Una de abuelos cebolletas, protagonizada por un jovenzuelo.....
Allá por el año 85, con mi flamante Yankee modificada (ahora se emplean otras acepciones....), decidí acercarme a la que, a la postre, sería la última Concentración de motos antiguas de El Escorial, encuentro con rancia solera por aquel entonces.
No hace falta que mencione cómo gastaba gasolina aquella mala bestia que era la Yankee.......y lo mal que andaba yo de dinero por aquel entonces; eso lo añado ahora.......
Total, que allí me presenté, y enseguida se formó un círculo de aficionados, veteranos coleccionistas, alrededor de la moto, hablando de ella con bastante conocimiento, of course......
Yo no cabía en mi pellejo, henchido del orgullo que suponía tener alrededor de mi moto a aquellos verdaderos entendidos.
Tras el encuentro inicial, la comitiva partía hacia Los Molinos, para hacer allí una subida en cuesta con las clásicas, pero yo andaba tieso de gasolina....y de efectivo.......
El aguijón final vino cuando Pablo Villanueva, con su flamante Ariel Square Four, redactor en la sección de clásicas de Motociclismo (lo conocía de eso) y que posteriormente abrió la librería especializada Libro Motor, me invitó a seguirle hasta Los Molinos....y allá que me fui......
Allí disfruté como un flamenco en un tablao; no se me olvidará nunca la estampa de Roberto Coll (qepd) con su bella hija, a lomos de su Norton con side.......
Y como todo lo bueno acaba, la cosa se acabó y volví para casa, con mil anécdotas que contar.......
Y cuando digo que se acaba lo bueno es que empieza lo malo...... y sí, la Yankee se quedó sin gasolina, cual pajarito que pierde las alas y no puede ni planear......
Pero tuve suerte, y la gasolinera de Galapagar estaba cerca, además de que, por aquel entonces, yo me podía permitir empujar la bestia, no como ahora, que empujar, lo que se dice empujar.....en fin.......
Las desgracias nunca vienen solas y para ello me remito al penúltimo párrafo " cuando digo que se acaba lo bueno es que empieza lo malo...."
Resumiendo: moto sin gasolina, pero en gasolinera, ¿cuál es el problema?.....pues que hay que pagarla.....y para pagarla hace falta dinero......¿mucho?.....lo suficiente para llegar a casa.......y para eso no llegaba.....
Tras rogar, subrogar, prerrogar y volver a rogar, conseguí que me echaran algo más de la gasolina que podía pagar, dejando en prenda, eso sí, la documentación de la moto, documentación que no pude ir a buscar hasta pasados unos días......
Como decía aquel viejo bolero de Los 5 Latinos: "si a un rato de alegría le sigue un gran dolor..."
Qué bonito es recordar estas anécdotas y, sobre todo, poder contarlas.....
Buenas noches, amigos......