Amigos traileros:
He abierto este post para que podáis anécdotas ocurridas en las salidas por el campo, desde lo mas espectacular, lo mas gracioso, lo mas triste, en resumen...... ¡lo mas ¡.
Y como soy el que comienzo, empezaré por lo que me pasó el fin de semana pasado:
“Iba por una cañada con mi adventure, gateando, ya caliente, derrochando potencia y repartiendo gravilla y polvo por todos los lados, vamos ... como una autentica fiera; cuando pude ver a lo lejos la silueta de un jinete a caballo con dos perros grandes y chatos (no se los saltaba un gitano con zapatillas nuevas).
Como suelo hacer cuando me cruzo con caballos, perros , vacas etc reduje la marcha 200 metros antes para, primero no levantar polvo, y evitar encabritar o poner nervioso al caballo, al caballero, o a los dos lobos negros que llevaba con el .
Cuando estaba a pocos metros ví como venia uno de los perros reptando, con el pelaje del lomo erizado , sin siquiera ladrar ( lo cual ya me puso nervioso) y se acercaba con aviesas intenciones, el otro por la otra banda emulaba a su compinche.
Iba en 1ª a medio embragar y miré al jinete para que hiciera algo, pero al instante, tras ver una estúpida sonrisa, me di cuenta de que su perro era mas listo que él, y me di cuenta también de que era él, el que me los había azuzado.
Acto seguido note como primer el perro roía mis botas Acerbis y tiraba de los enganches de acero con sus colmillos mientras el otro estaba ya llegando, así que pegue un acelerón y note como el perro chillaba y se quedaba colgado de mi bota hasta que le perdí, creo y supongo que con dos o tres colmillos menos.”
Moraleja:
Los colmillos los debería haber perdido el dueño, pero no hay que desesperar, supongo que me le volveré a encontrar, porque una cara de payaso como esa no se le olvida a uno fácilmente.
He abierto este post para que podáis anécdotas ocurridas en las salidas por el campo, desde lo mas espectacular, lo mas gracioso, lo mas triste, en resumen...... ¡lo mas ¡.
Y como soy el que comienzo, empezaré por lo que me pasó el fin de semana pasado:
“Iba por una cañada con mi adventure, gateando, ya caliente, derrochando potencia y repartiendo gravilla y polvo por todos los lados, vamos ... como una autentica fiera; cuando pude ver a lo lejos la silueta de un jinete a caballo con dos perros grandes y chatos (no se los saltaba un gitano con zapatillas nuevas).
Como suelo hacer cuando me cruzo con caballos, perros , vacas etc reduje la marcha 200 metros antes para, primero no levantar polvo, y evitar encabritar o poner nervioso al caballo, al caballero, o a los dos lobos negros que llevaba con el .
Cuando estaba a pocos metros ví como venia uno de los perros reptando, con el pelaje del lomo erizado , sin siquiera ladrar ( lo cual ya me puso nervioso) y se acercaba con aviesas intenciones, el otro por la otra banda emulaba a su compinche.
Iba en 1ª a medio embragar y miré al jinete para que hiciera algo, pero al instante, tras ver una estúpida sonrisa, me di cuenta de que su perro era mas listo que él, y me di cuenta también de que era él, el que me los había azuzado.
Acto seguido note como primer el perro roía mis botas Acerbis y tiraba de los enganches de acero con sus colmillos mientras el otro estaba ya llegando, así que pegue un acelerón y note como el perro chillaba y se quedaba colgado de mi bota hasta que le perdí, creo y supongo que con dos o tres colmillos menos.”
Moraleja:
Los colmillos los debería haber perdido el dueño, pero no hay que desesperar, supongo que me le volveré a encontrar, porque una cara de payaso como esa no se le olvida a uno fácilmente.