Para dar una curva con control, necesitas empuje. Ese empuje ha de ser lo más lineal posible. Una marcha larga hace caer las revoluciones del motor y, entonces, pequeños movimientos del puño del gas producen tirones. Esos tirones suponen cabeceos de la moto, desplazamiento de pesos entre ejes, eses, inseguridad, trazada errática, tensión de brazos que provoca falta de sensibilidad de contramanillar, provocando una trazada imprecisa, pérdida de velocidad y su consiguiente pérdida de inclinación, con lo que la moto gira menos y la trayectoria se abre. Por si fuera poco, al soltar el gas del todo pierdes estabilidad y al final tienes la sensación de haberlo hecho bastante mal. Bueno, no es una sensación, es que no lo has hecho bien.
Cuando llegas a una curva has de elegir la marcha correcta. Esa será diferente según el radio de la curva y tu velocidad de paso por curva. Necesitarás llevar la moto a unas rpm intermedias, tirando más a altas que a bajas, así que si reduces velocidad antes de atacarla, es fácil que para que no bajen demasiado las rpm tengas que bajar alguna marcha para iniciar el giro a medio régimen de revoluciones y así evitar todo lo del primer párrafo. Si la zona roja está en 7.000, pues a 4.000 está bien que inicies el giro. Si está a 10.000, pues 5.500 ó 6.000rpm. Te permitirá mantener empuje y velocidad de forma lineal, soltar un poco sin necesidad de usar los frenos si la curva se cierra más de lo previsto y acelerar para levantar la moto cuando veas la salida sin tener que cambiar durante la inclinación. Y entonces habrás dado la curva bien, más rápido y con mayor seguridad. Supongo que es lo que has descubierto, Amrey. Enhorabuena.