miquel-silvestre
Curveando
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Lo mejor que me han dado los viajes en moto son los amigos. He conocido mucha gente en este mundillo y la mayoría son tipos magníficos que viven con generosa pasión su amor a las motocicletas, la aventura y los viajes. A la vida con mayúsculas. Posiblemente todos podríamos dedicarnos a otra cosa, pero elegimos este raro camino que da pocos beneficios económicos pero muchos espirituales.
Hablo de gente como Charly Sinewan, con quien más que pasión por las travesías (él se ha hecho un Madrid Sydney y un Madrid Dakar www.sinewan.com) comparto amor por la conversación, las cervezas, y el Viña Alberdi.
De gente como David, de www.2tmoto.com que más que patrocinador es ya un amigo personal que se implica en mis proyectos hasta el punto de sacrificar su tiempo de ocio montando un sábado por la noche las defensas y maletas de mi nueva moto, Atrevida, mientras yo cumplía un compromiso promocional con un motoclub.
O gente como Rafa, Carlos y Coco, socios y responsables de IMM Rent & Tours de Mallorca a quienes conocí en Grandes Viajeros de Navacerrada. Inmediatamente comprendí que eran gente apasionada por los viajes y no mercaderes que hubieran ido allí a vender nada. Ellos viajan porque les gusta y eso se nota.
Cuando les comenté mi proyecto de Vuelta al Mundo tras los Exploradores Olvidados se les iluminaron los ojos y me ofrecieron toda la ayuda que pudieran prestarme dentro de sus pequeñas posibilidades. ¿Qué podía ofrecerme una empresa que alquila motos y organizar rutas por toda Europa? Pues uno de sus productos más interesantes. El transporte de mi moto a Hamburgo para irme hasta Cabo Norte sin tener que pasarme varios días en una aburrida autopista.
¿Qué hacer mientras la moto viaja sola en un camión de una empresa alemana de confianza? Pues nada mejor que probar durante cinco días las motos que ellos alquilan: las Triumph Tiger 800. Menudo plan, no? Mallorca en julio y con una moto nueva para visitar Petra, el pueblo natal de uno de mis exploradores olvidados: Fray Junipero Serra, fundador de las misiones en California.
He empezado con la más asfáltica y he de reconocer que me ha sorprendido. Y yo a ella, porque yo no me sé quedar en el asfalto sin pisar la tierra. La moto se maneja con facilidad aunque vaya un poco corta de radio de giro, pero su motor y su chasis son de primera. Hoy probaré la más trailera XC, así que ya os contaré. Pero si esta va bien incluso por pista, la otra tiene que ser la bomba.
Un abrazo desde Mallorca gracias a los chicos de IMM, que son los que me han organizado la presentación mañana de Un millón de piedras para los motoristas mallorquines. Y es que lo mejor que me han dado los viajes en moto son los amigos.
