Bueno, hablando de ángeles de la guarda, yo si que creo que el otro día venía con migo en la moto. Os cuento.
Eran las 8 de la mañana (esto empieza como una canción
), circulaba yo por el carril izquierdo de la A2, a la altura de San Fernando de Henares, saliendo de Madrid. Me dirigía tranquilamente hacia la fábrica en la que trabajo. El tráfico era denso pero fluido, y era, todavía, de noche. La velocidad era de unos 70-80 km/h.
Como he dicho, circulaba tranquilamente por el centro del carril cuando, de pronto, veo delante de mi rueda, si posibilidad de evitarla, un pedrusco de unos 15 ó 20 cm. Lo cogí de lleno. La moto botó. El manillar dio una gran sacudida, y empezó a temblar. El susto fue monumental. No estaba seguro que es lo que le había pasado a la moto. Me agarré fuerte al manillar para mantener la moto lo recta y de pie. Me dirigí hacia la derecha como pude, me miraban mal los coches que circulaban por allí. Como diciendo "que está haciendo este loco" y yo, sólo quería llegar a la relativa seguridad del arcén antes de que se me bloquease la rueda y la cosa no tuviese arreglo.
Llegué al arcén. En ese momento la rueda delantera dejó de rodar. No fui capaz de apartar la moto.
Miro, y veo que la llanta ha reventado, no un llantazo, ha reventado, falta un trozo y al final, se enganchó en las pinzas del freno quedándose bloqueada. Viendo el destrozo no tengo más que decirme a mi mismo que he tenido suerte de no caerme, de que no se bloquease la rueda y de conseguir llegar al arcén.
Tomé unas fotos de la rueda y de la supuesta piedra, cuando pueda, las cuelgo por aquí, es sorprendente, de verdad, lo que puede pasar en la carretera.
Ahora, otra vez sin moto.
Bueno, conclusiones:
Bueno, chicos, no me enrollo más. Mucho ojo ahí fuera que nos acechan miles de peligros ocultos.
Eran las 8 de la mañana (esto empieza como una canción

Como he dicho, circulaba tranquilamente por el centro del carril cuando, de pronto, veo delante de mi rueda, si posibilidad de evitarla, un pedrusco de unos 15 ó 20 cm. Lo cogí de lleno. La moto botó. El manillar dio una gran sacudida, y empezó a temblar. El susto fue monumental. No estaba seguro que es lo que le había pasado a la moto. Me agarré fuerte al manillar para mantener la moto lo recta y de pie. Me dirigí hacia la derecha como pude, me miraban mal los coches que circulaban por allí. Como diciendo "que está haciendo este loco" y yo, sólo quería llegar a la relativa seguridad del arcén antes de que se me bloquease la rueda y la cosa no tuviese arreglo.
Llegué al arcén. En ese momento la rueda delantera dejó de rodar. No fui capaz de apartar la moto.
Miro, y veo que la llanta ha reventado, no un llantazo, ha reventado, falta un trozo y al final, se enganchó en las pinzas del freno quedándose bloqueada. Viendo el destrozo no tengo más que decirme a mi mismo que he tenido suerte de no caerme, de que no se bloquease la rueda y de conseguir llegar al arcén.
Tomé unas fotos de la rueda y de la supuesta piedra, cuando pueda, las cuelgo por aquí, es sorprendente, de verdad, lo que puede pasar en la carretera.
Ahora, otra vez sin moto.

Bueno, conclusiones:
- Hay que circular con mil ojos, esto es evidente.
- NO se debe circular por el medio del carril. Si hubiese circulado por "la rodada" de un coche, no habría impactado con la piedra.
- Esto no lo cubre el seguro
- Feliz por que no pasó nada y casi por lo de quedarme si moto.
Bueno, chicos, no me enrollo más. Mucho ojo ahí fuera que nos acechan miles de peligros ocultos.