A Bernardino lo conocí en una chala sobre su aventura, en mayo de 2010. Una gran persona, me hizo gracia sobretodo que explicaba su viaje como si fuera lo más normal del mundo, y ante las preguntas igual: parecía que era lo más natural del mundo para él, los viajes de este tipo. Fue una increíble charla.
Para entrar a China o Nepal (no recuerdo ahora bien), como que no le dejaban con moto, tras intentarlo por 7 horas dando la vara al oficial, decidió (ojo al dato) desmontar la moto y pasarla en bolsas (!!) en otro turno de guardia. Lo consiguió, pero cuando la montó de nuevo, al poco le pillaron y le devolvieron al otro lado de la frontera. Que crack!