Día 6. Etxalar - Loarre.
Cambio de planes.
La mañana se despierta con lluvia. Pagamos la estancia y en resumen, nos dirigimos por la N-121-A y después la N-135 de nuevo hacia Espinal y después Escaroz para enlazar con Izaba y de ahí coger una pequeña carretera que tenia muy buena pinta, o eso creíamos.
Dia mojado de menos a más. En este bar nos paramos a tomar un café y la dueña nos dice que solo nosotros podíamos andar por aquí con este tiempo, lo clavó.
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La cuestión es que la lluvia iba en aumento y el mediodía no hace subir mucho las temperaturas.
Después de 2 o 3 horas de frio y lluvia, nos detenemos en el Puerto de Remendia de 1040m ya que nos está nevando desde hace un buen rato. Si a esta altura nieva hacia donde vamos la cosa estará peor, tras consultar la aplicación de Windy y como no lo estamos disfrutando mucho decido cambiar de planes y tirar hacia el sur en dirección a Huesca.
Cambio de planes, esto no tiene buena pinta jeje.
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Continuamos hacia Navacués, pasando cerca del embalse de Yesa y hacia Puente de la Rena de Jaca. Atravesaremos unos cuantos cañones de una belleza no esperada. Pequeños pasos de montaña y bosques nos sorprenden. Aun así el cansancio empieza a hacer mella en nosotros.
Paramos a comer en un bar de carretera tras la negativa a darnos de comer en un pueblo cercano, cosas del Covid?
Después de la comida decidimos tirar hacia Loarre y ahí mismo reservamos el hotel, anulando previamente el que teníamos reservado el Torla que era nuestro destino. Al día siguiente no hubiera tocado pasar por el cañón de Añisclo pero ya iremos en otra ocasión.
Embalse de la peña, más bien su puente.
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Ahora si.
Y sin comerlo ni beberlo aparece esto. Ni me había fijado que estábamos tan cerca. Mallos de Riglos, espectacular.
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Una vez en Loarre nos dirigimos a la hospedería Castillo de Loarre donde pasaremos la noche.
Todo bien cerca.
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La cena, a base de tapas, es de agradecer. Nos ponemos buenos con la última cena del viaje. No os pongo la foto porque parece que han cenado unos vikingos asilvestraos.
Día 7 Loarre - Barcelona.
Se acabó lo que se daba.
De este día no hay mucho que contar...bueno algo si:
El castillo de Loarre.
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La sierra de Montsec. Me equivoqué y no cogí por el coll d'Ares y tiramos hacia la destruida LV-9124 con buenas vistas pero no era el objetivo...cosas de improvisar.
Atravesamos la espectacular sin duda C-13, que atraviesa el Montsec entre gargantas, túneles y carreteras para divertirse de lo lindo. Nos paramos a comer el restaurant del Llac, todo muy bueno.
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Tras atravesar Lleida y sus explotaciones avícolas/porcinas, el olor lo delataba, para hacer tiempo ascendemos al monasterio de Montserrat. La primera vez que vine fue en 2008 con mi mujer y nos lo enseñó mi hermano, que en paz descanse, que en aquella época residía en Barcelona. Está bastante cambiado la verdad.
Hay que visitar el interior. Lluc y Montserrat son primos hermanos.
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Y ya está. Una vez más terminado con éxito (poder hacer esto cada año es de agradecer) y más con la que está cayendo. Nos lo hemos pasado muy bien. Hemos descubierto zonas de España inesperadas y rincones pirenaicos únicos. Pero unánimemente, el segundo día de la ruta decidimos que hay que volver a casa...a los Alpes.