Re: CRONICA: del pirineo a castilla por el cantabr
Y ese mismo dia, saliendo del monasterio de santa maria de huertas en santa maría de huertas nos dirigimos haci sigüenza, punto y final de nuestros viaje y de nuestra crónica. Y así como salimos con la esperanza de conseguir comer en sigüenza como gente normal, sin nada que delatara nuestra naturaleza lemmingniana. Así pues, y para no perder demasiado tiempo, preguntamos a la mujer que nos acogía en su hotel, dónde podíamos comer. Nos dio unas señas que, evidentemente seguimos. O bueno… seguimos a medias… vamos, que no encontramos el sitio que nos dijo, así que cogimos y en el pimer sitio que ponía ‘carne’ nos paramos. Y bueno, pues la verdad es que comimos bien, muy, muy bien...
así era el sitio por dentro
y allí empezamos con algo suave...
Para ir poco a poco aumentando ….
Y acabando con el plato rey….
Y de postre, algo ligerito para bajar la comida….
y así de contentos salimos de comer y ver que la calle era de bajada… justo en el momento más crítico, estando bien comidos y con ansias de siesta, la suerte nos sonrió, y es que eran las cuatro de la tarde, la temperatura exterior rozaba la de ebullición del agua y estábamos recién salidos del restaurante…
Así pues, procedimos a hacer lo que toca en estos momentos, dormir como unos campeones. Teníamos, por segunda vez en quince días, un día y medio para descansar y eso fue lo que hicimos durante una parte de la tarde, pero ni con esas. Antes de que nos diéramos cuenta ya estábamos fuera de la habitación trasteando sigüenza sin parar. Estuvimos viendo
La catedral por fuera
La catedral por dentro
Más adentro aún
Después salimos y dimos una vuelta por la parte alta de sigüenza, lugar donde encontramos el parador. Y como que nosotros cuando vemos más de quince piedras juntas no nos podemos reprimir, empezamos el ataque:
El parador por fuera
El parador por dentro
Más adentro aún
Finalmente una idea salió de mi cabeza… y es que eso ocurre muy pocas veces….
Tampoco es que me lo currase mucho, no?
aunque antes de materializar mi idea tuvimos que pasar por una calle de sigüenza de cuyo nombre no consigo acordarme
y allí nos encontramos la plaza mayor
y la catedral de sigüenza
Y así poco a poco fue anocheciendo
Y se acercaba la hora…
Y tanto se acercó que finalmente de nuevo estábamos comiendo…
Primero algo suave…
Y luego algo menos suave
Y así llegó la hora de irse a dormir, que al día siguiente seríamos turistas a tiempo completo. Desde bilbao que no lo éramos… qué lejos se veía ahora bilbao….
Así pues, al día siguiente, salió el sol y bla, bla, bla…. Después del bla, bla, bla qué hicimos? Pues sí…. es que somos animales de costumbres, así que nos fuimos de nuevo a pasear e hicimos bellas fotos…. no?
Este… que la de antes es de la masshu
Y nada, que de nuevo vimos más de quince piedras juntas y allí que empezábamos a descargar la ira de nuestras cámaras
y allí estábamos nosotros...
En sigüenza las viñas tienen unas formas muy raras. En ningún momento llegamos a imaginar como se vendimia por la zona
Y de repente masshu se puso al grupo del pelotón, realizó un demarraje que dejó a edmond clavado en la subida….
Porqué?
Ah!!! Vale, vale…
Aunque la verdad, tampoco había tantas cosas…
Así pues, tras el aperitivo procedimos a buscar un sitio para comer. En este caso, sin pena ni gloria…
Aunque el restaurante tenía un mural muy chulo de la ciudad
Y tras comer y una siesta, no… esta vez no bajamos a pasear. Primero tocaba ordenar todos los papeles de todos los tipos que habíamos recogido en todos los sitios durante todo el viaje…
Y se hacía de noche… y era hora de salir a dar un paseo… y lo dimos…
Y vimos un sitio muy chulo… en el que entramos… ya se sabe lo que se dice de las puertas abiertas…
taberna segundina se llamaba el sitio...casualmente, el que que nos había recomendado nuestra posadera el primer día... después de haber estado callejeando arriba y abajo por la zona lo habíamos encontrado... y es que a tesón no nos gana nadie...
Y allí hicimos la última cena del viaje, consitente en un menú para una persona al que añadimos las miguitas que después veréis...eso sí, fue en la línea habitual, una entrada suavecita y poco a poco fuimos subiendo el nivel…
Migas seguntinas…
… y lechazo…
Y así de tristes estábamos…
y es que el servicio fue perfecto, el entorno de ensueño y la compañía perfecta
Finalmente la noche ganó al día
Y el sueño nos ganó a nosotros…