Actualmente, cualquier vehículo tiene una fiabilidad a largo plazo pasmosa. ¿Por qué? Porque son los casos de uso más fáciles de reproducir: coges una jartá de conjunto motor-cambio-transmisión y los pones a trabajar en banco durante ciclos de vida a los que ningún humano va a llegar. A algunos les cambias el aceite, otros solo rellenas, les haces perrerías, introduces virutas... y así con prácticamente cualquier parte del vehículo. Muchas, como por ejemplo una maneta, llevan tantos años sin cambios y los fabricantes tienen tan pulidos los procesos de fabricación que es prácticamente imposible que fallen.
Normalmente, a no ser que sean fallos de diseño y propios del modelo, cuando una unidad tiene algo defectuoso se ve enseguida. Estamos cansados de leer acerca de vehículos problemáticos donde falla X o Y cosa y arrastra ese problema durante toda su vida útil. Este caso de tratar garantías es, desde mi punto de vista, donde BMW podría mejorar mucho respecto a otras marcas.
Más que problemas de diseño, donde se ven fallos actualmente suele ser en problemas de fabricación, ya sea por parte de BMW o un proveedor y, en este caso, BMW es de las marcas que mejores controles de calidad tiene.
Lo han comentado ya varios compañeros pero te lo digo otra vez. ¿Has visto la cantidad de GS que vende BMW? ¡Si tuvieran que cubrir fallos sustanciales del modelo estarían arruinados!