Oído por megafonía.
Un hombre entra a un bar, se acerca a la barra y pide una cerveza. Lleva una gallina posada en el hombro.
La gallina salta al mostrador y empieza a picotear el tapeo.
El camarero le sirve la cerveza al tipo y le increpa:
- Oiga, que la gallina se está comiendo las tapas.
- No se preocupe, yo pago lo que se coma.
Al cabo de un rato la gallina ha acabado con los montaditos de jamón, las croquetas de pollo, las gambas rebozadas y se dirige a las cazoletas de callos y pulpo a la gallega...
Un parroquiano, que ha seguido los acontecimientos desde el principio, se dirige al hombre:
- Perdone, pero me estoy quedando sorprendido. ¡La gallina se está comiendo todo! ¿Cuál es su historia?
El ave estaba ya dirigiéndose hacia las anchoas en vinagre...
- Pues el año pasado estaba de vacaciones en el desierto, desenterré una vieja lámpara y, al frotarla, apareció un genio que me ofreció un deseo.
- ¿Y qué le pidió?
- Una polla insaciable...