28-11-2022, Lunes, Meknes-Tanger Med-Algeciras
En cuanto abre un ojo por la mañana someto los nuevos planes a la aprobación de mi hermano.
Vamos a acortar en un día nuestra estancia en Marruecos.
Como habíamos decidido volver por la vía mas rápida, no tiene sentido llegar a mediodía a Tanger para tener que pegarnos al día siguiente el madrugón padre para coger el barco.
He cosultado horarios y tenemos un barco hoy a las 15:00.
Esto no quiere decir que podamos llegar a Tanger Med a las tres menos cinco. Hay que contar con el paso de la aduana, el cambio de billetes, cambio de monedas e imprevistos varios.
Pongo como hora límite las 13:30 para llegar a puerto, así que tenemos que ponernos las pilas para llegar a tiempo.
Juan se muestra conforme, así que me despido de los suculentos desayunos marroquíes como si fuese la última vez, esto es, me pongo las botas, mientras mi hermano me acompaña con un modesto té y algún trocito de pan que ya se atreve a echar a la caldera...
Salimos de Meknes con facilidad gracias a la ubicación estratégica del hotel y volvemos a encarar la N13.
El día es deprimente, entre que nos vamos, la niebla que lo cubre todo, el tráfico y la carretera mas fea que un dolor, vamos cruzando anónimos y grises pueblos sin el menor encanto.
Hemos configurado las motos en modalidad "cuchillo en la boca" y vamos adelantando al tráfico a troche y moche, aun así, parece que nunca se vaya a acabar la carretera...
En Sidi Kacem cogemos la RN-27 que nos llevará hasta la autopista de la costa a la altura de Moulay Bousselham.
Mi hermano se acuerda de hacerme una foto que tenía pendiente y que uno de los primeros días casi me cuesta un disgusto...
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Creía que ponía "Beba Cocacola" o algo por el estilo.
Incorporados a la autopista sale el sol y parece que vuelve la alegría con bonitos paisajes. Vamos en tiempo, pero no hay que dormirse, un repostaje rápido, un té, y ya estamos a todo trapo por la autopista.
Las motos responden contentas, sobre todo la mía que está en su ambiente.
Vamos rápido, pero esto lleva su tiempo...Larache...Tanger...y por fín la salida a tanger Med.
Hemos llegado en tiempo.
Mientras mi hermano custodia las motos y precindiendo esta vez de los gorrillas, cambio en las taquillas de la naviera los billetes de barco. En la misma ventanilla, la persona que me atiende me ofrece cambio de moneda, con lo que mato dos pájaros de un tiro.
Nos enfrentamos ahora a la aduana y todo se sucede con sorprendente rapidez: pasaportes, Scanner, perros; cuando nos queremos dar cuenta ya estamos en el muelle de embarque y nuestro barco no tarda en aparecer e inicia la lenta maniobra de atraque, que esto no es un autobús de la Sepulvedana.
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Desde los muelles se puede contemplar perfectamente la mole de la costa Española.
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Mientras tanto nos preparamos un bocata y de paso consumumos las últimas provisiones. Bueno, la lata de fabada Litoral no, esa se salva para el próximo viaje...¡ojalá!.
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Embarque express con motos atadas y el barco que sale en hora.
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Bueno, ahora sí que sí, ésto se ha acabado. Por lo menos pienso que la moto vuelve a España sana y salva.
Y es que con el seguro de asistencia nunca se sabe. Bueno, sí que se sabe; la moto de mi hermano sí que sería repatriada al igual que nosotros, pero mi moto de cuarenta años con un valor venal para el seguro de dos pesetas con cincuenta sería otro cantar.
Bueno, ,mejor no pensar en ello. Todo ha salido bién.
A proa se dibuja imponente la mole de Gibraltar anunciandonos que el barco regresa a Gran Bretaña?
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To tieso hasta el peñón ese y luego a la izquierda y el barco entra majestuoso en la bahía de Algeciras y su tremendo puerto. Motos desatadas, rampa abajo y ya estamos en España.
Adios a Marruecos donde tan bien hemos sido tratados.
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Volvemos al hotel donde hace quince días mi hermano se dejó olvidado el teléfono y el amable recepcionista nos lo devueve y busca alojamiento de nuevo. Hotel residencia Fuerte Santiago.
De lo del teléfono se dió cuenta mi hermano tras el control de pasaportes antes de salir el barco a la ida. Como no era posible volver atrás llamamos al hotel para informar y que ya lo recogeríamos a la vuelta.
Así pues nos hemos tirado todo el viaje con tan solo un teléfono que hemos compartido como buenos...sí, hermanos. Cosas que pasan, pero que de ir solo hubiese sido un problemón.
Agradezco la gestión del empleado con la promesa de mandarle por email mi último libro y de retratarle en el próximo que está por venir y se pone muy contento.
Me vuelve a decir aquello de que se nota que soy buena gente y voy a acabar por creermelo...que alguna también lío de vez en cuando, y si no que le pregunten al botones del hotel de Meknes...
Tras pedirle asesoramiento para cenar pescaito frito por los alrededores y darnos un homenaje, nos facilita una amplia lista de locales, pero también una advertencia: hoy es lunes y estará todo cerrado, como efectivamente descubrimos poco después. Pero no hay que desesperar, ¿acaso no somos supervivientes del desierto? preguntamos a unos parroquianos y rápidamente nos ubican en un estupendo local de raciones, precisamente en la Plaza Alta, donde comenzamos nuestra aventura.
Mientras se prepara nuestra comanda dejo un momento a mi hermano saboreando la tan deseada, durante quince días, cerveza, y me encamino a la Iglesia de Nuestra Señora de La Palma para encender una vela como es de justicia. No en vano me he pasado todo el viaje rezando, costumbre que ya no puedo erradicar.
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Hoy mísmo he salido a dar una vuelta en moto por Ciudad Real aprovechando que ha escampado tras quince días de lluvia ininterrumpida (y que no falte)
En cuanto me he encontrado rodando entre el fresco de la mañana y bajo un cielo azul me he sorprendido a mi mismo rezando bajo el casco en lo que entiendo que ya va a ser un hábito.( Y eso que el hábito no hace al monje...)
Iba sin rumbo fijo y el camino me ha llevado hasta la Ermita de La Virgen de Los Santos enclavada en un alto cerro y con espectaculares vistas de la sierra donde he encendido otra vela por todos los que lo necesitan, que a fín de cuentas somos todos.
La moto, que no cogía desde el viaje, que queréis que os diga...¡es otra!
También ha venido cambiada de este viaje. Ha venido "mas moto", es dificil explicarlo. Como dotada de un aura particular en la que ya no necesita de condescendencia ni disculpas para justificar su presencia.
Como un esclavo que hubiese ganado su libertad luchando en la arena (y en la arena hemos luchado...) y ahora nos mira de tú a tú.
Es un "motón" y ya está, aunque esté feo que sea yo el que lo diga.
Pero estabamos el laPlaza Alta de Algeciras a punto de darnos un homenaje Gastronómico local, y mas mi hermano que venía practicamente sin probar bocado desde el otro día.
La cocina española y gaditana no es que sean mancas y así entre otras cosas y unas cuantas cervezas...nos apretamos unas magníficas tortillitas de camarones
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que no es que nos la dieran mordida...¡Fué el ansia viva!
y la gloria nacional, un plato de patatas huevos estrellados y "jalufo" que nos saben a gloria y que tampoco casi llegan a la foto...
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Eso sí, un "clavario" de no te menees, ¡que ya estamos en zona euro!
Piltra, que mañana hay que poner fin a esto.
(Continuara...por última vez)
Saludos
Andrés
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