-Mi abuelo cuando se deprimía se iba a un prostíbulo porque decía que “al mal tiempo, buena y cara”.
-Pero el dicho no era así.
-Pues triste no llegaba…
-Mi hijo de cinco años aparece de la nada, muy serio y me pregunta.
-Papá, ¿tú te vas a morir?
-Pues... sí, algún día. Pero será dentro de mucho, mucho, mucho tiempo. No tienes por qué preocuparte ahora por eso.
-¿Y entonces la Play será mía?
-Doctora, tengo una erección todo el día que no hay forma de que se me baje.
-Le voy a presentar a mi marido, a ver si se le pega algo al inútil.
-Puri, no hay forma de hacer un juego de rol contigo.
-Queda detenida por tráfico de telenovelas. ¿Tiene abogado?
-Ese pendejo se acostó con mi tía cuando Julio José me dejó por Celeste estando embarazada de Miguel.
-¿Eh?
-Nuestro hijo, agente. Eres su padre.
-¡Señora, basta ya!
-¿Lo dejamos así y me detiene mañana a las 3?
- Aquí tiene el caballero su chuletón veteado de vaca japonesa wajyu de 6 años, poco hecho a la parrilla de carbón de encina de La Vega de Coripe tras una curación en cámara de 45 días, sal Maldon y patatas Kennebec de Coristanco confitadas con una crema de trufas negras de Teruel.
- ¿Y el kechu?
-¿Crees que debería hacer dieta?, ¿cómo me queda la barba?
-No sé, pero ya es el tercer niño que te dice que ha sido bueno este año y que le traigas todos los regalos.
-Ayer vino a merendar a mi casa mi mejor amigo y trajo un panettone, así que lo primero que hice fue cortarlo en trozos para repartirlo.
-Mi mujer se encargó de la cabeza, mi hermano de las extremidades y yo del torso. El panettone lo usamos como peso para hundirlo todo en el mar.
Este sitio utiliza cookies para ayudar a personalizar el contenido, adaptar tu experiencia y mantenerte conectado si te has registrado.
Para continuar utilizando este sitio, debe aceptarse nuestro uso de cookies.