Día 44. Jueves 01 de junio 2017. Bukhara – Samarkanda. 295 km.
Hoy salimos tarde, ya que tras desayunar con toda la calma hemos estado charlando con el dueño del guesthouse sobre su idea de un futuro viaje con su señora a España, Italia y Francia.
Igualmente nos indica donde conseguir gasolina, lo que nos lleva dar varias vueltas, buscar garrafas en la cuneta o un embudo en el suelo que indique la venta de gasolina y que finalmente logramos conseguir. Hemos dado con el “black market” que dicen por aquí.
Llevo más de 1000 km sin encontrar abierta una maldita gasolinera de gasolina, porque aquí la mayoría de coches y furgonetas van con gas metano o butano. Lo peor es que las ves nuevas, recién pintadas, con unas preciosas fundas en los surtidores y unas vallas impidiendo la entrada.
Ya no se con que funciona la moto, ¿80 octanos? A relenti se quiere parar, y si no acelero mucho en las salidas de semáforos se cala, aunque dando gas la cosa se arregla.
Así que sin prisa pero sin pausa y con el depósito lleno nos dirigimos a nuestro nuevo destino, Samarkanda… leches! SAMARKANDA!! Realmente me suena un destino épico y mitico…, Samarkanda…, Manaos…, Tumbuctú…, Benarés…
Recorremos los 300 Km que nos separan acompañados del monocultivo del lugar por excelencia, las plantaciones de algodón, y puntualmente vemos algo de cereal, pero puramente anecdótico. El paisaje esta vez pasa del color arena al verde, dejando atrás la monotonía del desierto que tanto me gusta.
Si, lo confieso, me encantan los desiertos, no tuve bastante en Iran y Turkmenistán, y aqui seguia disfrutando como un tonto con un palo.
Los controles se suceden de nuevo, pero en el peor de los casos nos pedirán los pasaportes y poco mas, dejándonos pasar sin más la mayor parte de las veces.
Y las gasolineras cerradas con sus indicadores de productos y precios
Llegamos a Samarkanda y toca buscar hotel, llevamos varios anotados así que tras varios intentos y algún tropiezo finalmente terminamos alojados a 10 min de la plaza del Registan, a donde nos dirigimos tras ducha y comida.
La primera gallina que vimos en la calle nos llamó la atención, pues estamos en una gran ciudad,
la del restaurante ya era de la familia, y los huevos seguro que frescos
Tras un corto paseo nos lleva a la puerta del precioso mausoleo de Timur, conocido también como Tamerlan y que dejamos para visitar mañana con mas calma,
y finalmente llegamos a la tan ansiada plaza, con sus tres impresionantes madrasas.
y Lo siento, segunda confesión del día, la plaza del Registan es mítica, muy bonita, preciosa, incluso impresionante... pero no logra emocionarme. SACRILEGIO ! ! ! exclamareis mas de uno, y es bien cierto, no tengo perdón, despues de todo lo vivido llegar aquí para decir tamaña barbaridad, pero tengo una excusa que tal vez podais comprender:
Mi corazón se ha quedado en Irán, con sus mezquitas, madrasas y plazas, que me enamoraron con su majestuosidad, decoración, preciosos azulejos y vivos colores... y supongo que también por ser mi primer contacto profundo con la arquitectura de la zona hizo que guaerde un grato recuerdo.
En fin, otro mito desmitificado. Y no le quito su importancia y belleza, ni mucho menos, pero llevo mucho arte islámico en los km recorridos y me impresioné en otros lugares antes de llegar aquí. Pero claro, por otro lado Yolanda no me habia acompañado en esa parte del viaje, así que para ella, como es normal, aquello fue tremendo.
Lo que si me impresiona es ver como unos operarios taladran sin ningún tipo de pudor los sagrados tigres de la fachada de la Madrasa Sherdar, y digo sagrados por definirlos de alguna manera, pues debido a la prohibición islámica de las representaciones animales es uno de los pocos ejemplos realizado en el arte islámico que lleva casi 400 años desafiando la prohibición.
Y no hay mas ejemplo de su importante representación como icono el ver que se incluyeron en los billetes del país, siendo el mas bonito que logro recordar y el más escaso, pues su importe es incluso despreciable y he tardado 10 dias en descubrir que me darían cambio de ese valor, ya que 200 SOM corresponden a unos 0,02 euro.
Nos sentamos en los escalones de la plaza para disfrutar del momento, ya la visitaremos mañana, hoy nos contentamos con ver pasar a la gente, charlar con los estudiantes que se sientan con nosotros y nos interrogan y dejar pasar el tiempo hasta la hora de cenar.
De regreso al hotel nos cambian de habitación, pues no funciona el aire acondicionado, y a pesar de mi negativa se empeñan y me terminan obligando a meter la moto dentro de una sala que se utiliza de almacén en el hotel.
Eso me hace sudar, pues hay varios escalones y yo no soy muy ágil con la altura de la moto, pero no me dejan en paz hasta que consiento en guardarla dentro.
Sistema infalible de seguridad en la puerta
Los del hotel son buena gente, es un negocio familiar regentado por un matrimonio con los que no nos logramos entendernos por culpa de mi desconocimiento del idioma, pero el hijo habla ingles y se preocupa constantemente por nosotros y la opinión que podamos tener de su negocio.
HOTEL ISHONCH 30$
GASOLINA 61500 SOM (7,5$) 15L LITROS a 4100 SOM