UN ALA PLATEADA

Lone Wolf

Curveando
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gracias a Fadonis por enviarme esto: ;)

UN ALA PLATEADA

Paco bajó las escaleras de su casa léntamente y con cuidado. A su edad y con su artrosis incipiente ya no podia hacerlo de otro modo. Terminó de bajar las escaleras y se dirigió hacia la puerta del garaje. La abrió y entró. Avanzó entre la penumbra hacia la ventana y subió la persiana. Entonces la luz que de repente invadió el local, dejo a la vista un garaje un tanto desordenado, con más o menos las cosas que hay en todos los garajes particulares: una segadora, unas estanterias con objetos varios, algunos de los cuales difíciles de identificar, un cuarto de calderas, un coche que habia conocido mejores tiempos, algunos aperos de jardineria, un viejo armario ropero con espejo en las puertas, una bicicleta con aspecto de no ser utilizada, en fin, todo eso y alguna cosa más sin importancia.


Lo que diferenciaba ese garaje de la mayoria de los garajes, era un bulto de buen tamaño que tapado con una vieja sábana, ocupaba una buena parte del local.

Paco avanzó hacia donde se encontraba ese bulto y con cuidado y mucho protocolo, como si lo hubiera hechomil y una veces, fué retirando poco a poco la tela que lo cubria.
según lo iba haciendo, sus ojos se iban abriendo cada vez más y más parecian brillarle, hasta que al dejar aldescubierto del todo lo que allí habia, sintió como su desgarbada figura se hinchaba de aire y el corazón le latia más deprisa.

Allí estaba, como si el tiempo no pasara por ella, una magnífica Harley-Davidson Electra Glide 1200 FLH del 76 roja y negra, brillando como si tuviera luz propia.

La contempló un rato y la rodeó léntamente hasta llegar a su costado izquierdo. Con bastante esfuerzo y algo de dolor, asió el manillar con su mano izquierda, levanto su pierna derecha y la pasó por encima del asiento. Metió su mano en el bolsillo del pecho de la chaqueta y sacó la llave de contacto. La introdujo y arrancó el motor.
El motor de 74 pulgadas, rugió con un primer estampido para seguidamente quedar al ralentí con ese característico sonido desacompasado del que hacen gala las máquinas de la "company".


Apretó el embrague, engranó primera con un sonoro ruido sordo y volviendo la cabeza hacia un lado se contempló en el espejo del armario ropero. Dejó que el motor diera unas vueltas más y después de volverlo a punto muerto, lo apagó.
Se bajó de la moto y fué hasta la estanteria, donde cogió una gamuza, la dobló en cuatro partes y comenzó a pasarla cuidadosamente por la moto, quitándole el poco polvo que tenia.
Esperó a que el motor y los escapes se enfriaran y vovió a cubrirla con la misma vieja sábana.


Eso fué todo. Eso era todo todos los dias desde hacia años. Paco ya no podia salir con su moto como cuando era más joven. sus maltrechas rodillas ya no podian aguantar el peso de los más de 300 kg. de hierro de Milwaukee que pesaba su querida moto y sus manos ya no tenian suficiente fuerza y precisión para manejar su manillar.

Ese momento del dia era de sensaciones contradictorias.
Por un lado se sentia más vivo y animado y por otro lado sentia nostalgia de los kilómetros recorridos durante una vida, unas veces en compañia de amigos moteros como él y otras en solitario, de los viajes que habia realizado y sitios que habia coocido, de las concentraciones a las que habia acudido, de las risa y los buenos momentos vividos, incluso de las mojaduras y el frio que a veces habia sufrido. En definitiva, de una vidallena de intensos momentos a la moto.

Con aire triste, cerró la puerta del garaje y se dirigió de nuevo a la escalera para subir a su casa, donde desayunaria antes de dirigirse al pueblo, donde todos los dias hacia sus compras cotidianas.
Una noche de otoño, llovia y no poco. Serian poco más de las siete, pero ya habia oscurecido hacia un rato.Paco tenia que acercarse al pueblo, hoy tenia clase de internet. No era algo que le apasionara pero le servia para distraerse y relacionarse un poco.
Bajó al garaje y no sin antes dedicarle una mirada al bulto que hacia la vieja sábana, se subió a su coche, arrancó el motor y accionó el mando del portón.

Salió del garaje y volvió a accionar el mando. Cruzó los metros que separaban su casa de la carretera y girando hacia la derecha, se dispuso a recorrer los ocho km. que le separaban del pueblo.
Seguia lloviendo con ganas y no habria completado la mitad del recorrido, cuando vió en la orilla de la carretera un chico cuya moto le habia hecho la jugada de dejarlo tirado en mitad de la tormenta.
Apiadándose de él, se detuvo a su lado y con voz firme le preguntó:
-!Eh chaval, ¿necesitas ayuda?
El chico se agachó hasta la altura de la ventanilla y le contestó:
-Me vendria bien que me acercase hasta el pueblo, . A por la moto van a venir unos amigos en breve, pero yo no tengo por qué estar aquí mójándome.
Paco le abrió la puerta para que entrase y al hacerlo vió la moto del chico. Era una custom negra, bicilíndrica en v y con unos curiosos espejos en forma de ocho girado y aunque no reconoció el modelo, le pareció muy bonita.

De camino al pueblo, hablaron animadamente de motos y de moteros y a los pocos minutos, ya daba la sensación que se conociesen de siempre.
Al llegar al pueblo, el chico pidió que lo dejase en el primer bar que encontraran y Paco así lo hizo. Al parar el coche, el chico quiso corresponder el gesto de Paco y le regalo su braga de cuello. Era una braga sencilla, negra de lycra, poco usada y como único adorno, una alita plateada.
El chico se despidió dando las y al darse la vuelta para entrar en el bar, Paco observó que la misma ala plateada lucia en el parche dorsal del chaleco del chico.
En el vije de vuelta hacia su casa, Paco recordó el lugar donde se habia quedado la moto y allí ya no habia nada.
-Ya la han recogido-Se dijo Paco.
Al dia siguiente, amanecieron los campos helados y Paco pensó que seria buena idea ponerse la braga que aquel chico le habia dada, algo le abrigaria.
Salió de su casa, bajó la escalera y entró en su garaje, como todos los dias. Paco subió la persiana y comprobó que aún no habia amanecido del todo, aunque algo se veia.

Paco repitió ceremoniosamente su pequeño rito diario, descubrió la moto, agarró el manillar con su mano izquierda y pasó ágilmente su pier derecha por encima del asiento. Paco se quedó sorprendido, no le habia costado subirse a la moto. Sacó la llave del bolsillo del pecho y arrancó el motor. Se miró en el espejo del armario y entonces se quedó sin aire. La imagen que el espejo le devolvia era la suya propia con cuarenta años menos. Por acto reflejo, soltó el manillar y su imagen cambió. Ahora el reflejo volvia a ser el de siempre. Con mano temblorosa asió de nuevo el manillar y con los ojos tan abiertos como era capaz, giró lentamente la cabeza hasta alcanzar el espejo con la mirada. Esta vez no soltó el manillara ni miró hacia otro lado. Se quedó observando fijamente, reconociendose como el hombre que habia sido hacia cuarenta años.
Mantuvo la mirada unos momentos mientras una oleada de calor recorria su cuerpo. Bajó la cabeza, soltó el manillar y se bajó de la moto. Fué hacia el espejo mientras se quitaba la chaqueta y la braga que aquel motero le habia dado. Miró al espejo detenidamente y luego a la moto y así varias veces.

Cuando se tranquilizó un poco, volvió a sentarse en la moto y agarrando el manillar, dirigió la mirada de nuevo hacia el espejo. Su imagen era la del Paco de siempre. Se quedó pensativo unos momentos, mientras sus ojos se movian nerviosamente de izquierda a derecha, cuando estos fueron a posarse sobre la braga que habia dejado encima de la chaqueta. Un rápido pensamiento cruzó su mente mientras le pareció ver que el ala plateada que adornaba la braga relucia de forma extraña, como si reflejase una luz que allí no habia por ningún lado.
Paco se bajó de la moto, se acercó a la braga y se la puso.
Volvió a sentarse en la moto, se agarró al manillar y cuando se miró una vez más al espejo del armario, volvió a verse tal como era hacia cuarenta años atrás. Ya no dudó que la braga era la responsable del cambio.
Un poco menos nervioso, constató que no sólo era su imagen la que habia mejorado, sino que realmente se sentia como si tuviese todos esos años menos. También comprobó que su imagen tan solocambiaba en el espejo. sus manos y todo lo que alcazaba a ver de su cuerpo era como se esperaba que fuera para su edad.
Con todo el aplomo que consiguió reunir subió a su casa y cuando bajó de nuevo, llavaba puests una vieja cazadora Vanson de cuero en su mano derecha un casco tipo Cromwell y en la izquierda unos guantes de cuero algo raidos.
Accionó el mando del portón, se subió a la moto y se puso el casco y los guantes. Arrancó el motor y lanzó una última mirada al espejo, para asegurarse de que lo que quiera que fuese que provocaba esa situción, seguia funcionando. Engranó primera y salió. Recorrió los metros que le separaban de la carretera y giró a la izquierda. Y rodó. Rodó con la misma excitación que el dia que estrenó la moto. Recorrió kilómetros y kilómetros sin cansarse. Llenó el tanque y tan solo tomó un sandwich y un refresco en aquella gasolinera. No habia tiempo que perder.
Cuando le pareció que estaba lo bastante lejos, se dió la vuelta hacia su casa. Cuando llegó, guardó la moto y se miró al espejo otra vez. Se bajó de la moto y se vovió a mirar. La sonrisa que le habia acompañado todo el viaje aún no habia abandonado su rostro. Cerró el garaje y subió a su casa con paso cansado. Entró y se dirigió hacia el sofá desde donde siempre veia el televisor, solo que esta vez no lo encendió. Se dejó caer en el sofá y lloró. Lloró de pura felicidad por haber vuelto a sentitse vivo, por haber vuelto a sentir el aire en su cara y sobre todo por haberse vuelto a sentir él mismo.
Al dia siguiente, repitió los mismos pasos del dia anterior y volvió a rodar.
Aún dudaba de que aquello fuera un sueño, lo que si tenia claro, es que habia que disfrutarlo. Y aquel tipo que le habia dado la braga, ¿quién era? ¿un ángel? ¿Un demonio? ¿acaso importaba? Lo importante era que Paco volvia a ser motero.
Paco rodó todos los dias. Unas veces Hacia ruta y otros solamente se acercaba alpueblo a hacer sus compras.
En el pueblo no salian de su asombro al volver a ver otra vez a Paco sobre su motocicleta y lo que más les llamaba la atención, era la sonrisa que siempre exibia por encima de aquella braga con su alita plateada.
Así pasaron algunos años, en los cuales Paco se sintió muy feliz, hasta que un dia, la dama de negro, vino a reclamar a Paco definitivamente.
Los que acudieron a su funeral, aseguraron que Paco tenia en su ataúd, la misma sonrisa de cuando iba con su moto por las carreteras.
El dia de su entierro, sus familiares y allagados, no pudieron evitar fijarse que a la entrada del cementerio, habia un chico vestido de motero que llevaba un chaleco con un ala plateada en la espalda. Aquel joven se apoyaba sobre una custom negra sin ningún distintivo, llamativamente limpia y con unos curiosos espejos en forma de ocho girado y cargada como para emprender un viaje exctamente igual que la otra moto que estaba aparcada a su lado.
El entierro terminó y los asistentes fueron acercándose poco a poco hacia la salida del camposanto y todavia desde el interior, alcanzaron a oir el inconfundible sonido de dos v-twin arrancando y alejándose.
Hoy dia, años después, los asistentes al entierro de Paco, siguen pregúntandose quién seria el conductor de la otra moto, compañero del chico, que con su figura desgarbada y una vieja chaqueta Vanson rodaba hacia el sol poniente.
Hoy dia años después, y aunque nadie los ha visto, algunos vecinos del pueblo, aseguran oir algunas noches a dos bicilíndricos cruzar el pueblo, quién sabe con que rumbo, si irán de ida o de vuelta de alguna reunión con más como ellos o tal vez, de alguna fiesta motera donde beberán cerveza y hablarán de motos y todas esas cosas de las que hablan los moteros cuando se reunen.

Y hoy dia, años después, algún vecino ha asegurado haber visto un motero parecido a Paco cuando era joven, con su moto parada en el arcén y su casco en el suelo, tal vez esperando la llegada de algún motero como él, que al verle se detuviera para ofrecerle su ayuda.
Así que si algún dia veis en el arcén un motero parado, que lleve en el cuello una braga con una alita plateada, con una custom negra con los espejos en forma de ocho girado, no dejeis de parar a preguntarle si necesita ayuda, quién sabe con que os podrá obsequiar en muestra de agradecimiento.


"Dedicado a todos los que un buen dia se subieron a una moto y ya no pudieron vivir sin ella"
 
Bonita historia,tan bella como desgraciadamente irreal.
Gracias por ponerla.
 
Precioso relato, me ha gustado mucho ;) yo parare, aunque no lleve un ala plateada, ese es nuestro espiritu Motero, gracias Lone ;)

Vssss !!!
 
agradable y nostalgico,ya que muchos nos reflejamos en ello.

saludos
pepe
 
ufffff, yo tengo 35 y mis rodillas ya no son lo que eran ( gracias a deportes varios y un atropello de autobús) ya me gustaria que me aguantaran lo más posible, pero al final quiero encontrarme con un angel motero como este!!! Hasta el último dia con las botas puestas ;) ;) ;)
 
Si es que cuando la moto forma parte de tu vida... a mí de vez en cuando me asalta la pregunta de hasta cuándo podré subirme a una, y me pongo nervioso.
 
Un relato muy bonito que em ha emocionado, :'( :'( :'( pero de alegría.
Cuando algo se lleva en la sangre, es para toda la vida, ojalá todos pudieramos seguir montando en moto, hasta que la "dama negra" venga a recogernos.
Gracias por compartirlo. ;) ;) ;)
 
Mi suegro llevó moto hasta los 74 años, hasta que sus hijos, por "su seguridad" se lo impidieron (con muy buenas palabras y argumentos).
Mi suegro cayo en una depresión, perdió el apetito y envejeció de golpe.
No ha vuelto a ser el mismo.
Supongo que hubiera sido mejor esperar a que el decidiese por si mismo dejar la moto, incluso a riesgo de que le hubiera pasado algo. Supongo que lo que no le había pasado el 74 años ya no tenía por qué pasarle.
En fin, si alguna vez me dicen que deje la moto por mi seguridad y porque ya soy muy mayor para "esas cosas" simplemente diré NO.
 
113F24373A323F3A3A39560 dijo:
Bonita historia,tan bella como desgraciadamente irreal.
Gracias por ponerla.

IRREAL?, como que irreal, en esa historia esta, la historia de cada uno de los que disfrutan con la moto, unos seguimos por aquí, y otros que nos estan esperando, para volver a hacer esas rutas que hacian con los amigos de siempre y suenan sus motores en la lejania de las noches.
 
Entrañable historia. Gracias por ponerla.

El otro día a raíz de un comentario de un amigo a cerca de que había puesto su moto en venta, me platee si yo podría prescindir de ella y me di cuenta de que de momento no.

No se lo que durara, aunque espero que mucho. Pero a día de hoy sufriría bastante si no pudiera darme una vuelta de vez en cuando, ir a las habituales concentras y GP's y, sobre todo, si tuviera que prescindir de nuestras ya tradicionales vacaciones moteras de mediados de agosto. Son 5 días inigualables de rutas, kms., anécdotas y buena compañía que no cambio por nada.

Cuidaos.
 
De todo el relato, aparte de lo evidente que todos lo hemos pillado, me quedo con este fragmento. Curiosamente, esto se esta perdiendo un poco segun en que sitios. En una ocasion hace un tiempo me llamo la atencion cuando pare con mi coche a ofrecer ayuda a un motero que dejo el casco en el arcen pidiendo ayuda y me dijo que por fin alguien se paraba, que habian pasado al menos 20 motos y nadie paraba. Era un sitio de estos poquitos que quedan sin cobertura y por un fallo electrico este estaba tirado.

¿Porque sucede esto? No lo se, ni me importa el motivo por el que muchos no paran, yo seguire siendo el mismo que lo de ser motero lo llevo en las venas, seguire saludando en V y ayudando al projimo.



5F4E414A5A5D405F4A4E415C5B572F0 dijo:
Así que si algún dia veis en el arcén un motero parado, que lleve en el cuello una braga con una alita plateada, con una custom negra con los espejos en forma de ocho girado, no dejeis de parar a preguntarle si necesita ayuda, quién sabe con que os podrá obsequiar en muestra de agradecimiento.


"Dedicado a todos los que un buen dia se subieron a una moto y ya no pudieron vivir sin ella"


PD: No he tenido wevos a vender la moto, asi que con las rodillas jodidas, seguire montando en la medida que pueda, y si tengo que rodar con la pata colgando, pues que asi sea ;)


V'ssssssssssssssssss
 
Precioso relato,me ha emocionado, ya que me siento identificado con él.Tengo artrosis en las dos rodillas y una malformación en ambas rótulas,aparte de 52 años,pero os aseguro que seguiré montando a diario en mi RT mientras ella me lo permita.UN SALUDO
 
Sí señor, bonita historia, me he leido todo, hasta los comentarios del foro Harley :)
 
Hola que hay.
  Es un relato que se pudiera dar como innegable. 
Umberto Eco dice. “Los mundos narrativos son parásitos del mundo real”  
Magnifico y agradable relato, el que sin ir al buscarlo nos has permitido leer. 
::) ::) ::) ::) ::)
Umberto Eco: "Seis paseos por los bosques narrativos"Escrito por Blas Matamoro Miércoles 18 de Agosto de 2010 12:07 Libros - CineyLetras.es
  Resulta obvio decir que el signo ha sido y es la preocupación principal de Umberto Eco. Menos obvio puede resultar, en cambio, desglosar el tema del signo en sus elementos problemáticos.
  En efecto, sabemos que un signo sólo puede explicarse por otros signos, que necesitan de otros signos para explicarse y así hasta cerrar una circunferencia de elementos limitados, o sea, construir una tautología, o dispararse hacia el infinito, sin esperanza de llegar a ningún lugar preciso.
En esta encrucijada de la significación como repetitiva o abismal aparece el asunto del sentido. Podemos decir que el signo se significa y, entonces, no significa nada, o que no acaba de significarse, que es la manera opuesta de significar nada, pero que, en cualquier caso, todo signo tiene sentido, bien sea porque alguien lo siente en el momento de percibirlo, o porque el proceso de significación traza algún itinerario en el que se pueden identificar o, al menos, esbozar puntos de recorrido y de llegada. El sentido como inmanencia (lo sentido) es la plena presencia, el momento único lleno de sí mismo.
Como de lo único no hay ciencia, de nada sirve admitirlo a la hora de explicarlo. No se puede explicar lo que no se puede comparar.
El sentido como recorrido se puede, al menos, narrar. La narración tiene la ventaja de asemejarse a su objeto y de pasar de lo que parece inmanente a lo que parece trascendente, es decir: de lo que está oculto a lo que se manifiesta.
De tal modo, lo manifiesto actúa como finalidad y el proceso de descubrir lo cubierto (el décryptage, si se prefiere) cumple la doble función de narrar un itinerario y de dotarlo de sentido.
La significación se torna historia y el sentido, productividad histórica. Esta breve introducción puede explicar el interés de Eco por la narrativa, reiterado en las conferencias Norton que pronunció en la universidad de Harvard entre 1992 y 1993, y que ahora recoge en forma de libro (Sei passeggiate nei boschi narrativi, Bompiani, Milano, 1994).
Hala hasta luego :D [smiley=ghost.gif]
 
4445121717270 dijo:
Mi suegro llevó moto hasta los 74 años, hasta que sus hijos, por "su seguridad" se lo impidieron (con muy buenas palabras y argumentos).
Mi suegro cayo en una depresión, perdió el apetito y envejeció de golpe.
No ha vuelto a ser el mismo.
Supongo que hubiera sido mejor esperar a que el decidiese por si mismo dejar la moto, incluso a riesgo de que le hubiera pasado algo. Supongo que lo que no le había pasado el 74 años ya no tenía por qué pasarle.
[highlight]En fin, si alguna vez me dicen que deje la moto por mi seguridad y porque ya soy muy mayor para "esas cosas" simplemente diré NO[/highlight].

Mi padre lo pasó fatal cuando le obligamos a dejar de conducir, pero lo que no puedes es dejar conducir a un ser querido cuando ya no está en condiciones de conducir, aunque en un centro de reconocimientio tengan los huevos de darle como apto.

No solo es por tu seguridad, es por la de los demás, peatones incluidos.

Manuel
 
Compañero...gracias por compartir ese relato que sin lugar a dudas a más de uno le ha conmocionado. La moto, sea la que fuere, es algo que se siente y si te gustan la cantidad de emociones que te transmite no lo puedes olvidar.  Saludos y ráfagas.
 
Irreal ?? No veo nada irreal en este relato .... esas cosas pasan ... perooooo no muy a menudo .... ;)
 
Gracias lone wolf en esta época de vacaciones estas historias son de agradecer.

Yo a mis 54 años no veo el final de mi vida motera, me "meto" sin problemas tiradas de mas de 1.000 km y tan fresco, y eso que tengo una rodilla operada que me molesta en muchas actividades pero nunca cuando voy en moto..¿por será?...

Me junto con moteros teintaañeros y sus problemas tienen para seguirme en zonas reviradas. Así que me veo por delante muuuuuchos años de moto. Pero las leyes inexorables de la vida harán que algún día llegue el fin, pero lo que si que tengo claro es que [highlight]nunca dejaré de ser motero....[/highlight]
 
Habia pasado de leer este post.
Me parecia una de esas chorradas que a veces salen .......
Pero hoy, no se por que lo he leido, y mientras lo hacia, se me ha puesto la piel de gallina.

Que bonito, y que verdad es!!!!!

Muchas gracias por ponerlo lone wolf

Un saludo desde Valencia
 
715D52495950667B663C0 dijo:
[quote author=4445121717270 link=1312105225/13#13 date=1312130005]Mi suegro llevó moto hasta los 74 años, hasta que sus hijos, por "su seguridad" se lo impidieron (con muy buenas palabras y argumentos).
Mi suegro cayo en una depresión, perdió el apetito y envejeció de golpe.
No ha vuelto a ser el mismo.
Supongo que hubiera sido mejor esperar a que el decidiese por si mismo dejar la moto, incluso a riesgo de que le hubiera pasado algo. Supongo que lo que no le había pasado el 74 años ya no tenía por qué pasarle.
[highlight]En fin, si alguna vez me dicen que deje la moto por mi seguridad y porque ya soy muy mayor para "esas cosas" simplemente diré NO[/highlight].

Mi padre lo pasó fatal cuando le obligamos a dejar de conducir, pero lo que no puedes es dejar conducir a un ser querido cuando ya no está en condiciones de conducir, aunque en un centro de reconocimientio tengan los huevos de darle como apto.

No solo es por tu seguridad, es por la de los demás, peatones incluidos.

Manuel

[/quote]

Pobre hombre, sin discutir tus argumentos, seguro que para él fue terrible.
Un saludo.
 
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