Pues sí que fue un buen dia. Conocimos gente nueva, saludamos a los viejos, nos reimos un montón, Diego tenía una nevera estupenda, y no me refiero al seita, hicimos inventos en la moto de otro (ya verás el reprise que va a tener con la varilla de admisión mas ligera...) y hasta tuvimos algo de aventurilla con la avería de la moto de Roberto. Ademas, yo me llevé un par de sustos: uno bajando el Puerto de El Viento, que la R80ST me pegó un derrapón de atrás al entrar en una curva frenando y reduciendo a la vez y otro diez o veinte curvas mas adelante, que se nos cruzó un rebaño de cabras en plena noche, lloviendo y con los pilotos apagados. ¡Pabernos matao!
Para acabar nos pusimos buenos de agua, pero se me ha quedado una cosa en la cabeza: hay que entrenarse esa carretera, que te descuadra las gomas con nada que hagas, así que voy a tener que ir a ver a Diego alguna que otra vez.