WuenosWuelos
Acelerando
Pues el otro día nos fuimos de excursión un grupo de 9 motos por el pirineo Cátaro. Peyresourde, Aiguatébia, Castillo de Queirebus, Gargantas de Galamus... una maravilla de paisaje, por carreteras reviradas pero mayormente bien asfaltadas. (Algunos tramos en reparación con grava suelta, bien anunciada). Tres dias intensos y de buen rollo, por tanto, ¿qué hay de raro? Pues que dejé la R100RS en casa y me monté en una R1200RT de las últimas... ¡!
La R100RS forma parte de los últimos treinta años de mi vida y por tanto solo puedo hablar maravillas de esta máquina. Pero... ¡Caramba! Arreándole el doble tanto de caña como de kilómeros, la 1200RT cansa la mitad. ¡Qué maquinón! Debo ser yo que en los últimos años solo pasaba de la RS en carretera a la Burgman en desplazamientos urbanos o metropolitanos. No sabía que una máquina podía frenar tan bien, acelerar tan bien, tumbar tan bien, ser tan estable, noble y cómoda sin dejar de ser una "tetas". Paralever, Telelever, control de tracción, ABS, hasta el parabrisas eléctrico juegan a la perfección para aportar un confort adicional sin perder caracter ni clase.
Nada podrá enfriar mi sentimiento por la R100RS, pero he descubierto que fuera de este mundo también existe vida (¡y vaya vidorra!).
Muchos de vosotros seguro que ya sabeis de sobra lo que os cuento y/o es posible que no estéis de acuerdo conmigo, pero para mi ha sido una sorpresa y una gran alegría. R100RS y R1200RT son dos mundos paralelos pero distintos. Voy a aprender a usar cada una para su mejor uso, que no es el mismo. Nada iguala el placer de un paseo en clásica "sintiendo" su caracter, oyendo su rugido y anticipando sus limitaciones. Pero también es una gozada una salida motera de buen kilometraje y mayor ritmo sin acabar agotado.
Solo me resta decir ¡Viva las Boxer! ¡Larga vida a las boxer!
