Mamue GT
Allá vamos
Me alegro de ese buen viaje , que ojala tuviera posibilidad de en un futuro cercano poder hacer..
Mandame ese famoso pdf..
Enhorabuena
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Enhorabuena
Ruta 43 a Cabo Norte
- Autor Hazul
- Fecha de inicio
Talamasca
Curveando
Hazul me encanta tu cronica, la sigo a diario. Este es el viaje soñado por todos. Algun dia me tocará, eso espero, jajaajaja. Gracias por compartir tu cronica
Hay una aplicación de móvil, que tú lo dices en español y el móvil lo dice en el idioma que quieras y a la inversa. A mí me resultaría hasta incómodo, pero es una ayuda. Recuerdo antes cuando la gente viajaba con un mini-diccionario...El caso es viajar y tú tranquilo que te harás entender.
V'sssssssssssssssssssss
Jornada 10. A día 18 de Julio de 2012. Storlett–Lofoten–Evenes (Noruega). 722 km.
He descansado amablemente en el hitter de Gildetun, es un lugar con una magia muy acentuada, la altura, el paisaje, el diseño, emplazamiento, orientación y materiales de construcción de la edificación tan integrados en el paisaje…las condiciones meteorológicas, la luz más allá del Círculo Polar Ártico...las montañas nevadas, los fiordos, los islotes, el mar plano, el dibujo de las corrientes…los sentimientos que ayer experimenté en el Cabo Norte…
En el restaurante y en la recepción había unos detalles curiosos, adornando la recepción. Fue un lugar cálido en un lugar insólito.
Tocó recoger la mesa de la cena anterior y los trastes de viaje.
El monte que da nombre al paraje...Gildetun.
He desayunado magníficamente, al estilo noruego, pan tierno integral, mermeladas, un queso de cabra para untar excelente, queso marrón (creo que lo hacen con azúcar), otro queso más normal, embutidos y pescado escabechado riquísimo, también con tomate, pero el primero más rico para mí. El café está bien, ha valido la pena los ochenta y pico euros por el súper hitter y el breakfast.
Hoy hemos rodado con destino a las Islas Lofoten. Son increíblemente bellas y sorprendentes. Ha hecho mucho frío. Aunque ha llovido mucho, también hemos visto el Sol, que en Lofoten es muy inusual. Cada salida de viraje te muestra una nueva estampa bucólica y distinta y parecida a la anterior, las orillas, las montañas, la niebla, la nieve, los bosques, los colores, son unas islas extrañas…una naturaleza vigorosa y limpia. Voy dirección Svolvaer (Vickye El Vikingo). Me hubiera gustado ir hasta “A i Lofoten”, pero este pequeño pueblo está un poco lejos para ir y volver.
Statoil sería un lugar común durante varios días, pues es la compañía de hidrocarburos más importante de Noruega. Además me compré la taza térmica Statoil, que te permite servirte café y chocolate caliente gratis en todas las estaciones de esta firma.
El chocolate calentito me arregló el cuerpo en más de una ocasión. El café, a pesar de las malas opiniones que he leído en los foros, a mi me gustó.
Me encontré cascadas de agua por doquier en las altas laderas montañosas. La nieve mantenía una temperatura baja, que se acentuaba en percepción térmica en los momentos que llovía.
La carretera ofrece a cada momento un espectáculo único. Esto hace que no te importe navegar a baja velocidad muchos tramos. Sobre Egeria, sentado, con la espalda vertical y las manos calentitas, no me canso de pasar las horas en la carretera, con la sonrisa en la boca, dando gracias a Dios, por estar disfrutando de estas latitudes y gritando “wade” dentro de mis casco, a cada nueva cosa que me exaltaba.
Hice una parada, para calentar mi comida, en un banco de madera aislado, a las orillas de la primera de las Islas Lofoten y alguien dejo una moneda impresa a dos caras:
La moneda que alguien dejó en la mesa de la parada en las Islas Lofoten:
De La Biblia, del Libro de Juan:
En una cara Juan 3:16 y en la otra 3:36, en idioma noruego.
“De tal manera amó Dios al mundo
3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
“El que viene de arriba
3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”
Hoy me siento muy triste, mi familia está muy lejos y tengo muchas ganas de verlos. Incluso pienso en modificar planes para ir más rápido.
Se conduce muy lento en las Islas Lofoten. Cuando llego a Svolvaer intento ver si hay ferry para Bodo o para Mo i Rana, pero finalmente no hay plazas, así que me doy la vuelta y me dirijo hacia Narvik, recorriendo de nuevo las Islas Lofoten, con una perspectiva distinta.
Estoy muy cansado y contrariado por no poder tomar el ferry, que me hubiera ahorrado un día y medio de viaje. Luego me alegraría mucho de no tener plaza en el ferry. Hace frío.
El único alce vivo que he visto en el viaje, lo vi esta tarde, de vuelta hacia Narvik. Cruzó inesperadamente la carretera, dos coches frenaron delante de mí, después de cruzar, se paró a unos quince metros en un paisaje de taiga con árboles dispersos y volvió la cabeza, pareció como si quisiera comprobar que nadie se hubiera hecho daño, a su paso. Fue un momento inolvidable. Es un animal enorme.
Estoy muy cansado y cerca de las nueve y media decido tomar habitación en el hotel Fjord Hotell en Evenes, cerca de Narvik, en la carretera E6.
Ya en el hotel, Ilpo, me mandó un mensaje y me dijo que le gustaba mucho el Gildetun. Él y Gunta pasarán la noche allí. Me pregunta que tal estoy y que donde pasaré la noche y le digo que en un hotel en Evenes, que estoy bien.
El Fjordhotell no es barato, esto es Norge, pero necesito descansar. La habitación es correcta. La ventana es grande y tiene unas bonitas vistas, hacia la montaña.
Me di una ducha caliente y larga que me recuperó el ánimo. El lomito ibérico lo terminé en esta cena.
Egeria marca 26.958 km. Hoy hemos rodado 722 km. Compruebo los niveles. Mañana repondré aceite en el bóxer. Estaciono a mi compañera delante del hotel, justo enfrente de mí habitación. Estando en ella, vi pasar una unidad gemela de Egeria. Se dio la vuelta y vino a mirar la mía. No estaban de viaje y el piloto llevaba a su hijo detrás.
Descansar recupera el ánimo. En la soledad, la tristeza y la alegría vienen a formar una señal sinusoidal, una corriente alterna, pasando de positivo a negativo por el cero...
He descansado amablemente en el hitter de Gildetun, es un lugar con una magia muy acentuada, la altura, el paisaje, el diseño, emplazamiento, orientación y materiales de construcción de la edificación tan integrados en el paisaje…las condiciones meteorológicas, la luz más allá del Círculo Polar Ártico...las montañas nevadas, los fiordos, los islotes, el mar plano, el dibujo de las corrientes…los sentimientos que ayer experimenté en el Cabo Norte…
En el restaurante y en la recepción había unos detalles curiosos, adornando la recepción. Fue un lugar cálido en un lugar insólito.
Tocó recoger la mesa de la cena anterior y los trastes de viaje.
El monte que da nombre al paraje...Gildetun.
He desayunado magníficamente, al estilo noruego, pan tierno integral, mermeladas, un queso de cabra para untar excelente, queso marrón (creo que lo hacen con azúcar), otro queso más normal, embutidos y pescado escabechado riquísimo, también con tomate, pero el primero más rico para mí. El café está bien, ha valido la pena los ochenta y pico euros por el súper hitter y el breakfast.
Hoy hemos rodado con destino a las Islas Lofoten. Son increíblemente bellas y sorprendentes. Ha hecho mucho frío. Aunque ha llovido mucho, también hemos visto el Sol, que en Lofoten es muy inusual. Cada salida de viraje te muestra una nueva estampa bucólica y distinta y parecida a la anterior, las orillas, las montañas, la niebla, la nieve, los bosques, los colores, son unas islas extrañas…una naturaleza vigorosa y limpia. Voy dirección Svolvaer (Vickye El Vikingo). Me hubiera gustado ir hasta “A i Lofoten”, pero este pequeño pueblo está un poco lejos para ir y volver.
Statoil sería un lugar común durante varios días, pues es la compañía de hidrocarburos más importante de Noruega. Además me compré la taza térmica Statoil, que te permite servirte café y chocolate caliente gratis en todas las estaciones de esta firma.
El chocolate calentito me arregló el cuerpo en más de una ocasión. El café, a pesar de las malas opiniones que he leído en los foros, a mi me gustó.
Me encontré cascadas de agua por doquier en las altas laderas montañosas. La nieve mantenía una temperatura baja, que se acentuaba en percepción térmica en los momentos que llovía.
La carretera ofrece a cada momento un espectáculo único. Esto hace que no te importe navegar a baja velocidad muchos tramos. Sobre Egeria, sentado, con la espalda vertical y las manos calentitas, no me canso de pasar las horas en la carretera, con la sonrisa en la boca, dando gracias a Dios, por estar disfrutando de estas latitudes y gritando “wade” dentro de mis casco, a cada nueva cosa que me exaltaba.
Hice una parada, para calentar mi comida, en un banco de madera aislado, a las orillas de la primera de las Islas Lofoten y alguien dejo una moneda impresa a dos caras:
La moneda que alguien dejó en la mesa de la parada en las Islas Lofoten:
De La Biblia, del Libro de Juan:
En una cara Juan 3:16 y en la otra 3:36, en idioma noruego.
“De tal manera amó Dios al mundo
3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
“El que viene de arriba
3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”
Hoy me siento muy triste, mi familia está muy lejos y tengo muchas ganas de verlos. Incluso pienso en modificar planes para ir más rápido.
Se conduce muy lento en las Islas Lofoten. Cuando llego a Svolvaer intento ver si hay ferry para Bodo o para Mo i Rana, pero finalmente no hay plazas, así que me doy la vuelta y me dirijo hacia Narvik, recorriendo de nuevo las Islas Lofoten, con una perspectiva distinta.
Estoy muy cansado y contrariado por no poder tomar el ferry, que me hubiera ahorrado un día y medio de viaje. Luego me alegraría mucho de no tener plaza en el ferry. Hace frío.
El único alce vivo que he visto en el viaje, lo vi esta tarde, de vuelta hacia Narvik. Cruzó inesperadamente la carretera, dos coches frenaron delante de mí, después de cruzar, se paró a unos quince metros en un paisaje de taiga con árboles dispersos y volvió la cabeza, pareció como si quisiera comprobar que nadie se hubiera hecho daño, a su paso. Fue un momento inolvidable. Es un animal enorme.
Estoy muy cansado y cerca de las nueve y media decido tomar habitación en el hotel Fjord Hotell en Evenes, cerca de Narvik, en la carretera E6.
Ya en el hotel, Ilpo, me mandó un mensaje y me dijo que le gustaba mucho el Gildetun. Él y Gunta pasarán la noche allí. Me pregunta que tal estoy y que donde pasaré la noche y le digo que en un hotel en Evenes, que estoy bien.
El Fjordhotell no es barato, esto es Norge, pero necesito descansar. La habitación es correcta. La ventana es grande y tiene unas bonitas vistas, hacia la montaña.
Me di una ducha caliente y larga que me recuperó el ánimo. El lomito ibérico lo terminé en esta cena.
Egeria marca 26.958 km. Hoy hemos rodado 722 km. Compruebo los niveles. Mañana repondré aceite en el bóxer. Estaciono a mi compañera delante del hotel, justo enfrente de mí habitación. Estando en ella, vi pasar una unidad gemela de Egeria. Se dio la vuelta y vino a mirar la mía. No estaban de viaje y el piloto llevaba a su hijo detrás.
Descansar recupera el ánimo. En la soledad, la tristeza y la alegría vienen a formar una señal sinusoidal, una corriente alterna, pasando de positivo a negativo por el cero...
pedroguzi
Curveando
Me tienes con la bolsa de palomitas cogiéndola y soltándola , Dios que nervios por saber de Egeria en los próximos días ....y de ti
Mariano ADV
Acelerando
Gracias por los consejos que me habeis dado.Espero algun dia poderlo hacer, mientras seguire leyendo cronicas como esta
ya que estoy esperando haber lo que escribes.
ya que estoy esperando haber lo que escribes.
No te agobies Mariano, que vivimos en unas tierras increíbles. He vivido en Granada 9 años. Sólo Andalucía es un "país" variopinto, que decir del resto del país. Tenemos mucha suerte por poder hacer viajes cortos con características muy diferentes y además, tenemos a pala de canoa África, y un Marruecos accesible.
Saludos.
Saludos.
pedroguzi
Curveando
La misma Granada dentro de Andalucia es un claro ejemplo
Sergi50
Curveando
Gracias por compartir tu relato, bien estructurado y con sentimiento.
Me ha enganchado y espero la siguiente entrega.:dankk2:
Me ha enganchado y espero la siguiente entrega.:dankk2:
Pedroguzi tiene razón, Granada es un territorio sorprendente, en cualquier estación del año, además estas se notan bastante, cosa que ofrece más paisajes en el mismo lugar...espero ir por Las Alpujarras pronto...
Gracias Sergi, me trae recuerdos de la niñez, esa Bultaco que tienes en tu firma. La primera moto en la que me subía mi padre era una Bultaco Mercurio, que he tratado de recuperar, pero he descubierto que la vendió su cuarto propietario, por piezas.
Saludos.
Gracias Sergi, me trae recuerdos de la niñez, esa Bultaco que tienes en tu firma. La primera moto en la que me subía mi padre era una Bultaco Mercurio, que he tratado de recuperar, pero he descubierto que la vendió su cuarto propietario, por piezas.
Saludos.
Camellero
Curveando
- Registrado
- 19 Oct 2012
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Felicidades por el logro del viaje y el estilo tan especial y sincero de narrar. Sé exactamente lo que quieres decir cuando extrañas a tu familia con tantos y tantos kms de por medio.
Los mejores deseos de seguridad y paz, que sigas disfrutando y gracias por compartir.
Los mejores deseos de seguridad y paz, que sigas disfrutando y gracias por compartir.
Jornada 11. A día 19 de Julio de 2012. Evenes – Namsskogan (Noruega). 681 km.
Me levanto temprano. Me doy una ducha caliente y bajo a reponer un poquito de aceite e inflo los neumáticos.
Me voy a desayunar. El bufet es normalito, pero digno. Sigo estando bajo de moral, exclusivamente por la lejanía familiar. Por otro lado me doy cuenta del privilegio que estoy viviendo y me pongo la meta de superar la nostalgia familiar y vivir este regalo del cielo, con alegría.
Hoy voy dirección Narvik, tomo mi primer ferry en Noruega en la E6, desde Skarberget a Bognes, luego a Fauske, Lomsdal, Mo i Rana y dirección hacia Trondheim.
Me impresiono fuertemente, en las frías tierras esteparias donde vuelvo a cruzar el Círculo Polar Ártico algo después de Lonsdal.
Una fina lluvia cae suave, sin molestar. Apenas hay circulación en estas tierras esteparias de color marrón, rocas grises y témpanos de nieve. De tanto en cuanto, me cruzo algún coche, alguna caravana.
Ya estoy cerca de Mo i Rana. La estepa deja paso al verde bosque exuberante de múltiples tonos y los raudales de agua en caudalosos ríos salvajes.
Hoy conseguí dominar la nostalgia familiar, aunque no han disminuido las ganas de verlos, cada kilómetro que hago me acerca más a Ellos. Estoy superando mis expectativas del viaje. No podía imaginar tantos colores, un aire y ambientes tan limpios. Los días tan largos, la noche inexistente, la naturaleza tan virgen, la diferente huella humana…el Norte.
Se ha convertido en un viaje esencial. Siento que la humildad ha tomado mas asiento en mi persona, esta inmensidad te hace ver tu pequeña dimensión y que aprecies más todo lo que tienes, incluido el privilegio de estar viviendo esta experiencia. Toma presencia la trascendencia de los viajes en las personas y se comprende que estas sufran cambios con estas experiencias.
A las ocho de la tarde veo un camping junto a la carretera E6.
Tomo un hitter en el Camping Nyheim, en Namsskogan, a unos doscientos y pico kilómetros al norte de Trondheim.
Mi hitter está a orillas de un río de aguas frescas y tranquilas. Hay que agacharse para entrar en el hitter, la puerta debe medir un metro sesenta de altura y recuerda una casita de gnomo.
El interior es tan agradablemente sencillo…me gustaría sentir menos nostalgia, para disfrutar más cada minuto y por otro lado es muy dichoso echar de menos a personas que quieres. Hoy duele un poco menos la nostalgia.
Cené humildemente en mi hitter, con una foto de Santi y Rubén sentados a la chimenea, tomada las Navidades pasadas y que llevo en mi teléfono. Las provisiones que traigo desde España están bien dimensionadas y creo que aguantaré casi todo el viaje. Comer en restaurante en estas latitudes es carísimo, incluso en las gasolineras. No he entrado a ningún supermercado.
Egeria marca 27.639 km. Hoy hemos rodado 681 km. He comprobado el aceite, mañana repondré un poco. Me gusta tenerla aparcada al lado de la cama. He disfrutado hoy mucho.
La E6 es una carretera espectacular.
Santi me llamó y me dio una gran alegría.
Me levanto temprano. Me doy una ducha caliente y bajo a reponer un poquito de aceite e inflo los neumáticos.
Me voy a desayunar. El bufet es normalito, pero digno. Sigo estando bajo de moral, exclusivamente por la lejanía familiar. Por otro lado me doy cuenta del privilegio que estoy viviendo y me pongo la meta de superar la nostalgia familiar y vivir este regalo del cielo, con alegría.
Hoy voy dirección Narvik, tomo mi primer ferry en Noruega en la E6, desde Skarberget a Bognes, luego a Fauske, Lomsdal, Mo i Rana y dirección hacia Trondheim.
Una fina lluvia cae suave, sin molestar. Apenas hay circulación en estas tierras esteparias de color marrón, rocas grises y témpanos de nieve. De tanto en cuanto, me cruzo algún coche, alguna caravana.
Ya estoy cerca de Mo i Rana. La estepa deja paso al verde bosque exuberante de múltiples tonos y los raudales de agua en caudalosos ríos salvajes.
Hoy conseguí dominar la nostalgia familiar, aunque no han disminuido las ganas de verlos, cada kilómetro que hago me acerca más a Ellos. Estoy superando mis expectativas del viaje. No podía imaginar tantos colores, un aire y ambientes tan limpios. Los días tan largos, la noche inexistente, la naturaleza tan virgen, la diferente huella humana…el Norte.
Se ha convertido en un viaje esencial. Siento que la humildad ha tomado mas asiento en mi persona, esta inmensidad te hace ver tu pequeña dimensión y que aprecies más todo lo que tienes, incluido el privilegio de estar viviendo esta experiencia. Toma presencia la trascendencia de los viajes en las personas y se comprende que estas sufran cambios con estas experiencias.
A las ocho de la tarde veo un camping junto a la carretera E6.
Tomo un hitter en el Camping Nyheim, en Namsskogan, a unos doscientos y pico kilómetros al norte de Trondheim.
Mi hitter está a orillas de un río de aguas frescas y tranquilas. Hay que agacharse para entrar en el hitter, la puerta debe medir un metro sesenta de altura y recuerda una casita de gnomo.
El interior es tan agradablemente sencillo…me gustaría sentir menos nostalgia, para disfrutar más cada minuto y por otro lado es muy dichoso echar de menos a personas que quieres. Hoy duele un poco menos la nostalgia.
Cené humildemente en mi hitter, con una foto de Santi y Rubén sentados a la chimenea, tomada las Navidades pasadas y que llevo en mi teléfono. Las provisiones que traigo desde España están bien dimensionadas y creo que aguantaré casi todo el viaje. Comer en restaurante en estas latitudes es carísimo, incluso en las gasolineras. No he entrado a ningún supermercado.
Egeria marca 27.639 km. Hoy hemos rodado 681 km. He comprobado el aceite, mañana repondré un poco. Me gusta tenerla aparcada al lado de la cama. He disfrutado hoy mucho.
La E6 es una carretera espectacular.
Santi me llamó y me dio una gran alegría.
Jornada 12. A día 20 de Julio de 2012. Namsskogan – Bergen (Noruega). 1028 km.
Me levanto temprano y me preparo el desayuno en la cocina del hitter. Café, frutos secos y pan con embutido. La alacena de viaje está menguada.
Luego, repongo un poco de aceite en el bóxer e inflo los neumáticos.
Tomo la E6 dirección a Tromdheim.
La carretera está desierta. Han pasado más de cuarenta y cinco minutos cuando me cruzo con el primer vehículo.
Circulo por las tierras de Nord Trondelag. Mucha agua por todos lados, arroyos, riachuelos y ríos caudalosos, con rápidos trepidantes y grandes rocas redondeadas en su cauce, que pone un poco de música natural en estos espacios silenciosos. Bosques con verdes de todas las tonalidades, musgo sobre las rocas. Aire limpio y fresco. Es agradable navegar por estas latitudes.
Llegamos a Tromdheim temprano. Es una ciudad acogedora y alegre. El centro es colorido y está muy limpio. Gentes en las terrazas tomando café y pastas.
Fue muy agradable pasear por la ciudad vieja, con callejuelas estrechas adoquinadas. Atravesar el puente y mirar al cielo oteando las cubiertas de los edificios, para localizar la dirección de la Catedral de Tromdheim.
Nota importante: Este establecimiento era realmente un restaurante...lo de "Den Gode...", en fin los idiomas...
Dejo atrás esta bella ciudad y continúo hacia delante, por la E6 hasta Dombas, para tomar la E136 hacia Andalsnes.
Paro un rato en una gasolinera para reponer gasolina y tomar un café, de Statoil claro, al final también me como un calzone calentito de jamón y queso, que me sienta como las espinacas a Popeye. Me llena de energía y me reconstituye el ánimo.
Está lloviendo. El traje de agua está siendo muy útil. Enfrente de la estación de servicio tomo la dirección hacia la carretera de los Trolls. Desde aquí asciendo por la Trollstigen, disfrutando como un niño, piedras ancestrales, cascadas salpicándote, carretera mojada con buen agarre y paisajes frescos verdes.
En Valldal tomo un ferry hasta Eidsdal y continúo hasta otro puerto de montaña grandioso, hasta Geirander, impresionante también.
La pequeña población de Geirander es muy bonita y acogedora. Se nota que es una zona de clase alta. No tenía ganas de coger el ferry y decidí probar suerte con otro puerto de montaña. Eran las nueve y media de la “noche” y parecía que fueran las cuatro de la tarde.
Las largas horas de luz son buenas aliadas de viaje. Desde aquí tomé una carretera de montaña que me llevó a subir al nevado puerto de Grotli, disfrutando alelado del lago Dalsnibba, la mitad líquida y la otra mitad helada. Un paisaje metálico, como de plomo y de mercurio.
El lago parecía un gran espejo. El asfalto agarraba muy bien y pude disfrutar de las curvas, entre los penachos de blanca nieve limpia a los lados de la carretera y las laderas montañosas. De aquí me dirigí hacia la E39 por Forde y tomé otro ferry para cruzar el Sognefjorden, Lavik, para seguir por la E39, pretendiendo llegar hasta Bergen.
Eran las dos y media de la madrugada cuando estaba cruzando el fiordo y contemplando la corta noche iluminada desde el ferry.
Camino de Bergen, bien entrada la madrugada, se fundió la lámpara de luz de cruce de Egeria. Nunca he estado tan cansado y tan despierto a la vez. Con la idea clara de dormir en Bergen en las próximas horas, continué camino, con la luz larga y las antinieblas laterales, que han sido otra gran ayuda y las manos calientes en los puños calefactados.
Me crucé con un zorro, que pude esquivar, sin problemas.
Y por primera vez en mi vida, literalmente “vi” el frío, en la tierra y en el agua. Finos hilos humeantes de vapor helado, si cabe esta expresión irresponsable desde el punto de vista físico-químico, serpenteaban ondulantes elevándose.
A las cuatro y media de la madrugada llego a Bergen. Cuatro grados centígrados. Mucho frío para ser julio.
La jornada de hoy me ha dejado sin palabras y me ha provocado la incapacidad de expresar todas las sensaciones y sentimientos vividos.
Ha sido un largo día y duro. Uno de los días más bonitos del viaje. Siento como si fuera imposible compilar toda la información. Suerte que hoy he grabado mucho en vídeo y me voy a la cama después de una ducha caliente y reparadora, sabiendo que podré revivir muchos momentos del día.
Me sigo poniendo el antifaz para dormir. Otro día mágico. Qué suerte tengo! La cama es cómoda. Me quedo frito, después de poner a cargar las baterías de los equipos digitales. He llegado cansado. Estoy en Bergen!
Egeria marca 28.667 km., y se está portando como una bestia mágica. Es la mejor compañera de viaje que me ha acompañado hasta ahora. Diecinueve horas y mil veintiocho kilómetros de navegación el día doceavo de viaje. Me doy cuenta de hasta cuánto es importante, llevar una montura adecuada. Solo una lámpara fundida.
Algunas notas de cuaderno en la jornada de hoy:
Tromdheim. Un puente con unos curiosos pórticos. La ciudad antigua es acogedora. Encontré algunos escaparates con dulces muy golosos.
Los alrededores del río en la ciudad vieja, con los edificios tan coloridos, ponían una nota de alegría en un día gris.
La Catedral es imponente y la zona está muy concurrida.
Acabas acostumbrándote a tomar los ferrys como si tomas un autobús. Son cómodos y rápidos. La frecuencia es alta y no hay que esperar demasiado. También he tenido suerte en esto, ya que la mayoría he embarcado casi sin espera. Se puede pagar con tarjeta.
Este tiene nombre mítico GEIRANDER
Hotel muy recomendable en Bergen, el RICA HOTEL BERGEN, céntrico, un precio asequible, trato amable y desayuno imperial.
Cerca hay una gran plaza acuática y una ladera montañosa residencial muy colorida.
Un consejo: La Trollstigen y Geirander son muy conocidos y realmente preciosos, pero os aseguro, que enlazar un tercer puerto como Grotli, es asombroso. No os perdáis Grotli y su Lago Dalsnibba. No hay palabras para describirlo. Junto con las Islas Lofoten es lo que más se ha fijado en mi memoria.
Siento no subir fotos de los tres puertos preciosos. Esta jornada trabajé más con la gopro. Ya colgaré algunos vídeos más adelante.
Me levanto temprano y me preparo el desayuno en la cocina del hitter. Café, frutos secos y pan con embutido. La alacena de viaje está menguada.
Luego, repongo un poco de aceite en el bóxer e inflo los neumáticos.
Tomo la E6 dirección a Tromdheim.
La carretera está desierta. Han pasado más de cuarenta y cinco minutos cuando me cruzo con el primer vehículo.
Circulo por las tierras de Nord Trondelag. Mucha agua por todos lados, arroyos, riachuelos y ríos caudalosos, con rápidos trepidantes y grandes rocas redondeadas en su cauce, que pone un poco de música natural en estos espacios silenciosos. Bosques con verdes de todas las tonalidades, musgo sobre las rocas. Aire limpio y fresco. Es agradable navegar por estas latitudes.
Llegamos a Tromdheim temprano. Es una ciudad acogedora y alegre. El centro es colorido y está muy limpio. Gentes en las terrazas tomando café y pastas.
Fue muy agradable pasear por la ciudad vieja, con callejuelas estrechas adoquinadas. Atravesar el puente y mirar al cielo oteando las cubiertas de los edificios, para localizar la dirección de la Catedral de Tromdheim.
Nota importante: Este establecimiento era realmente un restaurante...lo de "Den Gode...", en fin los idiomas...
Dejo atrás esta bella ciudad y continúo hacia delante, por la E6 hasta Dombas, para tomar la E136 hacia Andalsnes.
Paro un rato en una gasolinera para reponer gasolina y tomar un café, de Statoil claro, al final también me como un calzone calentito de jamón y queso, que me sienta como las espinacas a Popeye. Me llena de energía y me reconstituye el ánimo.
Está lloviendo. El traje de agua está siendo muy útil. Enfrente de la estación de servicio tomo la dirección hacia la carretera de los Trolls. Desde aquí asciendo por la Trollstigen, disfrutando como un niño, piedras ancestrales, cascadas salpicándote, carretera mojada con buen agarre y paisajes frescos verdes.
En Valldal tomo un ferry hasta Eidsdal y continúo hasta otro puerto de montaña grandioso, hasta Geirander, impresionante también.
La pequeña población de Geirander es muy bonita y acogedora. Se nota que es una zona de clase alta. No tenía ganas de coger el ferry y decidí probar suerte con otro puerto de montaña. Eran las nueve y media de la “noche” y parecía que fueran las cuatro de la tarde.
Las largas horas de luz son buenas aliadas de viaje. Desde aquí tomé una carretera de montaña que me llevó a subir al nevado puerto de Grotli, disfrutando alelado del lago Dalsnibba, la mitad líquida y la otra mitad helada. Un paisaje metálico, como de plomo y de mercurio.
El lago parecía un gran espejo. El asfalto agarraba muy bien y pude disfrutar de las curvas, entre los penachos de blanca nieve limpia a los lados de la carretera y las laderas montañosas. De aquí me dirigí hacia la E39 por Forde y tomé otro ferry para cruzar el Sognefjorden, Lavik, para seguir por la E39, pretendiendo llegar hasta Bergen.
Eran las dos y media de la madrugada cuando estaba cruzando el fiordo y contemplando la corta noche iluminada desde el ferry.
Camino de Bergen, bien entrada la madrugada, se fundió la lámpara de luz de cruce de Egeria. Nunca he estado tan cansado y tan despierto a la vez. Con la idea clara de dormir en Bergen en las próximas horas, continué camino, con la luz larga y las antinieblas laterales, que han sido otra gran ayuda y las manos calientes en los puños calefactados.
Me crucé con un zorro, que pude esquivar, sin problemas.
Y por primera vez en mi vida, literalmente “vi” el frío, en la tierra y en el agua. Finos hilos humeantes de vapor helado, si cabe esta expresión irresponsable desde el punto de vista físico-químico, serpenteaban ondulantes elevándose.
A las cuatro y media de la madrugada llego a Bergen. Cuatro grados centígrados. Mucho frío para ser julio.
La jornada de hoy me ha dejado sin palabras y me ha provocado la incapacidad de expresar todas las sensaciones y sentimientos vividos.
Ha sido un largo día y duro. Uno de los días más bonitos del viaje. Siento como si fuera imposible compilar toda la información. Suerte que hoy he grabado mucho en vídeo y me voy a la cama después de una ducha caliente y reparadora, sabiendo que podré revivir muchos momentos del día.
Me sigo poniendo el antifaz para dormir. Otro día mágico. Qué suerte tengo! La cama es cómoda. Me quedo frito, después de poner a cargar las baterías de los equipos digitales. He llegado cansado. Estoy en Bergen!
Egeria marca 28.667 km., y se está portando como una bestia mágica. Es la mejor compañera de viaje que me ha acompañado hasta ahora. Diecinueve horas y mil veintiocho kilómetros de navegación el día doceavo de viaje. Me doy cuenta de hasta cuánto es importante, llevar una montura adecuada. Solo una lámpara fundida.
Algunas notas de cuaderno en la jornada de hoy:
Tromdheim. Un puente con unos curiosos pórticos. La ciudad antigua es acogedora. Encontré algunos escaparates con dulces muy golosos.
Los alrededores del río en la ciudad vieja, con los edificios tan coloridos, ponían una nota de alegría en un día gris.
La Catedral es imponente y la zona está muy concurrida.
Acabas acostumbrándote a tomar los ferrys como si tomas un autobús. Son cómodos y rápidos. La frecuencia es alta y no hay que esperar demasiado. También he tenido suerte en esto, ya que la mayoría he embarcado casi sin espera. Se puede pagar con tarjeta.
Este tiene nombre mítico GEIRANDER
Hotel muy recomendable en Bergen, el RICA HOTEL BERGEN, céntrico, un precio asequible, trato amable y desayuno imperial.
Cerca hay una gran plaza acuática y una ladera montañosa residencial muy colorida.
Un consejo: La Trollstigen y Geirander son muy conocidos y realmente preciosos, pero os aseguro, que enlazar un tercer puerto como Grotli, es asombroso. No os perdáis Grotli y su Lago Dalsnibba. No hay palabras para describirlo. Junto con las Islas Lofoten es lo que más se ha fijado en mi memoria.
Siento no subir fotos de los tres puertos preciosos. Esta jornada trabajé más con la gopro. Ya colgaré algunos vídeos más adelante.
GASSS
Curveando
Impresionante la crónica, gracias por contarla.
Me acuerdo perfectamente de ese puerto que dices.
Yo hice la misma ruta. Y verdaderamente es espectacular.
Otra cosa. Nosotros hicimoa una jornada de 1600km
21 horas sobre la moto. Desde Sundsvall hasta Nordkapp
Casi nos morimos, pero fue una pasada.
Que grande eres y que viaje te has hecho.
Un saludo.
Yo hice la misma ruta. Y verdaderamente es espectacular.
Otra cosa. Nosotros hicimoa una jornada de 1600km
21 horas sobre la moto. Desde Sundsvall hasta Nordkapp
Casi nos morimos, pero fue una pasada.
Que grande eres y que viaje te has hecho.
Un saludo.
A mi me gustaría volver en 2018, para celebrar algo personal.
Hasta entonces me gustaría llegar a Georgia y visitar Jerusalén.
Ahora estoy preparando un viaje a Marruecos con un R100GS.
Pero ya veremos que viajes me permite la vida...me alegra saber de los viajes de otros viajeros.
Salud y suerte en tus viajes Cjmaiden.
Hasta entonces me gustaría llegar a Georgia y visitar Jerusalén.
Ahora estoy preparando un viaje a Marruecos con un R100GS.
Pero ya veremos que viajes me permite la vida...me alegra saber de los viajes de otros viajeros.
Salud y suerte en tus viajes Cjmaiden.
angux
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Puff... más de una hora leyendo. He comenzado esta crónica y no he podido parar hasta llegar al final, bueno el final que aún no es el final.
Enhorabuena por ese viaje y gracias por todo este relato, las fotos y esa forma de describirlo todo, sentimientos incluidos... espero que algún día pueda hacer algo parecido.
Te pasó un MP y me envías el famoso PDF... ¿please?
Enhorabuena por ese viaje y gracias por todo este relato, las fotos y esa forma de describirlo todo, sentimientos incluidos... espero que algún día pueda hacer algo parecido.
Te pasó un MP y me envías el famoso PDF... ¿please?
Jornada 13. A día 21 de Julio de 2012. Bergen - Updevalla (Suecia). 731 km.
En el hotel me dicen que puedo quedarme hasta las dos del medio día, para que pueda descansar mas, ya que he llegado muy tarde. Son muy amables y me permiten estacionar a Egeria en un patio de servicio del hotel.
Mis planes son otros. Me levanto temprano, a las ocho y media. Me doy una larga ducha caliente, me visto de turista y bajo a desayunar.
Espectacular buffet, había de todo. Como mucho. Ayer apenas comí. Pescado distintos riquísimos, quesos, mermeladas, panes, agua, café, dulces. Llené y vacié mi plato cuatro veces.
Luego me fui a dar un paseo al mercado de Bergen. Muy turístico, pero agradable. Encontré una malagueña y una madrileña en los puestos. Muy simpáticas, me invitaron a probar, pero a mí, no me cabía ni el olor.
En el hotel había turistas vascos.
Encontré un viajero motorista escocés, que llevaba cuatro meses y medio viajando. Eso si que es viajar. Estuve grabando algunos vídeos y comprando unos regalos para Santi y Rubén, en la zona turística que solemos ver por la tele, cuando se trata de Bergen. Luego di un buen paseo por la ciudad vieja para bajar el opíparo festín.
Es reconfortante pasear por las ciudades viejas, bien conservadas y limpias. Muchos suaves colores te sonríen desde las fachadas.
Una llamativa rosa amarilla en un parterre de una plaza céntrica de Bergen.
Reflexiones de esta jornada:
Me marcho de las tierras del Reno y el Alce, de Santa Klaus, de los lagos extensos en las tierras samis, de los majestuosos fiordos y de las aguas tranquilas, del acantilado del Cabo Norte, de los largos días del verano en el Norte, de los suaves y amistosos colores, de las gentes amables y educadas, del lugar donde la propiedad privada tiene realmente sentido y es respetada sin coacciones, del pescado en el desayuno, de las nieves veraniegas, de los ferrys que como pespuntes van uniendo la costura de la E6, del agradable frescor de la mañana en las carreteras solitarias, de puertos inimaginables y lagos helados de mercurio en sus cumbres,…, hasta la vista, Escandinavia; Gracias por tu amable acogida y preciosa estancia.
Hacia las dos del medio día, salgo del hotel, tras otra ducha caliente. Dirección Oslo por la carretera E16 dirección a Voss. Después de Aurland, atravieso un túnel de 25 kilómetros, que me provoca un sentimiento claustrofóbico.
Así llego a Oslo. Luego buscando la E6 tomo dirección a Moss, para seguir ruta hacia Suecia.
De noche y sin luz corta, siento el cansancio. Finalmente he llegado a Updevalla. Hoy ha sido una jornada de transición con una conducción tranquila y sin más anécdotas que contar.
Llego al Hotell Best Western “Carlia”, después de preguntar en tres hoteles antes y no tener habitaciones. Son la una y media de la madrugada. No es barato, pero necesito descansar. Me quedo. Tienen aparcamiento en superficie.
Egeria marca 29.398 km., y hoy estoy muy cansado también, conducir sin la luz de cruce, es complicado y produce fatiga mental.
Otras reflexiones:
La ciudad vieja de Bergen es un oasis, a pesar del turismo.
Las deformaciones imposibles de las edificaciones llaman la atención poderosamente.
Una cervecería con un atractivo luminoso.
En el hotel me dicen que puedo quedarme hasta las dos del medio día, para que pueda descansar mas, ya que he llegado muy tarde. Son muy amables y me permiten estacionar a Egeria en un patio de servicio del hotel.
Mis planes son otros. Me levanto temprano, a las ocho y media. Me doy una larga ducha caliente, me visto de turista y bajo a desayunar.
Espectacular buffet, había de todo. Como mucho. Ayer apenas comí. Pescado distintos riquísimos, quesos, mermeladas, panes, agua, café, dulces. Llené y vacié mi plato cuatro veces.
Luego me fui a dar un paseo al mercado de Bergen. Muy turístico, pero agradable. Encontré una malagueña y una madrileña en los puestos. Muy simpáticas, me invitaron a probar, pero a mí, no me cabía ni el olor.
En el hotel había turistas vascos.
Encontré un viajero motorista escocés, que llevaba cuatro meses y medio viajando. Eso si que es viajar. Estuve grabando algunos vídeos y comprando unos regalos para Santi y Rubén, en la zona turística que solemos ver por la tele, cuando se trata de Bergen. Luego di un buen paseo por la ciudad vieja para bajar el opíparo festín.
Es reconfortante pasear por las ciudades viejas, bien conservadas y limpias. Muchos suaves colores te sonríen desde las fachadas.
Reflexiones de esta jornada:
Me marcho de las tierras del Reno y el Alce, de Santa Klaus, de los lagos extensos en las tierras samis, de los majestuosos fiordos y de las aguas tranquilas, del acantilado del Cabo Norte, de los largos días del verano en el Norte, de los suaves y amistosos colores, de las gentes amables y educadas, del lugar donde la propiedad privada tiene realmente sentido y es respetada sin coacciones, del pescado en el desayuno, de las nieves veraniegas, de los ferrys que como pespuntes van uniendo la costura de la E6, del agradable frescor de la mañana en las carreteras solitarias, de puertos inimaginables y lagos helados de mercurio en sus cumbres,…, hasta la vista, Escandinavia; Gracias por tu amable acogida y preciosa estancia.
Hacia las dos del medio día, salgo del hotel, tras otra ducha caliente. Dirección Oslo por la carretera E16 dirección a Voss. Después de Aurland, atravieso un túnel de 25 kilómetros, que me provoca un sentimiento claustrofóbico.
Así llego a Oslo. Luego buscando la E6 tomo dirección a Moss, para seguir ruta hacia Suecia.
De noche y sin luz corta, siento el cansancio. Finalmente he llegado a Updevalla. Hoy ha sido una jornada de transición con una conducción tranquila y sin más anécdotas que contar.
Llego al Hotell Best Western “Carlia”, después de preguntar en tres hoteles antes y no tener habitaciones. Son la una y media de la madrugada. No es barato, pero necesito descansar. Me quedo. Tienen aparcamiento en superficie.
Egeria marca 29.398 km., y hoy estoy muy cansado también, conducir sin la luz de cruce, es complicado y produce fatiga mental.
Otras reflexiones:
La ciudad vieja de Bergen es un oasis, a pesar del turismo.
Las deformaciones imposibles de las edificaciones llaman la atención poderosamente.
Una cervecería con un atractivo luminoso.
Jornada 14. A día 22 de Julio de 2012. Updevalla – Lübeck (Alemania). 666 km.
Me levanto temprano y tomo el desayuno del hotel. El buffet es correcto, aunque no extenso. Tomo como cada día, un buen desayuno.
La decoración del hotel, muy divertida.
Me dirijo luego a reponer un poco de aceite y a inflar el neumático delantero, que estaba un poco bajo de presión. Me llevo a Egeria a la puerta del hotel.
Monté el equipaje y salí buscando la dirección hacia Goteborg y Malmo, para atravesar el famoso puente y túnel de Oresünd, que une Suecia con Dinamarca y que después de pagar el importe del peaje atravesé con la cámara de vídeo en marcha.
Como había leído acerca de conducir sobre este puente, es una sensación extraña con la cercanía de las gaviotas. Llegamos a Copenague y me dirijo a la zona vieja y turística.
Me tomo una cola al lado de un canal y me encuentro a un chico de Huelva, Esteban.
Luego camino de Rodby, buscando el ferry para Puttgarden.
Me encontré una pareja de jubilados alemanes cada uno con su moto, que venían de Escandinavia. Simpáticos, se interesaron por mi viajes. Charlamos un rato.
Escribí:
“Buena atención. Buen desayuno. Hoy no abuso como ayer, que el pescado se me repetía aún por la tarde”.
“Y hoy es 22 de Julio del 2012. Son las cuatro de la tarde y me estoy tomando una coca cola, cosa poco corriente en mi, y poco corriente es que me la esté tomando en Kobenhow, o sea, en Copenague, en un bar que se llama “Custom House”, en una mesita redonda, pequeña, de color gris, de resina y metal, sentado en una silla metálica, de chapa, de pletinas, vintage, junto al canal. La gente pasea, se sienta y charla. Hay un bote anclado cerca de mí. Se llama “Duen”. Hace sol, aunque está nublado. La temperatura es agradable. El barco está pintado de blanco y azul. Mi silla es de color azul “Hergê”. No se siente estrés en la gente que pasa”.
“Y a las siete y pico estaba embarcando en el ferry en Rodby, para saltar a Puttgarden”.
“Una tarde preciosa y a las ocho y pico, estábamos en Puttgarden. En el ferry decidí hospedarme en Lübeck”.
“Y aquí estoy: “Hotel KO15”, de estilo chick, limpio y en la ciudad vieja”.
“Egeria se está portando de maravilla. De camino a Malmö cumplió los kilómetros de servicio. A ver en cuanto nos pasamos. Le miro el aceite todos los días. Neumáticos. La lámpara de luz de carretera se fundió camino de Bergen”.
“Este viaje está siendo toda una experiencia de conocimiento propio”.
“Amazing!!!”.
“Quiero disfrutar, saborear, imprimir estos días finales de regreso a casa, viviéndolos y recordando todo lo que he VIVIDO estos catorce días. Todavía me parece increíble, me pellizco, y resulta que es cierto. ES CIERTO”.
“Soy yo el que está viviendo esta increíble experiencia”.
“Le he dado gracias a Dios muchas veces, cada día, las GRACIAS!!! Se las seguiré dando toda mi vida”.
“Antes de olvidarme quiero dejar anotado las claves de que todo vaya tan bien:
1. Tranquilidad.
2. Comodidad.
3. Preparación.
4. Organización”.
“Las botas de trial han sido todo un acierto, un poquito grandes, el pié ha estado a sus anchas, no sufriendo como en las alpinestar, más ajustadas, no son para tantos días de viaje”.
“Elegir bien el equipo, si no hubiera sido por la ropa térmica, hubiera pasado malas jornadas”.
“Leer mucho antes del viaje, las experiencias de otras personas. Es fundamental para organizarse”.
“Importante: que montar y desmontar maletas sea fácil y rápido, son muchos días de “APAREJAR”, con Egeria esto es sencillo y no se ha hecho pesado nunca”.
“Le debo a Egeria que cada día me levantara con ganas de seguir viviendo intensamente esta “aventura”, Es increíblemente noble, pero con garra cuando ha hecho falta”.
“Que bien lo pasamos en el Furkapass y en el Oberaldpass, y que seguridad en mojado en toda Escandinavia”.
“Lübeck: 9:30 horas. Km: 30.064. 666 km., (ferry aparte)”.
“No había anotado que el camarero del Custom House, se llama Esteban y es de Huelva. Y que me dijo que cogiera una hamburguesa de las sobras, porque la cocina estaba cerrada hasta las cinco. El cocinero se quedó mirando”.
Pues resulta que el hotel estaba muy bien situado en la ciudad vieja, que era cómodo, aunque tampoco tenía ascensor. El restaurante estaba bien y tenía precios contenidos.
Cené un sabroso codillo y un par de pintas rubias. Me di un corto paseo y me fui a la cama. Me he acostumbrado a dormir con antifaz y me gusta.
Me levanto temprano y tomo el desayuno del hotel. El buffet es correcto, aunque no extenso. Tomo como cada día, un buen desayuno.
Me dirijo luego a reponer un poco de aceite y a inflar el neumático delantero, que estaba un poco bajo de presión. Me llevo a Egeria a la puerta del hotel.
Monté el equipaje y salí buscando la dirección hacia Goteborg y Malmo, para atravesar el famoso puente y túnel de Oresünd, que une Suecia con Dinamarca y que después de pagar el importe del peaje atravesé con la cámara de vídeo en marcha.
Como había leído acerca de conducir sobre este puente, es una sensación extraña con la cercanía de las gaviotas. Llegamos a Copenague y me dirijo a la zona vieja y turística.
Me tomo una cola al lado de un canal y me encuentro a un chico de Huelva, Esteban.
Luego camino de Rodby, buscando el ferry para Puttgarden.
Escribí:
“Buena atención. Buen desayuno. Hoy no abuso como ayer, que el pescado se me repetía aún por la tarde”.
“Y hoy es 22 de Julio del 2012. Son las cuatro de la tarde y me estoy tomando una coca cola, cosa poco corriente en mi, y poco corriente es que me la esté tomando en Kobenhow, o sea, en Copenague, en un bar que se llama “Custom House”, en una mesita redonda, pequeña, de color gris, de resina y metal, sentado en una silla metálica, de chapa, de pletinas, vintage, junto al canal. La gente pasea, se sienta y charla. Hay un bote anclado cerca de mí. Se llama “Duen”. Hace sol, aunque está nublado. La temperatura es agradable. El barco está pintado de blanco y azul. Mi silla es de color azul “Hergê”. No se siente estrés en la gente que pasa”.
“Y a las siete y pico estaba embarcando en el ferry en Rodby, para saltar a Puttgarden”.
“Una tarde preciosa y a las ocho y pico, estábamos en Puttgarden. En el ferry decidí hospedarme en Lübeck”.
“Y aquí estoy: “Hotel KO15”, de estilo chick, limpio y en la ciudad vieja”.
“Egeria se está portando de maravilla. De camino a Malmö cumplió los kilómetros de servicio. A ver en cuanto nos pasamos. Le miro el aceite todos los días. Neumáticos. La lámpara de luz de carretera se fundió camino de Bergen”.
“Este viaje está siendo toda una experiencia de conocimiento propio”.
“Amazing!!!”.
“Quiero disfrutar, saborear, imprimir estos días finales de regreso a casa, viviéndolos y recordando todo lo que he VIVIDO estos catorce días. Todavía me parece increíble, me pellizco, y resulta que es cierto. ES CIERTO”.
“Soy yo el que está viviendo esta increíble experiencia”.
“Le he dado gracias a Dios muchas veces, cada día, las GRACIAS!!! Se las seguiré dando toda mi vida”.
“Antes de olvidarme quiero dejar anotado las claves de que todo vaya tan bien:
1. Tranquilidad.
2. Comodidad.
3. Preparación.
4. Organización”.
“Las botas de trial han sido todo un acierto, un poquito grandes, el pié ha estado a sus anchas, no sufriendo como en las alpinestar, más ajustadas, no son para tantos días de viaje”.
“Elegir bien el equipo, si no hubiera sido por la ropa térmica, hubiera pasado malas jornadas”.
“Leer mucho antes del viaje, las experiencias de otras personas. Es fundamental para organizarse”.
“Importante: que montar y desmontar maletas sea fácil y rápido, son muchos días de “APAREJAR”, con Egeria esto es sencillo y no se ha hecho pesado nunca”.
“Le debo a Egeria que cada día me levantara con ganas de seguir viviendo intensamente esta “aventura”, Es increíblemente noble, pero con garra cuando ha hecho falta”.
“Que bien lo pasamos en el Furkapass y en el Oberaldpass, y que seguridad en mojado en toda Escandinavia”.
“Lübeck: 9:30 horas. Km: 30.064. 666 km., (ferry aparte)”.
“No había anotado que el camarero del Custom House, se llama Esteban y es de Huelva. Y que me dijo que cogiera una hamburguesa de las sobras, porque la cocina estaba cerrada hasta las cinco. El cocinero se quedó mirando”.
Pues resulta que el hotel estaba muy bien situado en la ciudad vieja, que era cómodo, aunque tampoco tenía ascensor. El restaurante estaba bien y tenía precios contenidos.
Cené un sabroso codillo y un par de pintas rubias. Me di un corto paseo y me fui a la cama. Me he acostumbrado a dormir con antifaz y me gusta.
Jornada 15. A día 23 de Julio de 2012. Lübeck – Belfort (Francia). 894 km.
Me levanto temprano y tomo el desayuno del hotel familiar, con la sensación de un lugar con encanto.
El desayuno es correcto, aunque no extenso.
Conozco a una pareja de viajeros noruegos muy simpáticos, Britt y Halvard, con una muy cuidada RT 1150 azul. También han pasado la noche en el hotel. Van camino de la Selva Negra alemana. Charlamos un rato y nos despedimos deseándonos suerte. Más tarde nos encontraríamos en una estación de servicio. Buena gente.
Salimos a las nueve y media por una carretera comarcal, para ir calentando antes de entrar a las veloces autobhans alemanas.
Hoy ha sido un día de autopistas casi toda la jornada. Con mucha atención y tensión.
Los alemanes van muy rápidos por los carriles de la izquierda. No te puedes despistar. Por otro lado, se aprovecha muy bien la alta velocidad, ya que se avanza mucho.
Hoy he tomado varios helados, cafés y zumos en las gasolineras. No quiero comer conduciendo, para que no me produjera sueño.
Hemos pasado por Hamburgo, Hannover y Kassel.
La anécdota del día es el interés que tenía en Kassel, porque mi padre emigró a esta ciudad en los años sesenta y trabajo durante dos años en una fábrica de industrias metálicas. En dos años ahorro dinero para comprar una casa de setenta metros cuadrados y una preciosa Bultaco Mercurio y casarse. Me gustó mucho esta comarca. Luego seguimos dirección a Frankfurt y Mulhouse, para entrar a Francia.
Por la tarde estaba en las tierras de D`Artagnan. El cansancio se va acumulando y hoy a las nueve y cuarto de la tarde estaba en Belfort. Hotel Vauban. Familiar. Saludos Guy. Me encantaron tus óleos.
Egeria marcaba 30.958 km., y los niveles y presiones estaban bien.
Descargué mi equipaje y Guy me acompañó al garaje para guardar a mi bestia.
Me levanto temprano y tomo el desayuno del hotel familiar, con la sensación de un lugar con encanto.
El desayuno es correcto, aunque no extenso.
Conozco a una pareja de viajeros noruegos muy simpáticos, Britt y Halvard, con una muy cuidada RT 1150 azul. También han pasado la noche en el hotel. Van camino de la Selva Negra alemana. Charlamos un rato y nos despedimos deseándonos suerte. Más tarde nos encontraríamos en una estación de servicio. Buena gente.
Salimos a las nueve y media por una carretera comarcal, para ir calentando antes de entrar a las veloces autobhans alemanas.
Hoy ha sido un día de autopistas casi toda la jornada. Con mucha atención y tensión.
Los alemanes van muy rápidos por los carriles de la izquierda. No te puedes despistar. Por otro lado, se aprovecha muy bien la alta velocidad, ya que se avanza mucho.
Hoy he tomado varios helados, cafés y zumos en las gasolineras. No quiero comer conduciendo, para que no me produjera sueño.
Hemos pasado por Hamburgo, Hannover y Kassel.
La anécdota del día es el interés que tenía en Kassel, porque mi padre emigró a esta ciudad en los años sesenta y trabajo durante dos años en una fábrica de industrias metálicas. En dos años ahorro dinero para comprar una casa de setenta metros cuadrados y una preciosa Bultaco Mercurio y casarse. Me gustó mucho esta comarca. Luego seguimos dirección a Frankfurt y Mulhouse, para entrar a Francia.
Por la tarde estaba en las tierras de D`Artagnan. El cansancio se va acumulando y hoy a las nueve y cuarto de la tarde estaba en Belfort. Hotel Vauban. Familiar. Saludos Guy. Me encantaron tus óleos.
Egeria marcaba 30.958 km., y los niveles y presiones estaban bien.
Descargué mi equipaje y Guy me acompañó al garaje para guardar a mi bestia.
Jornada 16. A día 24 de Julio de 2012. Belfort - Pamplona. 1.070 km.
La habitación era colorida y amable. Grande y luminosa. Me doy una ducha y subo a desayunar a la planta primera. Un comedor pequeño y acogedor, con vistas a un cuidado jardín florido. Un desayuno casero. Unas mermeladas riquísimas.
Las pinturas, dibujos y carteles animaban la habitación.
Anoche tomé una ducha caliente y salí a estirar las piernas.
No sirven cenas a partir de las diez de la noche. Me tomé un shawarma y una cerveza. Me invitaron a otra.
Curiosamente estaba prohibido comer en la habitación.
Perdona Guy, pero no lo sabía cuando compré el shawarma y tenía hambre. No quedó ni una miga.
La cama muy cómoda. Un lugar silencioso. Un descanso reparador que me permitió disfrutar de la jornada de hoy.
Mucha distancia a cubrir para hoy. Lo conseguiría.
Una mañana soleada me iluminó, cuando la alarma del teléfono me despertó.
La vista del jardín invitaba a tomar un día de asueto, pero ese no era mi plan. Esta noche quería dormir en España.
A las nueve de la mañana salí de Belfort, hacia el Oeste, dirección a Burdeos. Mi idea era tomar algunas carreteras nacionales y mucha autovía y autopista, para cubrir la distancia mayor que pudiera. Con dirección hacia Besançon, Chalon, Montceau Les Mines (donde almorcé frugalmente en una terraza), Digoin, Le Donjon, Vichy, Clermont Ferrand, Tulle, Perigueux, Burdeos, Bayona y Pamplona, ¡De vuelta a casa!.
Tengo que decir que el tramo entre Chalon y Vichy por carreteras secundarias me trae recuerdos de olores y colores entrañables. Anecdóticamente, saludé a la policía francesa motorizada, sin darme cuenta que eran tales. Supongo que se lo tomaron bien.
Las autovías y autopistas cuentan con áreas de descanso muy bien acondicionadas, que ayudan a descansar brévemente y continuar fresco. Estas vías son monótonas pero necesarias para cubrir grandes distancias. La conducción limitada en velocidad provoca que se puede conducir de una forma más relajada que en Alemania.
La circulación cercana a la frontera era más lenta. Había numerosos tramos en obras y estaba anocheciendo. En el sentido contrario estaba totalmente colapsada. Muchos kilómetros con los vehículos parados. Muchos camiones. Me trajo recuerdos de la jornada de Polonia.
Al caer la noche y pasada la frontera, cayó también de forma brusca la temperatura y el cansancio se estaba haciendo patente. Mi idea era llegar a Pamplona.
Paré en una gasolinera que estaba cerrada, pero había camioneros de ruta, haciendo parada y una buena farola. Estacioné debajo de ella y saqué un par de latas de pescado y un poco de pan. Esto me repuso las fuerzas para llegar a mi destino.
Llegaríamos a Pamplona a la una y cuarto de la madrugada. Me dirigí al centro y busqué un hotel.
Hotel Leyre. Estoy acusando el esfuerzo y los finales de etapa son ansiados, pensando en la ducha caliente. Una cerveza fresca. Una cama cómoda.
Una vez en la habitación, tomé una cerveza del minibar y la merecida ducha caliente reparadora. Luego me iría a la cama.
El hotel posee unas plazas de aparcamiento frente a su puerta. Estaciono y pongo el candado, después de bajar el equipaje. Es increíble lo cómoda que es esta montura. Horas y horas encima de ella. Ningún dolor. Siento agradecimiento hacia ella.
Egeria marca 32.028 km., y los niveles están correctos. Los neumáticos están un poco cuadrados.
La habitación era colorida y amable. Grande y luminosa. Me doy una ducha y subo a desayunar a la planta primera. Un comedor pequeño y acogedor, con vistas a un cuidado jardín florido. Un desayuno casero. Unas mermeladas riquísimas.
Las pinturas, dibujos y carteles animaban la habitación.
Anoche tomé una ducha caliente y salí a estirar las piernas.
No sirven cenas a partir de las diez de la noche. Me tomé un shawarma y una cerveza. Me invitaron a otra.
Curiosamente estaba prohibido comer en la habitación.
Perdona Guy, pero no lo sabía cuando compré el shawarma y tenía hambre. No quedó ni una miga.
La cama muy cómoda. Un lugar silencioso. Un descanso reparador que me permitió disfrutar de la jornada de hoy.
Mucha distancia a cubrir para hoy. Lo conseguiría.
Una mañana soleada me iluminó, cuando la alarma del teléfono me despertó.
La vista del jardín invitaba a tomar un día de asueto, pero ese no era mi plan. Esta noche quería dormir en España.
A las nueve de la mañana salí de Belfort, hacia el Oeste, dirección a Burdeos. Mi idea era tomar algunas carreteras nacionales y mucha autovía y autopista, para cubrir la distancia mayor que pudiera. Con dirección hacia Besançon, Chalon, Montceau Les Mines (donde almorcé frugalmente en una terraza), Digoin, Le Donjon, Vichy, Clermont Ferrand, Tulle, Perigueux, Burdeos, Bayona y Pamplona, ¡De vuelta a casa!.
Tengo que decir que el tramo entre Chalon y Vichy por carreteras secundarias me trae recuerdos de olores y colores entrañables. Anecdóticamente, saludé a la policía francesa motorizada, sin darme cuenta que eran tales. Supongo que se lo tomaron bien.
Las autovías y autopistas cuentan con áreas de descanso muy bien acondicionadas, que ayudan a descansar brévemente y continuar fresco. Estas vías son monótonas pero necesarias para cubrir grandes distancias. La conducción limitada en velocidad provoca que se puede conducir de una forma más relajada que en Alemania.
La circulación cercana a la frontera era más lenta. Había numerosos tramos en obras y estaba anocheciendo. En el sentido contrario estaba totalmente colapsada. Muchos kilómetros con los vehículos parados. Muchos camiones. Me trajo recuerdos de la jornada de Polonia.
Al caer la noche y pasada la frontera, cayó también de forma brusca la temperatura y el cansancio se estaba haciendo patente. Mi idea era llegar a Pamplona.
Paré en una gasolinera que estaba cerrada, pero había camioneros de ruta, haciendo parada y una buena farola. Estacioné debajo de ella y saqué un par de latas de pescado y un poco de pan. Esto me repuso las fuerzas para llegar a mi destino.
Llegaríamos a Pamplona a la una y cuarto de la madrugada. Me dirigí al centro y busqué un hotel.
Hotel Leyre. Estoy acusando el esfuerzo y los finales de etapa son ansiados, pensando en la ducha caliente. Una cerveza fresca. Una cama cómoda.
Una vez en la habitación, tomé una cerveza del minibar y la merecida ducha caliente reparadora. Luego me iría a la cama.
El hotel posee unas plazas de aparcamiento frente a su puerta. Estaciono y pongo el candado, después de bajar el equipaje. Es increíble lo cómoda que es esta montura. Horas y horas encima de ella. Ningún dolor. Siento agradecimiento hacia ella.
Egeria marca 32.028 km., y los niveles están correctos. Los neumáticos están un poco cuadrados.
Jornada 17. A día 25 de Julio de 2012. Pamplona - Torremolinos. 944 km.
Había descansado bien.
Tenía preparado el último mapa parcial, jornada 17, Pamplona – Torremolinos, con parada en la Catedral de Tarazona.
En el Hotel Leyre, me proporcionaron un mapa para salir de la ciudad. Pamplona estaba en obras en el centro y la zona universitaria. Pude salir sin grandes problemas de la ciudad, rumbo a Tafalla.
Me encamino hacia Tarazona, por carreteras secundarias, a través de Tafalla y Tudela. Estoy cansado de vías rápidas.
Al llegar a Tarazona, aparco junto a la Catedral. Allí conozco a un señor mayor, D. Francisco Bona se presentó. La entrada cuatro euros. Otra promesa cumplida. A las once y media de la mañana salgo de esta población en dirección a Soria, con una canción de “Gabinete Caligari” en la cabeza sonando, “Camino Soria”.
Luego mucha autovía, en dirección a Madrid, con mucho calor y muchas ganas de llegar a casa.
Les doy las gracias a Ana y Oscar, porque me ofrecieron su casa en Madrid para descansar.
Disfrutando de los últimos kilómetros y saboreando los días pasados recientes. Reviviendo momentos e intentando organizar los recuerdos. En la cabeza, un revoltijo de anécdotas, imágenes, colores y olores, que ya intentaría amalgamar lo más ordenada y completa, que me fuera posible.
Hace mucho calor hoy.
En Madrid es tremenda la temperatura que hay que soportar por las “M´s”.
Desando el camino que sirvió de comienzo de viaje, hacia Andalucía, hacia Despeñaperros, hacia Málaga, hacia Torremolinos, donde me espera la familia. Que ganas tengo de verlos.
Al llegar, Egeria marcaría 32.972 km., lo que quería decir que habíamos navegado durante 13.388 km., por carretera, más algunos cientos más en ferry. Al Norte.
A las nueve y media de la noche llego a mi destino final. Contento, Cansado. Besos y abrazos. Me ducho. Nos vamos a celebrarlo. Cenamos los tres en el Foster Hollywood. A Rubén le gusta. Después nos vamos a casa y seguimos hablando del viaje y de lo que ha ido pasando en casa durante mi ausencia, hasta caer rendido por el sueño.
Escribí en mi cuaderno al llegar: “Mi mujer y mi hijo, lo mejor”.
"13.388 km., 17 días, muchas inolvidables sensaciones".
Este viaje es parte de una promesa que hice a mi madre, que ya no está en este mundo, pero que sin duda me acompaña a diario. Estoy acabando de redactar esta pequeña aventura personal el Día de los Santos, el 1 de Noviembre de 2012.
Las lágrimas, muchas veces y distintos motivos, han aflorado a mis ojos. Le estoy muy agradecido a Dios por haber cuidado de mí, hasta mi vuelta. Gracias.
Espero que les sirva, en un futuro próximo, a algunos viajeros.
Dedico este viaje a mi madre y a aquellos que se han alegrado de corazón y me han apoyado y a los que se alegren cuando sepan de él. A los que les gustaría hacer este viaje, los animo a vivirlo en solitario. Suerte y Decisión!
José Antonio Fernández Berrocal
Posdata: Curiosamente, el día 3 de Noviembre de 2012, he recibido una llamada de Ilpo. Me visitará la semana entrante, junto con Gunta. El próximo miércoles 7 de Noviembre cenarán en casa y descansarán en ella, hasta seguir viaje. Finalmente solo vino Ilpo el día 14. Gunta me tejió unos calcetines de lana.
Despues hemos vuelto a vernos en Málaga dos veces más.
Sabed que hay un lugar la Norte, donde se acaba lo negro...
Había descansado bien.
Tenía preparado el último mapa parcial, jornada 17, Pamplona – Torremolinos, con parada en la Catedral de Tarazona.
En el Hotel Leyre, me proporcionaron un mapa para salir de la ciudad. Pamplona estaba en obras en el centro y la zona universitaria. Pude salir sin grandes problemas de la ciudad, rumbo a Tafalla.
Me encamino hacia Tarazona, por carreteras secundarias, a través de Tafalla y Tudela. Estoy cansado de vías rápidas.
Al llegar a Tarazona, aparco junto a la Catedral. Allí conozco a un señor mayor, D. Francisco Bona se presentó. La entrada cuatro euros. Otra promesa cumplida. A las once y media de la mañana salgo de esta población en dirección a Soria, con una canción de “Gabinete Caligari” en la cabeza sonando, “Camino Soria”.
Luego mucha autovía, en dirección a Madrid, con mucho calor y muchas ganas de llegar a casa.
Les doy las gracias a Ana y Oscar, porque me ofrecieron su casa en Madrid para descansar.
Disfrutando de los últimos kilómetros y saboreando los días pasados recientes. Reviviendo momentos e intentando organizar los recuerdos. En la cabeza, un revoltijo de anécdotas, imágenes, colores y olores, que ya intentaría amalgamar lo más ordenada y completa, que me fuera posible.
Hace mucho calor hoy.
En Madrid es tremenda la temperatura que hay que soportar por las “M´s”.
Desando el camino que sirvió de comienzo de viaje, hacia Andalucía, hacia Despeñaperros, hacia Málaga, hacia Torremolinos, donde me espera la familia. Que ganas tengo de verlos.
Al llegar, Egeria marcaría 32.972 km., lo que quería decir que habíamos navegado durante 13.388 km., por carretera, más algunos cientos más en ferry. Al Norte.
A las nueve y media de la noche llego a mi destino final. Contento, Cansado. Besos y abrazos. Me ducho. Nos vamos a celebrarlo. Cenamos los tres en el Foster Hollywood. A Rubén le gusta. Después nos vamos a casa y seguimos hablando del viaje y de lo que ha ido pasando en casa durante mi ausencia, hasta caer rendido por el sueño.
Escribí en mi cuaderno al llegar: “Mi mujer y mi hijo, lo mejor”.
"13.388 km., 17 días, muchas inolvidables sensaciones".
Este viaje es parte de una promesa que hice a mi madre, que ya no está en este mundo, pero que sin duda me acompaña a diario. Estoy acabando de redactar esta pequeña aventura personal el Día de los Santos, el 1 de Noviembre de 2012.
Las lágrimas, muchas veces y distintos motivos, han aflorado a mis ojos. Le estoy muy agradecido a Dios por haber cuidado de mí, hasta mi vuelta. Gracias.
Espero que les sirva, en un futuro próximo, a algunos viajeros.
Dedico este viaje a mi madre y a aquellos que se han alegrado de corazón y me han apoyado y a los que se alegren cuando sepan de él. A los que les gustaría hacer este viaje, los animo a vivirlo en solitario. Suerte y Decisión!
José Antonio Fernández Berrocal
Posdata: Curiosamente, el día 3 de Noviembre de 2012, he recibido una llamada de Ilpo. Me visitará la semana entrante, junto con Gunta. El próximo miércoles 7 de Noviembre cenarán en casa y descansarán en ella, hasta seguir viaje. Finalmente solo vino Ilpo el día 14. Gunta me tejió unos calcetines de lana.
Despues hemos vuelto a vernos en Málaga dos veces más.
Sabed que hay un lugar la Norte, donde se acaba lo negro...
Sergi50
Curveando
Buenoooo lo acabé de leer. Fantástico relato. Gracias por compartirlo.
Saludos!
Saludos!
pedroguzi
Curveando
Un precioso final para un buen comienzo . Yo he sido de los que me he alegrado por tu viaje. !! ENHORABUENA!!!
P.D. ya veras como vuelves !!!
P.D. ya veras como vuelves !!!
Mariano ADV
Acelerando
Enhorabuena Hazul por tu objetivo cumplido y por el relato de este fantastico viaje.
ENHORABUENA por ese pedazo de viaje Hazul....!!! 
Después de leer atentamente toda tu crónica, ha sido muy bonito y emocionante leer cómo lo dedicabas a tu madre.
Muchas gracias por compartir tus vivencias, experiencias y sentimientos...... Seguro que nos sirve a muchos de guía.
Saludos!!
Después de leer atentamente toda tu crónica, ha sido muy bonito y emocionante leer cómo lo dedicabas a tu madre.
Muchas gracias por compartir tus vivencias, experiencias y sentimientos...... Seguro que nos sirve a muchos de guía.
Saludos!!
Respecto a hablar de estados de ánimo durante el viaje, ha sido una idea que partió de sentir que en los relatos de viajes, yo mismo los he echado de menos, ya que servirían para prepararse mentalmente a viajeros que no han realizado viajes largos a distancias considerables del hogar. Sobre todo cuando te encuentras en países con sociedades muy diferentes. Ahora estaba pensando en Senegal, India y Túnez. Espero haber despertado en algunos viajeros la preparación psicológica, al menos con la previsión de qué estados de ánimo pueden soportar...
Saludos.
Saludos.
Lolo Velasco
En rodaje
Estupendo relató del viaje fue un placer leerte
tansinwalker
Arrancando
Bravo, bravo!
Preciosa y emocionante crónica. Enhorabuena
Preciosa y emocionante crónica. Enhorabuena
Lástima que se haya acabado esta crónica tan amena,entretenida,pasional,sentimental... Y podría seguir, describiendo tu crónica con infinidad de adjetivos. Olé por tu viaje y por como nos has hecho disfrutar relatando tus sensaciones y sentimientos.
yo suelo viajar solo (aunque no tan lejos) y, simplemente, son esas las sensaciones q se tienen. Sobre todo, aunque estés haciendo algo q te gusta, la añoranza de la familia.
Me inclino ante tí.
Un saludo.
yo suelo viajar solo (aunque no tan lejos) y, simplemente, son esas las sensaciones q se tienen. Sobre todo, aunque estés haciendo algo q te gusta, la añoranza de la familia.
Me inclino ante tí.
Un saludo.
Yo ya no puedo hacer viajes en moto por circunstancias personales, pero te agradezco profundamente el poder disfrutar de los tuyos, compartiendo emociones, paisajes y sensaciones.
Seguro que nuestras madres estarán diciéndose por ahí arriba "vaya par de moteros que tenemos".
Un abrazo. Keito.
Seguro que nuestras madres estarán diciéndose por ahí arriba "vaya par de moteros que tenemos".
Un abrazo. Keito.
Al leer tú crónica, me han venido bonitos recuerdos de nuestro viaje realizado a tu mismo destino en el año 2009. Este año queremos volver a subir al mítico Cabo Norte, la diferencia de un viaje a otro, es que este 2014 me acompañará mi mujer. La subida la queremos hacer por Alemania, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia y Finlandia. Bajando por la costa Noruega islas Lofotem etc etc.
Amigo Hazul, he disfrutado como un enano leyendo tu crónica. Gracias por compartirlo con todos nosotros.
Saludos.
Amigo Hazul, he disfrutado como un enano leyendo tu crónica. Gracias por compartirlo con todos nosotros.
Saludos.
Mercader LT
Arrancando
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Pues esta foto es de mi viaje a cabo norte junto con un amigo en el 2007
muy buenos recuerdos al leer de nuevo el viaje .
Muchas gracias a todos compañeros de caminos, documentar nuestros viajes nos genera la posibilidad de revivirlos cuantas veces queramos y que los escalofríos de la emoción ascienda por nuestra espina dorsal y a la vez podamos compartirlas con las personas a las que pueda interesar...viajar cómo se pueda, aunque sólo sea con la mente (ánimo Keito), o preparando los siguientes, aunque no tengan fecha, sin olvidarnos de esos pequeños grandes viajes cerca de casa...
Saludos.
Saludos.
Enhorabuena Hazul, no solo por el viaje, planificación, descripción, documentación gráfica, etc... sino por los valores que se transmiten en tus líneas. Es un gran ejemplo de lo que es un motero, y del porque un viaje en moto puede aportar tantas cosas positivas a la persona.