Eso solo ocurre en el país de los autobuses que te dejan cerca para gente que nunca lleva cosas. Ni niños ni tiene agenda complicada.
Hay otro ignoto territorio recién descubierto, al que provisionalmente llamaremos Búscate-la-vida-Landia que está habitado por seres que se compraron una casa en una urbanización lejos porque no les llegaba para un dúplex en el centro, o por pobres que trabajan en un polígono sin una _uta parada, que tienen que tienen que llevar unas herramientas o que, como yo ayer, me bajé de la moto en tres municipios a horas impredecibles y la semana que viene tendré más de lo mismo.
Esos seres miserables y contaminantes no van nine-to-five a una bonita oficina ni cumplen con las previsiones de diseño de las redes públicas. Son la realidad y las redes públicas y su diseño idealista de autobuses llenos harían bien en adaptarse a ella.
Y me gusta mi trabajo. Pero a veces no me sirve ir al bus a esperar a ver si no hay huelga. La gente compra coches NO por maldad ecológica, sino para tener una vía de salida.
Volvemos a lo mismo, y hablando de familias con ingresos medios para una hipoteca, dos niños, etc, etc...
Todos en algún momento hemos tenido que elegir a cambio del mismo coste y esfuerzo económico entre un humilde piso dentro de la ciudad, algo mucho más interesante en el extraradio, y por qué no? una bonita casa con jardín en cualquiera de las muchas urbanizaciones que decoran cualquier entorno urbano. Todo al mismo precio!! ? Pero hay que tener en cuenta los pros y contras, condiciones laborales, necesidades de movilidad, etc... y a partir de ahí, tomar cada cual su decisión.
Cuántas veces no hemos escuchado el típico - una casa como la mía costaría cuatro o muchas más veces si estuviera en tal lugar... Así que para justificar el por qué una casa podría costar más en otro sitio hay que empezar por preguntarse:
- Hay transporte cercano?
- Colegios?
- Hospitales?
- Comercios?
- Comunicaciones?
- ...?
Como nada de lo anterior podemos tenerlo en la puerta de cada casa (es materialmente imposible) hay que empezar a valorar qué es lo que más nos interesa. Con éste sencillo ejemplo lo que se demuestra es que todo no se puede tener y toca elegir, y una vez hecha esa elección no entra la queja, puesto que tu elección ha sido libre.
Dejando de lado que hay miles de ocupaciones laborales que requieren del uso de un vehículo, aún son mayores las que no lo necesitan. Y aún así, para casos de polígonos y similares existen montones de alternativas: vehículo compartidos, taxis a tarifa fija, discrecionales, etc... Incluso para acceder a la gran urbe podemos utilizar nuestro vehículo hasta una estación de cercanías, dejarlo ahí, y usar el transporte.
Yo mismo salgo cada día a las 3 am de trabajar, tengo lo que se dice un horario raro. Y cada noche de vuelta a casa me cruzo con los mismos vehículos incluido el mismo rebaño de jabalíes; unos pocos, sin tráfico, camiones de basura, furgonetas, etc... aquí si se hace imprescindible el uso de un vehículo particular. Pero somos 4 gatos los que andamos por la calle a esas horas.
Todo esto que comento es referido a las grandes capitales y poblaciones con alta densidad de población. Otra cosa muy distinta son pequeños nucleos o zonas con muy baja densidad, ahí entiendo que el tener un transporte privado se convierte en una necesidad y es imprescindible.
En cuanto al coste, no sé, pero mi hija trabaja en pleno centro de Bcn, y tarda menos en llegar a las horas que ella lo utiliza con una combinación de tren y metro de lo que yo lo haría en moto, y no digamos en coche.
Para mí el fallo sigue siendo en cómo está diseñado el sistema respecto a las coronas de las grandes ciudades, y el empecinamiento de meter dentro de la ciudad un tranvía inútil que tendría el doble de utilidad fuera de ella comunicando el extraradio con la ciudad.