Pues si que pone los pelos de punta, si... :-?
Yo tengo un trauma de la infancia de un accidente muy macabro, pero que muy macabro, que ví cuando íbamos con mis padres camino de la playa:
Un cambio de rasante, un tractor con arado, uno de los ocupantes de una K100 o una K75 ensartado literalmente en el arado y el otro tapado totalmente bajo una manta. :'(
Aquel día juré no ser motorista. >
Pero ya se sabe, el suelo del infierno esta empedrado de buenas intenciones, y ya llevo siendo motorista 20 años...
¿Qué coños tendrá esto que ni lo mas impactante nos quita las ganas? Os lo digo: Nuestro subconsciente que nos dice "eso no me va a pasar a mi", por mas que contradiga a la lógica, al sentido común, a las estadísticas, y a lo que uno ve por ahí de vez en cuando.
Como decía LUIGI, generalmente nos conformamos con moderar el puño durante un rato.
Pero ojo, no estoy elogiando del todo el "espíritu motero" del que todos hacemos gala en uno u otro momento, no, porque esto ocurre en tódos los ámbitos de la vida.
Hay un refrán que dice "cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar", pero hay otro que a mi juicio es mas sabio y está muy por encima del anterior:
"Nadie escarmienta en cabeza ajena"
Lo único que podemos hacer por nosotros mismos es ser desconfiados, malpensados, conocedores de nuestros límites y prudentes a la hora de conducir nuestras máquinas.
Saludos y suerte para nuestro compañero accidentado, esperemos que el destino se haya conformado con una clavícula rota y una pérdida de conocimiento.