A ver, a mediados del Cuaternario, en mi juventud...éramos muy poquitos en motocicleta por esos mundos. Sí, había muchas Vespas por todas partes, pero me refiero a motocicletas considerablemente más grandes. Motos grandes de 750 ó más, había muy pocas y se utilizaban casi exclusivamete en verano.
Había muchísima gente menos y muchísimas motocicletas, automóviles y camiones menos.
Uno se hacía Genève-Madrid en su BMW y a partir de la fronter española no se cruzaba en carretera casi nunca con un 'moto grande'...y hablo de meses como Junio/Julio/Agosto; en Septiembre no me cruzaba nunca en España con ninguna.
En esas carrteras de Dios, lo más que llegaba, y ya metido en 1970 es que atravesando un pueblo se me picaran 4 chavales con sus 2T trucadas.
En esa época, los camioneros españoles y muchos automóviles, te daban paso con la mano o si tenían los intermitentes opcionales-es broma

-con ellos. Y ocurría 100% de las veces, sobre todo en zonas de curvas de montaña sin visibilidad, recordemos que no había autovías y sólo algún tramo de autopista corto.
Una vez acabado el adelantamiento dabas las gracias con la mano o con un toque corto de bocina.
Los motociclistas...más exactamente: 'el' motocilcista que te encontrabas si coincidía que seguía el mismo camino que yo, generalmente nos hacíamos seña y parábamos a tomar un café o un té en mi caso. Si nos cruzámos de frente, era una anécdota que contar.
La Benemérita-en Sanglas- me paraba una vez sí y otra también para charlar de mi BMW y en algunos casos para ver si podían comprarme algo de equipo-que no equipación-como guantes, faja, gafas de sol y más si posible.
Si uno paraba la motocicleta y dejaba el casco en el suelo, lo normal es que los escasos motociclistas que pasaran y mucho automóviles, parasen para ver si tenía algún problema y echarme una mano en lo que fuese; hasta llevarme la moto al taller más próximo... esta era una práctica corriente en Europa desde hacía muchos años.
Nadie hacía 'uves' de victoria, porque la verdad es que no habíamos vencido a nadie ...
Los talleres de reparación de neumáticos de los pueblos-las vías pasaban por pueblos-y ciudades estaban trabajando arreglando neumáticos y cámaras a casi cualquier hora del día; si te pillaba un domingo, pues se avisaba al del taller en su casa y te hacía el apaño...a veces ni te querían cobrar por poner un parche.
Yo llevaba siempre 2 ò 3 camaras y 'Rustines' y cola para reparar, desmontables y unas herramientas para solucionar yo mismo imprevistos.
Ni que decir tiene que cuando preguntabas por algo o alguna dirección, la gente se deshacía en explicaciones, cuando no te acompañaba tal cual para evitar que te perdieses.
Cuando entrabas a un bar o casa de comidas, decias ¡Buenos días! y todo el mundo te contestaba; pedías las cosas por favor y dabas invariablemente las gracias. La amabilidad y la tranquilidad eran la tónica.
Las casas de comidas, repartidas por pueblos a lo largo de las carreteras, nacionales o comarcales...eran muy simples, tenían dos o tres platos para elegir, muchas veces sólo uno... siempre elaborados con ingredientes/productos suyos o del pueblo, y vino tinto de granel con gaseosa Revoltosa o La Casera o sifón. Nada de aguas minerales.
Almorzar en cualquier casa de comidas era una maravilla, y acababas con un buen café de puchero. La cuenta era justa y muy comedida.
La diferencia para mí de pasar de Suiza, Alemania, Francia etc... a España era enorme a todos los niveles. Pero en estos paises tambien la gente era amable y muy educada.
Y podría seguir contando cosas así un buen rato, pero os lo ahorro...

Me pasa un poco como a
@ovejanegra ...no sé si lo habré soñado...