Esto del mando a distancia también tiene desventajas, posíblemente debido a que a mí me pilló justo ántes de que lo implantasen, ya que en mis tiempos era una rareza y pude ver como un compañero perdía la vida de la forma más estúpida: se equivocó de botón, o eso pienso, y murió aplastado por una pata al salir, quedó aprisionado entre la pata y un muro :-[ :-[
Por cierto, en mi época, allá por el 90, cuando te "soltaban" solito a hacer algún trabajo, siempre lo hacían con la máquina de los novatos, que además resultaba ser la más complicada, brusca, peligrosa, y H de P que debió proyectar el ingeniero inglés más retorcido de la época

La dirección del eje delantero tenía "solo" 10 vueltas de volante de un extremo al otro, las palanquitas para manejar la pluma eran 5 muy juntitas que tenías situadas entre las piernas, por lo que tenías que espatarrarte a base de bien, pisar el acelerador con la pierna de lado, y sobretodo, acordarte de no exigirle que haga según que movimientos a la vez para que no te premiase con alguna reacción inesperada.
La ergonomía era uno de sus puntos, ya que trabajabas encajado dentro del chásis, rodeado de, creo recordar, 17 palanquitas, y vigilando con no moverte demasiado, no sea que accionases algo que no debieras. Ni qué decir que si no acertabas con un buen emplazamiento, te destrozabas la nuca intentando ver lo que hacías. Este es el engendro del que hablo:
Para circular con ella, siempre se hacía con el techo abierto, para no dejarse los cuernos de los saltos que pegaba. Una vez superabas la prueba de una pieza, se pasaba al siguiente escalafón, por debajo, lo que significaba batallar con la madre que parió a la tecnología del Este
Una "maravilla", el todoterreno en estado puro

rácticamente subía paredes, salía de cualquier parte por muy embarrado que estuviese el terreno, corría que se las pelaba, era relatívamente cómoda, muy ágil, y estable. La contra: los neumáticos de orígen tenían la particularidad de estallar si hacía calor, esas patas tan gordas y robustas, se plegaban, había que nivelar a ojo, el motor solía romper anclajes de lo potente que era, y en un par de ocasiones, se descolgaron los ejes de las ruedas, eso sin contar que la pluma se abría por las soldaduras

Eso sí, era muy relajante, ya que la mayoría del tiempo lo pasabas leyendo mientras esperabas al mecánico
De ahí, ya pasabas a disfrutar la [highlight]tecnología española (Luna), mis preferidas

, lo que me ha llevado en muchas ocasiones a preguntarme en qué la hemos cagado para llegar a la situación actual [/highlight] :-? :-X si aquí siempre han habido técnicos con muy buen nivel. Nunca tuvimos la sofisticación de los alemanes, pero la marca Luna dejó el listón muy alto en cuanto a robustez, longevidad, y fiabilidad.
El resto, fue lo típico, ir subiendo escalones hasta tantear lo más gordo.
Al poco, mientras leía el periódico (imprescindible en la cabina de cualquier trasto de estos) ví un anuncio para chofer de bus urbano, y hasta aquí... de momento :