A mí el Dakar, año tras año, me da un sabor "agridulce":
Por un lado me gustan mucho este tipo de carreras. Siempre ma ha hecho más tilín el barro, la tierra, la arena... que es asfalto. De ahí que suela seguir el Dakar siempre que puedo.
Pero por otro lado me parece injusta la heterogeneidad de los medios de que disponen los diferentes participantes. Decimos que en MotoGP la moto menos competitiva no tiene nada que hacer porque es segundo y medio más lenta por vuelta que una pata negra de Yamaha u Honda... por lo que vaya mierda de moto. En el Dakar esa diferencia antes mencionada da risa: los participantes más profesionales están en equipos con unos medios económicos bestiales, conducen prototipos de coste millonario, con ejércitos de mecánicos de 1er nivel; el piloto al llegar cada etapa deja ahí el coche y mientras se lo dejan nuevo, él se da una ducha y después le dan un masaje....
Por contra, los participantes privados, al menos gran parte de los mismos, van con los medios económicos que a trancas y barrancas han conseguido, muchas veces muy insuficientes, y muchas veces cepillándose en ello su patrimonio personal. Con motos a veces casi de serie ligeramente adaptadas, llegan a las 11 de la noche (cuando no a las 2 de madrugada) y allí no hay nadie que les haga el mantenimiento del vehículo, por lo que tienen que hacérselo ellos mismos, y tras eso montar la tienda de campaña (mientras los "top" duermen en sus motor-home mega equipados, climatizados y todo lo que acabe en "-ado"). Así, a esos "privados" les quedan para dormir sólo cuatro o cinco horas, antes de lavantarse y comenzar otra etapa de masticar arena. Esa arena que les lanzan a la cara los "super-oficiales" que les levantan las pegatinas pasándoles a medio metro con una diferencia de velocidad de 60, 80 ó 100 km/h superior...
Vamos, que pasan a la historia quienes menos méritos personales han hecho, habiendo muchos otros que merecen, en mi opinión, mucho más la admiración de la afición.
Vsss