Buen tema y buena pregunta...
Llegado a este sin vivir a donde he llegado. Mudado de casa en unas cuantas ocasiones. Habiendo vivido acompañado, solo y en comandita. Lo que está claro, es que necesito el mar como aliado al fin de mis días. Si paso mucho tiempo alejado del mar, siento que lo necesito. No sabría explicarlo, pero en ciudades en las que he vivido , en ciudades perfectas, en ciudades acordes a mi forma de vida, si no lo siento cerca, sé que pronto me nacerá la necesidad de "desaparecer" , y acercarme rápidamente a él.
He echado el ojo a una casita en la Sierra de Aracena (Huelva),. casita típica andaluza, encalada, con su patinillo interior , una azotea para morirse de placer y metros cuadrados para hacer filigranas. Ahí pienso, que acabaré mis días terrenales. Entre jamones, vinos y gentes "con menos" intranquilidades que las que aquí tenemos.
Buen clima, económicamente viable y entorno sin igual.. Lo malo, los 127 kms. que tengo que recorrer para ir a ver el mar.
Solo eso.