No se que está pasando, todo parece sacado de contexto o no se ajusta a lo que presumiblemente debe de ser... La mecánica como negocio.
Hace tiempo recien comprada la motocicleta me acerqué al mecánico para reparar los daños que tenía pero el hombre rechazó la moto, dijo que no tenía tiempo y que no se podía comprometer. ¡Que no le gustaban las BMW!
Bien, la llevé a otro mecánico que me cambió la batería y me aconsejó que la llevase al servicio técnico, que él la tendría meses abierta sin solucuonar nada. Y eso hice, llevarla al concesionario, que pese a que fué caro, resultó satisfactorio.
La semana pasada, al que me cambió la bartería le pedí que me pusiese los silenciadores de la moto pero me dijo que no podía, que no era legal y que no podían poner nada que no fuese de ellos, del taller, que era una cuestión legal y de garantías etc. así que recurrí al demonio. Hablé con el mecánico que me rechazó la motocicleta. Me dió cita (como en el médico), pero hoy me acerco a decirle que nada más abrir mañana le llevo la moto y me ha vuelto a rechazar, que no tiene tiempo. Que a riesgo de que le llamen informal, y varias cosas más, no puede coger más motos...
Bueno, él mismo me ahorra el insulto, es un informal y mejor no digo más pero creo que no voy a pasar más por la calle Torrente, nº 28, de Valencia. Él intentaba darme más explicaciones pero no le he dejado creo que la cuestión ya estaba zanjada. Ha tenido un comportamiento poco profesional, y siendo un mecánico bastante afamado, o mejor dicho buscado, ha quedado como un cerdo. Luego en sus quedadas la gente le llama loco y doy mi palabra de que es así.
El problema ya está solucionado pero vaya... en un taller no sólo se repara motocicletas, es un negocio donde se gana más, o menos, y estás cara al público. Estoy asombrado tengo miedo de que el dentista me de una patada al culo, o que la verdulera se niegue a venderme manzanas, o que mi abogado me trate de gilipollas, o que...
Nada, me he subido la moto a casa, un sexto piso, y la he tirado por el balcón. El casco no se ha roto, pero la cazadora ha quedado colgada en un árbol. Jajaja, la gente me miraba levantando los brazos y haciendo aspavientos.
Hace tiempo recien comprada la motocicleta me acerqué al mecánico para reparar los daños que tenía pero el hombre rechazó la moto, dijo que no tenía tiempo y que no se podía comprometer. ¡Que no le gustaban las BMW!
Bien, la llevé a otro mecánico que me cambió la batería y me aconsejó que la llevase al servicio técnico, que él la tendría meses abierta sin solucuonar nada. Y eso hice, llevarla al concesionario, que pese a que fué caro, resultó satisfactorio.
La semana pasada, al que me cambió la bartería le pedí que me pusiese los silenciadores de la moto pero me dijo que no podía, que no era legal y que no podían poner nada que no fuese de ellos, del taller, que era una cuestión legal y de garantías etc. así que recurrí al demonio. Hablé con el mecánico que me rechazó la motocicleta. Me dió cita (como en el médico), pero hoy me acerco a decirle que nada más abrir mañana le llevo la moto y me ha vuelto a rechazar, que no tiene tiempo. Que a riesgo de que le llamen informal, y varias cosas más, no puede coger más motos...
Bueno, él mismo me ahorra el insulto, es un informal y mejor no digo más pero creo que no voy a pasar más por la calle Torrente, nº 28, de Valencia. Él intentaba darme más explicaciones pero no le he dejado creo que la cuestión ya estaba zanjada. Ha tenido un comportamiento poco profesional, y siendo un mecánico bastante afamado, o mejor dicho buscado, ha quedado como un cerdo. Luego en sus quedadas la gente le llama loco y doy mi palabra de que es así.
El problema ya está solucionado pero vaya... en un taller no sólo se repara motocicletas, es un negocio donde se gana más, o menos, y estás cara al público. Estoy asombrado tengo miedo de que el dentista me de una patada al culo, o que la verdulera se niegue a venderme manzanas, o que mi abogado me trate de gilipollas, o que...
Nada, me he subido la moto a casa, un sexto piso, y la he tirado por el balcón. El casco no se ha roto, pero la cazadora ha quedado colgada en un árbol. Jajaja, la gente me miraba levantando los brazos y haciendo aspavientos.