...y además, cuando se deja uno puesto el candado y se cae al salir, la moto se queda menos tumbada y es más fácil de enderezar; y cuando se coge ese bulto que hay al fondo que no se sabe si es el cadáver de un cuervo y resulta que es aquella chaqueta vieja que te pusiste una mañana de verano y la dejaste dentro al mediodía, y ha estado ausente de tu vida los últimos cuatro años, y ahora está más nueva que la de BMW. Es muy emocionante. Y si después de tanto tiempo te da por subirlas a tu casa, para que las maletas vean cómo es el mundo tras la caída del muro de Berlín, y las ve tu mujer y te pregunta que con la que está cayendo qué haces comprando trastos para la moto. Y, ya puesto, aprovechas lo delgadita que ha quedado la moto para colarte entre los coches y macarrear un poco por ciudad, y ese agente municipal asciende a coronel gracias a la multa que te mete... Mejor puestas para siempre.