Urmella
Curveando
Acabo de hacer un viaje de más de 3000 kilómetros entre Bruselas y Castejón de Sos (Huesca) ida y vuelta. La ida con la R1100 R y la vuelta la hubiera querido hacer con la R100RS, pero no me he atrevido yendo solo y con cierta prisa. La ruta me ayudaron a hacerla los colegas del blog francés ("Le Flatistán"
, un recorrido maravilloso, sobre todo la parte del sur de Francia. Estas son algunas de las fotos.
De Bruselas a Dinant, la patria del Saxofón, todavía en Bélgica. Rodar al lado del río Mosa es una gozada. De allí a Reims, Troyes y Auxerre.
De paso el pueblo de Chaource, donde se hace un queso que para mi es inigualable.
Antes de llegar a Chateorroux, todos los caminos te llevan a Santiago de Compostela
A falta de una clásica de dos ruedas, encontré uno de cuatro en el hotelito donde terminé la etapa. http://www.la-mandrie.com/ Con su piscinita y su restaurante casero, excelente, me dejaban poner la moto si hubiera querido en la puerta de la habitación. Por poco más de 40 euros cenar y dormir me pareció un chollo.
Desde allí (Pompadour) ha sido un paraiso, el Limosín, el Perigord, todo un tesoro de carreteras pequeñas salpicadas de pueblos maravillosos. Si me hubiera parado en cada sitio que me resultaba admirable, aún no habría llegado.
Me encontré, por ejemplo, la ciudad troglodítica de Saint Christophe, que es un sitio alucinante para volver con la familia.
Por fin la llegada a mi querido valle
La vuelta hice en parte el mismo trayecto, solo más improvisado, en parte al otro lado de la autopista, pasando por Rocamadour y Collonges-la-Rouge
Si alguien está interesado le puedo pasar la ruta más detallada.


De Bruselas a Dinant, la patria del Saxofón, todavía en Bélgica. Rodar al lado del río Mosa es una gozada. De allí a Reims, Troyes y Auxerre.

De paso el pueblo de Chaource, donde se hace un queso que para mi es inigualable.

Antes de llegar a Chateorroux, todos los caminos te llevan a Santiago de Compostela

Desde allí (Pompadour) ha sido un paraiso, el Limosín, el Perigord, todo un tesoro de carreteras pequeñas salpicadas de pueblos maravillosos. Si me hubiera parado en cada sitio que me resultaba admirable, aún no habría llegado.


Me encontré, por ejemplo, la ciudad troglodítica de Saint Christophe, que es un sitio alucinante para volver con la familia.

Por fin la llegada a mi querido valle
La vuelta hice en parte el mismo trayecto, solo más improvisado, en parte al otro lado de la autopista, pasando por Rocamadour y Collonges-la-Rouge


Si alguien está interesado le puedo pasar la ruta más detallada.