La Adventure es una moto que hace de todo aunque no se especializa en nada.
Potencia, sus 250 kg de media son un lastre, así como su altura -a veces, otras es una gran ventaja), pero, como ya te han dicho, por poca pasta añades esos caballos de más que te darán la sensación que buscas. Y reviertes la operación cuando vayas a la ITV. Son cuatro tuercas de nada...
Pasajero, un poco duro el asiento, pero existen suplementos para corregir eso. Va a la misma altura que el piloto, así que bien protegido y con unos estribos amplios, las piernas dentro de una flexión muy llevadera.
Equipaje, carga lo que quieras en volumen y peso: no se arruga ante nada, como un multiejes.
En campo, para pasear alegremente, pero no enduro, aunque es capaz de pasar con éxito casi cualquier tramo de esos que producen una descomposición gástrica nada más verlo. Muy noble, casi como una locomotora.
En ciudad, por encima de los retrovisores de la mayoría, con un par fantástico permite maniobrar con bastante soltura, aunque, claro, no va donde va una Vespa. Ni un mensajero apurao...
En carretra, seguramente, cualquier GS, es la mejor moto que puedas pilotar: viva, ágil, divertidísima. Se pliega como ninguna en cada curva, sin hacer casi el esfuerzo de meterla y enderezarla al salir; enlaza tramos rápidos con un simple meneo de los hombros, poco de estribos -como en campo, que son esenciales- y una pizca de freno trasero. Ya imaginarás las caras de mucho RR cuando les vayas empujando. Es cómoda, así que en viaje aguantas mucho rato sin cansancio, su pantalla protege más de lo que parece, aunque penaliza un poco los brazos, que van muy relajados. Su altura es un don que te permite ver desde un punto muy ventajoso cualquier incidencia del tráfico. En fin, que si haces los mínimos deberes con ella, no te bajarás nunca.
Hagas lo que hagas, que disfrutes la moto que te compres convencido de que es la que realmente quieres (eso ayuda mucho a la hora de disfrutar).
Un saludo y mucha suerte