Juan Xixon
Arrancando
Al Gore contra Al Gore
Por Pedro de Silva
La acusación que ahora hacen a Al Gore de que en su casa de veinte habitaciones y ocho baños se consume veinte veces más energía que en una familia media parece el típico ejercicio de demagogia barata, pero bien mirado da en la diana, y tiene tanta importancia como el propio informe de Al Gore. En el fondo, la crisis medioambiental es consecuencia directa del modelo de consumo del mundo desarrollado, y del enorme pecado de «gula energética» que cometemos cada día sus habitantes. Cada cosa o servicio que consumimos lleva dentro una cantidad de energía, que ha sido robada de un modo u otro a la naturaleza, y es obvio que consumimos (y convertimos rápidamente en basura), muchísimo más de lo que necesitamos. La denuncia de Al Gore y la denuncia contra Al Gore se convierten así en dos caras complementarias del mismo problema, y muestran la única solución posible: cambiar el modelo de consumo.
Por Pedro de Silva
La acusación que ahora hacen a Al Gore de que en su casa de veinte habitaciones y ocho baños se consume veinte veces más energía que en una familia media parece el típico ejercicio de demagogia barata, pero bien mirado da en la diana, y tiene tanta importancia como el propio informe de Al Gore. En el fondo, la crisis medioambiental es consecuencia directa del modelo de consumo del mundo desarrollado, y del enorme pecado de «gula energética» que cometemos cada día sus habitantes. Cada cosa o servicio que consumimos lleva dentro una cantidad de energía, que ha sido robada de un modo u otro a la naturaleza, y es obvio que consumimos (y convertimos rápidamente en basura), muchísimo más de lo que necesitamos. La denuncia de Al Gore y la denuncia contra Al Gore se convierten así en dos caras complementarias del mismo problema, y muestran la única solución posible: cambiar el modelo de consumo.