Desde la misma silla en la que se sentó en mi cocina, allá por ¿2005?, escribo estas palabras de recuerdo hacia él.
Fué un placer. Cuando me toque, ya nos veremos. Merecerá la pena buscarte, sin duda.
Elegante.
Un abrazo AMIGOGracias amigo, te debo una.
Yo tampoco me lo acabo de creer.
Un abrazo.