Tarzán de los Monos
Curveando
El Homo Rudolfensis primigenio en esto del ser Humano, pasaba el día en sus ocupaciones cotidianas, poco aseo, rasgo que llega hasta nuestros días 
, trabajo duro en largas jornadas de caza, incursiones de exploración hacía nuevos territorios, conseguir fuego, la invención de la rueda (mantengo la teoría que en realidad fue invención de la mujer), y un sin fin de ocupaciones que literalmente dejaban reventado a nuestros muy lejanos antepasados. Pero llegaba a su cueva y pese al deterioro inconsciente de su estado ansiaba un poco de "Bunga-Bunga". Esto denota la gran fuerza de voluntad, el sacrificio que ha dado paso a la evolución humana, una entrega sin pasión, tan solo llegar y con esa voluntad, con ese esfuerzo extra...darlo todo, con un antiguo: "¿Quién es tu papi nena?", se ofrecía a consumar en ese último esfuerzo de la jornada, una acción tan antigua como natural, se disponia, repito, con ese sobre esfuerzo a perpetuar la especie.
¡Gran fuerza ésta, gran fuerza...!. Pero la "hominida" no se quedaba atrás, esperaba paciente en la cueva, adecentándola, manteniendo el fuego, curtiendo la pieles, sacando al perro...y cuando el Homo Rudolfensis llegaba...ella también demostraba su tremenda inflexión, su gran voluntad y fuerza, sobre todo ante las manifestaciones irreprimibles del inminente "Bunga-Bunga"...Demostraba su postura, en posición inconfundible tan ancestral y haciendo gala de ese instinto animal que también ha llegado transferido hasta nuestros días; con un simple, tajante y demoledor: NO.
Y yo me pregunto: ¿Cómo hemos llegado hasta hoy?. Deberíamos de habernos extinguido hace mucho tiempo.... En fin, otra reflexión más...
Saludos cordiales.
, trabajo duro en largas jornadas de caza, incursiones de exploración hacía nuevos territorios, conseguir fuego, la invención de la rueda (mantengo la teoría que en realidad fue invención de la mujer), y un sin fin de ocupaciones que literalmente dejaban reventado a nuestros muy lejanos antepasados. Pero llegaba a su cueva y pese al deterioro inconsciente de su estado ansiaba un poco de "Bunga-Bunga". Esto denota la gran fuerza de voluntad, el sacrificio que ha dado paso a la evolución humana, una entrega sin pasión, tan solo llegar y con esa voluntad, con ese esfuerzo extra...darlo todo, con un antiguo: "¿Quién es tu papi nena?", se ofrecía a consumar en ese último esfuerzo de la jornada, una acción tan antigua como natural, se disponia, repito, con ese sobre esfuerzo a perpetuar la especie. ¡Gran fuerza ésta, gran fuerza...!. Pero la "hominida" no se quedaba atrás, esperaba paciente en la cueva, adecentándola, manteniendo el fuego, curtiendo la pieles, sacando al perro...y cuando el Homo Rudolfensis llegaba...ella también demostraba su tremenda inflexión, su gran voluntad y fuerza, sobre todo ante las manifestaciones irreprimibles del inminente "Bunga-Bunga"...Demostraba su postura, en posición inconfundible tan ancestral y haciendo gala de ese instinto animal que también ha llegado transferido hasta nuestros días; con un simple, tajante y demoledor: NO.
Y yo me pregunto: ¿Cómo hemos llegado hasta hoy?. Deberíamos de habernos extinguido hace mucho tiempo...
. En fin, otra reflexión más...Saludos cordiales.
