Pepegaditano
Curveando
Esto va dedicado a varios amigos míos, que por circunstancias de la vida, y con los tiempos que corren se quedaron sin trabajo, algunos lo están pasando muy mal, incluso otros sin tener ganas de nada se sienten "vencidos".
La vida de una persona en este mundo no es fácil, nadie nació con un seguro contra terceros incorporado a su DNI. Quién diga lo contario: que todo le ha resultado placentero y tranquilo, no creo que haya vivido demasiado o que simplemente tiene el don de aparentar muy bien o simplemente es "masoquista".
Vivir, significa enfrentarse constantemente a las dificultades que se nos presentan en el camino, respirar, quedar heridos en nuestras luchas...
Muchas veces con victorias, otras veces no. Pero el hombre se distingue por la visión que tiene de su lucha diaria.
Hay quienes se ven derrotados, hay quienes aceptan que son vencidos...
¿Qué diferencias hay entre ser vencidos y ser derrotados?
Se siente derrotado, quién sucumbe sin protesta ante el poder.
Se siente derrotado, quien pudiendo haber luchado con firmeza, se dejó estar preso de la pereza.
Se siente derrotado, quien calla por miedo a la represión.
Se siente derrotado, quien por miedo no se mete y deja que las injusticias se crucen por delante.
Se siente derrotado, quien se conforma con poco, creyendo que no es capaz de más o que sus fuerzas no le ayudarán.
Se siente derrotado, quién ha tenido que trabajar en lo que no ha elegido, contradiciendo su vocación y sus sueños, porque la vida lo ha obligado a tomar estas decisiones.
Es vencido quién dio todo de sí para servir y aun así no ha podido ganar.
Es vencido quien de tanto luchar, el cansancio no le ha permitido seguir, pero mira con orgullo lo poco que ha obtenido con sus fuerzas.
Es vencido quién no se calló, no mintió, no omitió y por ello lo han matado de todas las formas posibles, con la ignorancia, con el silencio, con el olvido.
Es vencido quien ante tanta injusticia, las fuerzas no le alcanzan para seguir caminando.
El que ha sido derrotado, hasta la vergüenza lo acecha, le cuesta mirar a los ojos y las lágrimas lo ciegan y sus fuerzas se acaban.
El que ha sido vencido dignamente, camina con la cabeza en alto, con el corazón hinchado del orgullo de haber hecho lo correcto, con la fortaleza de la lucha y la experiencia que ha obtenido en el combate. El que ha sido vencido, ha aprendido y con ello es más fuerte.
La vida de una persona en este mundo no es fácil, nadie nació con un seguro contra terceros incorporado a su DNI. Quién diga lo contario: que todo le ha resultado placentero y tranquilo, no creo que haya vivido demasiado o que simplemente tiene el don de aparentar muy bien o simplemente es "masoquista".
Vivir, significa enfrentarse constantemente a las dificultades que se nos presentan en el camino, respirar, quedar heridos en nuestras luchas...
Muchas veces con victorias, otras veces no. Pero el hombre se distingue por la visión que tiene de su lucha diaria.
Hay quienes se ven derrotados, hay quienes aceptan que son vencidos...
¿Qué diferencias hay entre ser vencidos y ser derrotados?
Se siente derrotado, quién sucumbe sin protesta ante el poder.
Se siente derrotado, quien pudiendo haber luchado con firmeza, se dejó estar preso de la pereza.
Se siente derrotado, quien calla por miedo a la represión.
Se siente derrotado, quien por miedo no se mete y deja que las injusticias se crucen por delante.
Se siente derrotado, quien se conforma con poco, creyendo que no es capaz de más o que sus fuerzas no le ayudarán.
Se siente derrotado, quién ha tenido que trabajar en lo que no ha elegido, contradiciendo su vocación y sus sueños, porque la vida lo ha obligado a tomar estas decisiones.
Es vencido quién dio todo de sí para servir y aun así no ha podido ganar.
Es vencido quien de tanto luchar, el cansancio no le ha permitido seguir, pero mira con orgullo lo poco que ha obtenido con sus fuerzas.
Es vencido quién no se calló, no mintió, no omitió y por ello lo han matado de todas las formas posibles, con la ignorancia, con el silencio, con el olvido.
Es vencido quien ante tanta injusticia, las fuerzas no le alcanzan para seguir caminando.
El que ha sido derrotado, hasta la vergüenza lo acecha, le cuesta mirar a los ojos y las lágrimas lo ciegan y sus fuerzas se acaban.
El que ha sido vencido dignamente, camina con la cabeza en alto, con el corazón hinchado del orgullo de haber hecho lo correcto, con la fortaleza de la lucha y la experiencia que ha obtenido en el combate. El que ha sido vencido, ha aprendido y con ello es más fuerte.
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