Al final, esto es como cuando se puso de pago el primer partido de futbol, allá en el lejano siglo pasado. Todo el mundo se tiraba de los pelos. El mundo llegaba a su fin, Armagedon! Y al final, el que más, el que menos, se iba al bar con los amigos a verlo, otros se pirateaban el codificador o simplemente sopesaban si su afición llegaba para tantas molestias.
Para mí el mundial de motociclismo, tanto Motogp como superbikes es la guinda del pastel de mi afición por las motos. Una excusa para juntarme con mis compañeros de ruta y disfrutar gritándole a la tele, cagandonos en el subnomal del Abad y "sufriendo/disfrutando" con la emoción de esos grillaos a mas de 300 km/h.
Por mí, que les den. No voy a perder mucho más tiempo en darle vueltas al tema. Seguiré haciendo lo mismo y si yendo de ruta me coincide que puedo verlo, pues cojonudo. Si no puede ser, pues eso, que les den!