene a verla un interesado, es lo que pasa por poner las cosas en venta :'(
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