Pérez-Reverte una vez más:
http://xlsemanal.finanzas.com/web/firma.php?id_edicion=5887&id_firma=12411
Saludos.
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Saludos.
Una historia con moto.
- Autor Catulo
- Fecha de inicio
rioja
Curveando
joder, y cobrar por escribir eso ;D ;D ;D ;D
Patente de corso. Artículo sobre moteros.
Pérez Reverte escribe entre otras cosas semanalmente en XL Semanal de las Provincias.
Aquí tenéis el relato de hoy, 12 de diciembre 2010.
http://xlsemanal.finanzas.com/web/firma.php?id_edicion=5887&id_firma=12411
Pérez Reverte escribe entre otras cosas semanalmente en XL Semanal de las Provincias.
Aquí tenéis el relato de hoy, 12 de diciembre 2010.
http://xlsemanal.finanzas.com/web/firma.php?id_edicion=5887&id_firma=12411
Me ha gustado la historia.
Sea cierta o no, creo que hace reflexionar, sobre si es bueno o no reprimir nuestros primeros impulsos, y de la capacidad de rectificar, aunque sea perdiendo de lo nuestro.
Desgraciadamente, no es nada infrecuente que un coche envista a una moto por detrás.
Y es que a pesar de la fama...
¡Los moteros somos muy buenos!. :
;D
Sea cierta o no, creo que hace reflexionar, sobre si es bueno o no reprimir nuestros primeros impulsos, y de la capacidad de rectificar, aunque sea perdiendo de lo nuestro.
Desgraciadamente, no es nada infrecuente que un coche envista a una moto por detrás.
Y es que a pesar de la fama...
¡Los moteros somos muy buenos!. :
;Djosedelarosa
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Una pollada como un P I A N O de gorda pero la escribe el chulito este y la gente BABEA. Ademas me suena a trola como casi todo lo que escribe en el Semanal, he dicho.
rockster-ct
Curveando
Pues será una pollada, pero a mi me ha gustado.
Pingu
Curveando
un motero más o menos curtido en ciudad ha vivido ésta y trompecientas cagadas de conductores de coches que nos ponen en peligro por dejadez de la atención. A mí me sacaron la moto del culo en un semáforo. Al de delante se le caló el coche cuando el semáforo se puso verde y el de detrás salió como si diera igual que no salieran los de delante. Mi matrícula acabó encima de la rueda y debajo del asiento. Papeles y ningún alboroto. Después de éso si puedo me pongo el primero siempre. En otra llego a un paso peatonal, paro como es mi obligación y cuando el peatón empieza a pasar oigo un frenazo brutal. Un 4x4 viene con las ruedas clavadas. Me preparo para que me dé y llevarme de paso al peatón que, viendo el percal, dá un salto y yo aprovecho, meto primera y me como medio paso de peatones con lo que evito el golpe. Mirada a la rubia -podía haber sido un hombre, pero era una rubia- que pide perdón con una mano, como si en esa calle con paso peatonal y cerca de un colegio la velocidad legal diera para un frenazo tan largo si pensara frenar para dejar pasar a alguien. La noche del viernes se saltaron un semáforo de forma brutal, a mitad de ciclo de semáforo, cuando el mío llevaba ni sé el tiempo en verde. Casualmente era otro 4x4, pero podía haber sido cualquier tipo de coche. Con su maniobra salió otro coche pensando que el del 4x4 habría comprobado que estaba verde. Pito y pito hasta que el 4x4 decide que yo llevo más que perder que él y se lo salta del todo. El del segundo coche que se saltaba el semáforo aún me señalaba el semáforo, pero para. Detrás de él todos los demás coches seguían en rojo. Ya hace años que miro aunque esté verde para mí. Podría estar contando de éstas y añadir una diaria, algunos días más de una. Si me tengo que encolerizar por todas estas cosas tendría una úlcera de caballo y la mano más espachurrá que la de un boxeador.
Ricarventure
Allá vamos
4558545C444352451A5443370 dijo:
Y a mi, me suele gustar lo que escribe este hombre, otra cosa es que el ego se le salga por los poros, pero bueno.
HISTORIA MOTOFANTASTICA
Hace tiempo, cuando compraba revistas, habia una seccion que se llamaba historias motofantasticas, que era muy entretenida. Leyendo la columna habitual del semanal, de Reverte, se me vino a la cabeza aquella seccion, pues la presente columna, bien podria servir como historia motofantastica.
No es la mejor que le conozco, ni la mejor historia motera, pero ahi os la dejo para que la disfruteis si os interesa
:
El mensaka del semáforo
La moto está parada en el semáforo de un paso de peatones, con un pavo encima: un mensajero con el rótulo fosforito de su empresa en la espalda. Detengo el coche en su aleta de babor y miro la máquina. Pese a la caja portaequipajes del asiento trasero, me recuerda la hermosa moto italiana que tuve hace treinta y tantos años largos, a esa edad en que te crees invulnerable; cuando eres joven, inconsciente y capaz de salir de viaje nocturno cayendo lluvia a mantas, atravesando a ciegas pantallas de agua pulverizada de camiones por carreteras de doble dirección, y crees que estamparte contra un coche o un árbol, a 160 kilómetros por hora, es algo que sólo puede pasarle a otros, y nunca a ti. El caso, como digo, es que estoy mirando la moto y al usuario con una punzada de nostalgia. Bajo el casco y el barbur, el mensaka parece motero veterano, treintañero largo. Está tranquilo y a lo suyo, abiertas las piernas, las botas militares apoyadas en el suelo, pendiente de que el semáforo pase a verde. Pensando en sus cosas, supongo. En que va retrasado en las entregas, o a quién votar en las municipales. Cualquiera sabe. Y en ese momento, despistado al volante, frenando en el último instante porque no se había fijado en el semáforo, llega el pringao.
No hay golpe fuerte. Sólo el chirrido del frenazo sobre el asfalto. Riiiias. Miro a mi derecha y veo que un coche, deteniéndose casi de milagro en el último momento, golpea ligeramente la moto por atrás. Apenas un toque en el neumático de la rueda trasera. Cloc. Lo justo para que, sin hacerle desperfectos visibles, la moto salga despedida tres o cuatro metros adelante, con el motero pateando a un lado y a otro en desesperado esfuerzo por mantener el equilibrio. Y lo consigue, el tío. Logra estabilizarse un trecho más allá, pasadas las marcas de pintura del paso de peatones, y desde allí se vuelve para comprobar qué diablos ha ocurrido. Entonces ve el coche detenido donde antes se encontraba él, y al conductor que, petrificado, las manos agarrotadas en el volante y expresión estupefacta, lo mira reponiéndose del susto. Acojonado.
Entonces asisto a una escena memorable. Con una sangre fría envidiable, tras quedarse unos instantes mirando hacia atrás como si no diera crédito a lo ocurrido, el mensaka se baja de la moto, la pone sobre la pata de cabra, echa un vistazo comprobando que no hay daños de importancia, y luego se acerca despacio al automóvil, tomándose su tiempo. Es un tipo de aspecto rudo, vigoroso y con aparente buena salud. El casco negro, del que sólo ha levantado la visera, refuerza su aspecto amenazador. Y huelga señalar que, para entonces, los conductores de los tres o cuatro coches que estamos cerca seguimos el asunto con atención no exenta de morbo, haciendo cábalas sobre si el primer guantazo se lo va a dar el mensaka al conductor con la derecha o con la izquierda, o si se limitará a enumerarle a gritos la relación completa de sus muertos más conspicuos y frescos. El del coche debe de andar en cálculos parecidos, pues permanece atrincherado tras el volante, igual de blanco que una hoja de papel marca El Galgo. Y en ésas ocurre la cosa.
Siempre despacio, sin alterarse, el mensaka ha llegado a la altura del conductor y se inclina a mirarlo. Éste es más bien de perfil tiñalpa, con poca chicha. Salta a la vista que no sabe qué hacer ni decir, y que teme le pongan la cara como un mapa de carreteras. Entonces, cuando el motero tiene ya apoyada una mano en el abridor de la puerta, lo veo inclinarse un poco más, mirando hacia el asiento de atrás del vehículo. Sigo la dirección de su mirada y descubro a dos enanos de ocho o diez años, niña y niño, sentados allí, con sus cinturones de seguridad puestos. En ese momento, el mensaka hace una de esas cosas que a veces, hasta en los momentos más negros de la vida, puede reconciliarte con el ser humano. Se queda inmóvil un instante, como pensándoselo, la mano aún puesta en la puerta del coche. Luego se yergue despacio, mira al conductor y le suelta esta frase inmortal: «Un día te vas a matar, gamberro».
Y eso es todo. Después, sin esperar respuesta -el otro sigue sentado, sin arrestos siquiera para balbucir una excusa-, el mensaka se dirige a la moto tan tranquilo como vino, echa un último vistazo para confirmar que no hay desperfectos, sube a ella, la pone en marcha y se va. Yo meto la primera y arranco a mi vez, pues suenan detrás bocinas impacientes de coches, y veo al motero perderse en el tráfico, a la entrada de un túnel. Entonces caigo en la cuenta de que ni siquiera he podido verle la cara. Y pienso que es una lástima. Me gustaría reconocerlo en cualquier calle, con la moto parada. Aparcar cerca, señalar el bar más próximo e invitarlo a una caña.
Mas aqui.
(perdon por las "tildes", pero no me funciona la tecla del acento :-?)
Edito para invitar a moderadores al cambio de seccion si lo consideran
Hace tiempo, cuando compraba revistas, habia una seccion que se llamaba historias motofantasticas, que era muy entretenida. Leyendo la columna habitual del semanal, de Reverte, se me vino a la cabeza aquella seccion, pues la presente columna, bien podria servir como historia motofantastica.
No es la mejor que le conozco, ni la mejor historia motera, pero ahi os la dejo para que la disfruteis si os interesa
:El mensaka del semáforo
La moto está parada en el semáforo de un paso de peatones, con un pavo encima: un mensajero con el rótulo fosforito de su empresa en la espalda. Detengo el coche en su aleta de babor y miro la máquina. Pese a la caja portaequipajes del asiento trasero, me recuerda la hermosa moto italiana que tuve hace treinta y tantos años largos, a esa edad en que te crees invulnerable; cuando eres joven, inconsciente y capaz de salir de viaje nocturno cayendo lluvia a mantas, atravesando a ciegas pantallas de agua pulverizada de camiones por carreteras de doble dirección, y crees que estamparte contra un coche o un árbol, a 160 kilómetros por hora, es algo que sólo puede pasarle a otros, y nunca a ti. El caso, como digo, es que estoy mirando la moto y al usuario con una punzada de nostalgia. Bajo el casco y el barbur, el mensaka parece motero veterano, treintañero largo. Está tranquilo y a lo suyo, abiertas las piernas, las botas militares apoyadas en el suelo, pendiente de que el semáforo pase a verde. Pensando en sus cosas, supongo. En que va retrasado en las entregas, o a quién votar en las municipales. Cualquiera sabe. Y en ese momento, despistado al volante, frenando en el último instante porque no se había fijado en el semáforo, llega el pringao.
No hay golpe fuerte. Sólo el chirrido del frenazo sobre el asfalto. Riiiias. Miro a mi derecha y veo que un coche, deteniéndose casi de milagro en el último momento, golpea ligeramente la moto por atrás. Apenas un toque en el neumático de la rueda trasera. Cloc. Lo justo para que, sin hacerle desperfectos visibles, la moto salga despedida tres o cuatro metros adelante, con el motero pateando a un lado y a otro en desesperado esfuerzo por mantener el equilibrio. Y lo consigue, el tío. Logra estabilizarse un trecho más allá, pasadas las marcas de pintura del paso de peatones, y desde allí se vuelve para comprobar qué diablos ha ocurrido. Entonces ve el coche detenido donde antes se encontraba él, y al conductor que, petrificado, las manos agarrotadas en el volante y expresión estupefacta, lo mira reponiéndose del susto. Acojonado.
Entonces asisto a una escena memorable. Con una sangre fría envidiable, tras quedarse unos instantes mirando hacia atrás como si no diera crédito a lo ocurrido, el mensaka se baja de la moto, la pone sobre la pata de cabra, echa un vistazo comprobando que no hay daños de importancia, y luego se acerca despacio al automóvil, tomándose su tiempo. Es un tipo de aspecto rudo, vigoroso y con aparente buena salud. El casco negro, del que sólo ha levantado la visera, refuerza su aspecto amenazador. Y huelga señalar que, para entonces, los conductores de los tres o cuatro coches que estamos cerca seguimos el asunto con atención no exenta de morbo, haciendo cábalas sobre si el primer guantazo se lo va a dar el mensaka al conductor con la derecha o con la izquierda, o si se limitará a enumerarle a gritos la relación completa de sus muertos más conspicuos y frescos. El del coche debe de andar en cálculos parecidos, pues permanece atrincherado tras el volante, igual de blanco que una hoja de papel marca El Galgo. Y en ésas ocurre la cosa.
Siempre despacio, sin alterarse, el mensaka ha llegado a la altura del conductor y se inclina a mirarlo. Éste es más bien de perfil tiñalpa, con poca chicha. Salta a la vista que no sabe qué hacer ni decir, y que teme le pongan la cara como un mapa de carreteras. Entonces, cuando el motero tiene ya apoyada una mano en el abridor de la puerta, lo veo inclinarse un poco más, mirando hacia el asiento de atrás del vehículo. Sigo la dirección de su mirada y descubro a dos enanos de ocho o diez años, niña y niño, sentados allí, con sus cinturones de seguridad puestos. En ese momento, el mensaka hace una de esas cosas que a veces, hasta en los momentos más negros de la vida, puede reconciliarte con el ser humano. Se queda inmóvil un instante, como pensándoselo, la mano aún puesta en la puerta del coche. Luego se yergue despacio, mira al conductor y le suelta esta frase inmortal: «Un día te vas a matar, gamberro».
Y eso es todo. Después, sin esperar respuesta -el otro sigue sentado, sin arrestos siquiera para balbucir una excusa-, el mensaka se dirige a la moto tan tranquilo como vino, echa un último vistazo para confirmar que no hay desperfectos, sube a ella, la pone en marcha y se va. Yo meto la primera y arranco a mi vez, pues suenan detrás bocinas impacientes de coches, y veo al motero perderse en el tráfico, a la entrada de un túnel. Entonces caigo en la cuenta de que ni siquiera he podido verle la cara. Y pienso que es una lástima. Me gustaría reconocerlo en cualquier calle, con la moto parada. Aparcar cerca, señalar el bar más próximo e invitarlo a una caña.
Mas aqui.
(perdon por las "tildes", pero no me funciona la tecla del acento :-?)
Edito para invitar a moderadores al cambio de seccion si lo consideran
Re: HISTORIA MOTOFANTASTICA
Pues espero que no lo cambién porque de haber estado en otra sección no lo hubiera leído.
Me ha gustado mucho
Pues espero que no lo cambién porque de haber estado en otra sección no lo hubiera leído.
Me ha gustado mucho
guansisnais
Allá vamos
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Re: HISTORIA MOTOFANTASTICA
a mi tambien me ha gustado mucho.
la historia es tan real como la vida misma.
a mi tambien me ha gustado mucho.
la historia es tan real como la vida misma.
AlbertoMad
Acelerando
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Re: HISTORIA MOTOFANTASTICA
Seas quien seas; ¡¡¡bravo, motero!!!
Ráfagas
Seas quien seas; ¡¡¡bravo, motero!!!
Ráfagas
ToniParaca
Allá vamos
Re: HISTORIA MOTOFANTASTICA
Bonita historia y con un final feliz.
Bonita historia y con un final feliz.
rockster-ct
Curveando
Re: HISTORIA MOTOFANTASTICA
Está repe, lo tenemos en "Otros temas", pero me ha gustado leerlo.
Está repe, lo tenemos en "Otros temas", pero me ha gustado leerlo.
toshi
Curveando
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toshi
Curveando
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BMW NIEBLA
Curveando
Re: Mensaka
+1, saludos.-
+1, saludos.-
Re: Mensaka
Las cuadernas junto al espejo de popa.
Moteros y marinos, tan distantes y cercanos a la vez.
La taberna del puerto, foro serio y con grandes miembros como este y con pasión propia.
67796375716363100 dijo:
Las cuadernas junto al espejo de popa.
Moteros y marinos, tan distantes y cercanos a la vez.
La taberna del puerto, foro serio y con grandes miembros como este y con pasión propia.
Yo protagonicé una escena con algun parecido a la relatada por Reverte.
Parado en el semaforo, pie en el suelo, oido chirrido de neumaticos tras mi, no me da tiempo ni a coger el embrague. Topetazo por detras y la moto desplazada un par de metros para adelante hasta que consigo frenarla. Tampoco me caigo.
Aparto la moto a un lado, aparco, y me bajo. Me vuelvo hacia el coche y veo una señora con ojos como platos (ahora si), balbuceando el consabido "no te vi". Sentado al lado un crio de 12 o 13 años.
A punto estaba de estallar y dar "motivos" a las Bibianas y Bibianos presentes para que me calificaran de violento machista cuando pensé "¿para que?". Vi que la moto no presentaba daños y me limite a señalarle "¿tampoco ve los semaforos?".
Para mas "coña" esto sucedio frente al edificio de la DGT de Arturo Soria. Esa que vigila por nuestra seguridad y para la cual si la señora del coche me desnuca, yo hubiese sido otro motorista muerto, con moto de gran cilindrada. Lo normal, vamos.
Luego pensé; ojala dentro de cuatro o cinco años, ese niño le pida a su madre una moto, y cuando esta se niegue con el clásico "No, ¡que las motos son muy peligrosas!", recuerde el episodio y acierte a replicarla "No mama, ¡peligrosa eres tu!". ;D
Parado en el semaforo, pie en el suelo, oido chirrido de neumaticos tras mi, no me da tiempo ni a coger el embrague. Topetazo por detras y la moto desplazada un par de metros para adelante hasta que consigo frenarla. Tampoco me caigo.
Aparto la moto a un lado, aparco, y me bajo. Me vuelvo hacia el coche y veo una señora con ojos como platos (ahora si), balbuceando el consabido "no te vi". Sentado al lado un crio de 12 o 13 años.
A punto estaba de estallar y dar "motivos" a las Bibianas y Bibianos presentes para que me calificaran de violento machista cuando pensé "¿para que?". Vi que la moto no presentaba daños y me limite a señalarle "¿tampoco ve los semaforos?".
Para mas "coña" esto sucedio frente al edificio de la DGT de Arturo Soria. Esa que vigila por nuestra seguridad y para la cual si la señora del coche me desnuca, yo hubiese sido otro motorista muerto, con moto de gran cilindrada. Lo normal, vamos.
Luego pensé; ojala dentro de cuatro o cinco años, ese niño le pida a su madre una moto, y cuando esta se niegue con el clásico "No, ¡que las motos son muy peligrosas!", recuerde el episodio y acierte a replicarla "No mama, ¡peligrosa eres tu!". ;D
I
Iceman.
Invitado
Re: Mensaka
Reverte tendrá sus cosas y caerá mejor o peor, pero es innegable que tiene talento a raudales para escribir.
Gracias por compartir este pequeño, pero magnífico, relato.
Saludos.
Reverte tendrá sus cosas y caerá mejor o peor, pero es innegable que tiene talento a raudales para escribir
.Gracias por compartir este pequeño, pero magnífico, relato
.Saludos
.pedrogv
Allá vamos
Buenas,
aqui os dejo dos relatos muy interesantes de Reverte:
http://xlsemanal.finanzas.com/web/firma.php?id_edicion=5887&id_firma=586
http://xlsemanal.finanzas.com/web/firma.php?id_edicion=5887&id_firma=3391
Salut i Vsss
aqui os dejo dos relatos muy interesantes de Reverte:
http://xlsemanal.finanzas.com/web/firma.php?id_edicion=5887&id_firma=586
http://xlsemanal.finanzas.com/web/firma.php?id_edicion=5887&id_firma=3391
Salut i Vsss
El Mensaka - Perez Reverte
Ole por sus narices...
http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/573/el-mensaka-del-semaforo/
V´sssss
Ole por sus narices...
http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/573/el-mensaka-del-semaforo/
V´sssss
josedelarosa
Arrancando
- Registrado
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Pues si he molestado a alguien pido disculpas, y me acabo de dar cuenta que aparezco con solo 1 mensaje, cuando en realidad llevo 3 añitos dado de alta en el foro y tenia un curriculum aceptable, en fin.... estaba rebotado con el plasta del P.Reverte, y a ver si a alguien le ha pasado lo mismo con lo del contador del foro. :-/ :-/
4D58594F525A4B3D0 dijo:
De los que suelo leer, éste me encantó. Por Madrid y con Sombrero.
http://xlsemanal.finanzas.com/web/firma.php?id_edicion=5887&id_firma=11471
54514D5B5A5B525F4C514D5F3E0 dijo:
Envíale un privado al Administrador explicando tu problema.
Saludos.
A mi me paso algo parecido con un pajaro que despues de pasarlo por la dcha. parado en un semaforo intento cerrarme al siguiente y no pudo con mi BMW y sus maletas, me pito y me insulto todo lo que pudo,en el siguiente semaforo pare delante y puse el caballete, y yo con mis 120 Kilos y 190 cm me fui a por el pajarito que casi me tira, no habiavisto subir ventanilla tan rapido en mi vida ja,ja,ja le di un par de golpes al cristal que casi me lo cargo y como el pajaro no tuvo "arrestos" de bajar le hice un nudo corbatero tipo Windsor con su retrovisor, me subi a mi RT y me largue mas ancho que el Tato, ah! los del bar que habia en la esquina se jartaron de reir y animar al pajaro que saliera del coche.
Vssss.Ygui
Vssss.Ygui