El propietario de un circo coloca un anuncio solicitando un domador de leones. Se presentan dos personas: un hombre de buena apariencia, jubilado, y una espectacular rubia de 25 años. El dueño del circo dice: Voy al grano. El león es muy fiero y ya ha matado a dos domadores. Aquí tienen el banco, el látigo y la pistola. ¿Quién entra primero? - Yo -dice la rubia. Se mete en la jaula a pelo, sin nada. El león ruge y va hacia ella. A un metro, la rubia se abre el vestido y se queda completamente desnuda, mostrando todo. El león se detiene de inmediato. Se acuesta y empieza a lamer los pies, luego va subiendo poco a poco y lame todo el cuerpo de la rubia. El dueño del circo se queda boquiabierto: - ¡Coño! Nunca he visto nada parecido. Mira al jubilado y dice: - ¿Usted puede hacer lo mismo? El jubilado: - ¡Por supuesto!… Pero saque al león.